jueves, 28 de noviembre de 2013

1 Crónicas 24

1 Crónicas 24
1 También los hijos de Aarón fueron distribuidos en grupos. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 2 Como Nadab y Abiú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos, Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio. 3 David, junto con Sadoc, de los hijos de Eleazar, y Ajimélec, de los hijos de Itamar, los repartió por sus turnos en el ministerio.
4 Había más hombres importantes de los hijos de Eleazar que de los hijos de Itamar, y quedaron repartidos así:
De los hijos de Eleazar, dieciséis jefes de casas paternas.
De los hijos de Itamar, ocho jefes de casas paternas.
5 Fueron repartidos por sorteo los unos con los otros, porque de los hijos de Eleazar y de los hijos de Itamar hubo jefes del santuario y príncipes de la casa de Dios. 6 El escriba de los levitas Semaías hijo de Natanael escribió sus nombres en presencia del rey y de los príncipes, y delante del sacerdote Sadoc, de Ajimélec hijo de Abiatar y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas, designando por sorteo una casa paterna para Eleazar y otra para Itamar.
7 La primera suerte le tocó a Joyarib, la segunda a Jedaías, 8 la tercera a Jarín, la cuarta a Segorín, 9 la quinta a Malquías, la sexta a Mijamín, 10 la séptima a Cos, la octava a Abías, 11 la novena a Josué, la décima a Secanías, 12 la undécima a Eliasib, la duodécima a Yaquín, 13 la decimotercera a Jupá, la decimocuarta a Jesebeab, 14 la decimoquinta a Bilgá, la decimosexta a Imer, 15 la decimoséptima a Hezir, la decimoctava a Afses, 16 la decimonovena a Petajías, la vigésima a Ezequiel, 17 la vigesimoprimera a Jaquín, la vigesimosegunda a Gamul, 18 la vigesimotercera a Delaía, la vigesimocuarta a Magasías.
19 Éstos fueron distribuidos para su ministerio, para que entraran en la casa del Señor, según les fue ordenado por Aarón su padre, de la manera que le había mandado el Señor, el Dios de Israel.
20 Los restantes hijos de Leví fueron:
De los hijos de Amirán, Subael; de los hijos de Subael, Yejedías; 21 de los hijos de Rejabías, el jefe Isías; 22 de los izharitas, Selomot y Yajat, su hijo; 23 de los hijos de Hebrón, el jefe Jerías, seguido de Amarías, Jahaziel y Jecamán; 24 Micaía hijo de Uziel, Samir hijo de Micaía, 25 Isías, hermano de Micaía; Zacarías hijo de Isías, 26 Mali y Musi, hijos de Merari; Beno hijo de Jazías.
27 Los hijos de Merari, por parte de Jazías: Beno, Soán, Zacur e Ibri. 28 Por parte de Mali, Eleazar, que no tuvo hijos.
29 Yeramel hijo de Cis.
30 Los hijos de Musi fueron Mali, Edar y Jerimot.
Éstos fueron los descendientes de los levitas, por sus casas paternas. 31 También éstos fueron sorteados, como sus parientes aaronitas, delante del rey David, de Sadoc y Ajimélec, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas, lo mismo el jefe de los padres que el menor de sus parientes.

LA DISTRIBUCION DE LOS SACERDOTES Y LEVITAS
Cuando uno lee muchos nombres y listados normalmente lo pasa de largo, pero olvida que los levitas fueron las personas encargadas del servicio del templo y fueron muy importantes y privilegiados en Israel. No se olvide que el culto a Dios se realizaba en el tabernáculo, pero ahora se iba hacer en el nuevo templo, entonces la expectativa de cada levita era muy grande: donde iban a servir?, en qué parte le tocaba?. De ahí que sorteo realizado tuvo una implicancia de justicia para no dar preferencia.
P.A.: ¿El Señor me ha llamado al ministerio al servicio pastoral en una iglesia?, ¿el Señor me ha llamado a servirlo como misionero de una nueva obra?, ¿me siento privilegiado de tan gran llamado?. Como miembro de mi iglesia, ¿estoy desarrollando un ministerio en mi iglesia local?, ¿estoy ejerciendo mis dones en mi iglesia?

Oremos,


Pedro

1 Crónicas 24

1 Crónicas 24
1 También los hijos de Aarón fueron distribuidos en grupos. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 2 Como Nadab y Abiú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos, Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio. 3 David, junto con Sadoc, de los hijos de Eleazar, y Ajimélec, de los hijos de Itamar, los repartió por sus turnos en el ministerio.
4 Había más hombres importantes de los hijos de Eleazar que de los hijos de Itamar, y quedaron repartidos así:
De los hijos de Eleazar, dieciséis jefes de casas paternas.
De los hijos de Itamar, ocho jefes de casas paternas.
5 Fueron repartidos por sorteo los unos con los otros, porque de los hijos de Eleazar y de los hijos de Itamar hubo jefes del santuario y príncipes de la casa de Dios. 6 El escriba de los levitas Semaías hijo de Natanael escribió sus nombres en presencia del rey y de los príncipes, y delante del sacerdote Sadoc, de Ajimélec hijo de Abiatar y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas, designando por sorteo una casa paterna para Eleazar y otra para Itamar.
7 La primera suerte le tocó a Joyarib, la segunda a Jedaías, 8 la tercera a Jarín, la cuarta a Segorín, 9 la quinta a Malquías, la sexta a Mijamín, 10 la séptima a Cos, la octava a Abías, 11 la novena a Josué, la décima a Secanías, 12 la undécima a Eliasib, la duodécima a Yaquín, 13 la decimotercera a Jupá, la decimocuarta a Jesebeab, 14 la decimoquinta a Bilgá, la decimosexta a Imer, 15 la decimoséptima a Hezir, la decimoctava a Afses, 16 la decimonovena a Petajías, la vigésima a Ezequiel, 17 la vigesimoprimera a Jaquín, la vigesimosegunda a Gamul, 18 la vigesimotercera a Delaía, la vigesimocuarta a Magasías.
19 Éstos fueron distribuidos para su ministerio, para que entraran en la casa del Señor, según les fue ordenado por Aarón su padre, de la manera que le había mandado el Señor, el Dios de Israel.
20 Los restantes hijos de Leví fueron:
De los hijos de Amirán, Subael; de los hijos de Subael, Yejedías; 21 de los hijos de Rejabías, el jefe Isías; 22 de los izharitas, Selomot y Yajat, su hijo; 23 de los hijos de Hebrón, el jefe Jerías, seguido de Amarías, Jahaziel y Jecamán; 24 Micaía hijo de Uziel, Samir hijo de Micaía, 25 Isías, hermano de Micaía; Zacarías hijo de Isías, 26 Mali y Musi, hijos de Merari; Beno hijo de Jazías.
27 Los hijos de Merari, por parte de Jazías: Beno, Soán, Zacur e Ibri. 28 Por parte de Mali, Eleazar, que no tuvo hijos.
29 Yeramel hijo de Cis.
30 Los hijos de Musi fueron Mali, Edar y Jerimot.
Éstos fueron los descendientes de los levitas, por sus casas paternas. 31 También éstos fueron sorteados, como sus parientes aaronitas, delante del rey David, de Sadoc y Ajimélec, y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y levitas, lo mismo el jefe de los padres que el menor de sus parientes.

LA DISTRIBUCION DE LOS SACERDOTES Y LEVITAS
Cuando uno lee muchos nombres y listados normalmente lo pasa de largo, pero olvida que los levitas fueron las personas encargadas del servicio del templo y fueron muy importantes y privilegiados en Israel. No se olvide que el culto a Dios se realizaba en el tabernáculo, pero ahora se iba hacer en el nuevo templo, entonces la expectativa de cada levita era muy grande: donde iban a servir?, en qué parte le tocaba?. De ahí que sorteo realizado tuvo una implicancia de justicia para no dar preferencia.
P.A.: ¿El Señor me ha llamado al ministerio al servicio pastoral en una iglesia?, ¿el Señor me ha llamado a servirlo como misionero de una nueva obra?, ¿me siento privilegiado de tan gran llamado?. Como miembro de mi iglesia, ¿estoy desarrollando un ministerio en mi iglesia local?, ¿estoy ejerciendo mis dones en mi iglesia?

Oremos,


Pedro

miércoles, 27 de noviembre de 2013

1 Crónicas 23

1 Crónicas 23
1 Cuando David ya era viejo y tenía muchos años, declaró a su hijo Salomón rey de Israel. 2 Además, juntó a todos los jefes de Israel y a los sacerdotes y levitas, 3 contando a los levitas mayores de treinta años, y el número total de ellos, contados uno por uno, resultó ser de treinta y ocho mil. 4 De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del Señor, y seis mil fungirían como gobernadores y jueces; 5 cuatro mil serían porteros, y los cuatro mil restantes se dedicarían a alabar al Señor con los instrumentos que David había hecho para tributar alabanzas.
6 David los repartió en grupos, siguiendo el orden de los hijos de Leví, es decir, de Gersón, Coat y Merari.
7 Los hijos de Gersón fueron Laadán y Simey.
8 Los hijos de Laadán fueron tres: Yejiel, el primero, seguido de Zetán y Joel.
9 Los hijos de Simey fueron tres: Selomit, Jaziel y Harán. Éstos fueron los jefes de las familias de Laadán.
10 Y los hijos de Simey fueron Yajat, Zina, Jeús y Beria. Estos cuatro fueron los hijos de Simey. 11 Yajat fue el primero, y Zina el segundo; pero Jeús y Beria no tuvieron muchos hijos, así que fueron contados como una sola familia.
12 Los hijos de Coat fueron cuatro: Amirán, Isar, Hebrón y Uziel.
13 Los hijos de Amirán fueron Aarón y Moisés. Aarón fue apartado, junto con sus hijos, para dedicarse siempre a las cosas más santas, para quemar incienso delante del Señor, y para servirle y bendecir en su nombre siempre.
14 Los hijos de Moisés, hombre de Dios, fueron contados en la tribu de Leví, 15 y fueron Gersón y Eliezer.
16 El hijo de Gersón fue el jefe Sebuel.
17 El hijo de Eliezer fue el jefe Rejabías.
Eliezer no tuvo otros hijos, pero Rejabías si tuvo muchos hijos.
18 El hijo de Isar fue el jefe Selomit.
19 Los hijos de Hebrón fueron el jefe Jerías, seguido de Amarías, Jahaziel y Jecamán.
20 Los hijos de Uziel fueron el jefe Micaía, seguido de Isías.
21 Los hijos de Merari fueron Mali y Musi.
Los hijos de Mali fueron Eleazar y Cis. 22 Eleazar murió sin haber tenido hijos, pero tuvo hijas, y sus parientes, los hijos de Cis, las tomaron por mujeres.
23 Los hijos de Musi fueron tres: Mali, Edar y Jeremot.
24 Éstos fueron los descendientes de Leví por las familias de sus padres. Según el censo, eran jefes de familia, mayores de veinte años, cada uno contado por nombre, y todos ellos trabajaban en el ministerio de la casa del Señor. 25 Y es que David dijo:
«El Señor, el Dios de Israel, ha dado paz a su pueblo, y habitará en Jerusalén para siempre. 26 Los levitas no tendrán que volver a cargar el tabernáculo y todos los utensilios para su ministerio.»
27 Fue así como, de acuerdo con las últimas palabras de David, se hizo la cuenta de los hijos de Leví mayores de veinte años. 28 Todos ellos estaban bajo las órdenes de los hijos de Aarón para ministrar en la casa del Señor, en los atrios, en las cámaras, y en la purificación de todo objeto santificado, lo mismo que en la obra restante del ministerio de la casa de Dios, 29 y para los panes de la proposición, para la flor de harina para el sacrificio, para las hojuelas sin levadura, para lo preparado en sartén, para lo tostado, para toda medida y cuenta, 30 y para asistir todos los días por la mañana y por la tarde para dar gracias y tributar alabanzas al Señor, 31 y para ofrecer delante del Señor, continuamente, todos los holocaustos en los días de reposo, y en las lunas nuevas y fiestas solemnes, según su número y de acuerdo con su rito, 32 y para que en el ministerio de la casa del Señor ; estuvieran a cargo del tabernáculo de reunión y del santuario, bajo las órdenes de sus hermanos, los hijos de Aarón.

LA IMPORTANCIA DE LOS LEVITAS
La tribu de Levi fue la tribu sacerdotal y fue escogida para liderar el culto a Dios y todo el manejo de la administración del templo.
1.     La distribución de los levitas (v.1-12; 15-32)
David en forma balanceada distribuye a los levitas: el 63% comprometido con la obra, 15% como gobernadores y jefes, el 11% como porteros y el 11% en la alabanza.
P.R.: Como líder, ¿sé usar los recursos humanos en forma adecuada?, ¿estoy haciendo que las cosas se concreten o me quedo sólo en la “adoración pasiva”?, ¿estoy sirviendo al Señor con mis dones y talentos?
2.      Aaaron y el sacerdocio (v.13)
El llamado específico a Aaron fue como sumo sacerdote y toda su familia estuvo en el sacerdocio y en la dirección a Israel de los sacrificios y ofrendas a Dios.
P.R.: ¿Cómo cristiano estoy cumpliendo mi labor sacerdotal?, ¿estoy intercediendo por otros ante Dios o ando sólo concentrado en “mis cosas”?
3.     Moisés hombre de Dios (v.14)
Que gran elogio a Moisés: hombre de Dios. Y realmente Moisés lo fue y su liderazgo marcó a Israel porque fue un líder conforme al corazón de Dios!!!
P.R.: ¿Alguien puede decir que soy un hombre y/o mujer de Dios?, ¿es mi vida un testimonio concreto de la obra de Dios?

Oremos,

Pedro


lunes, 25 de noviembre de 2013

1 Crónicas 22


1 Crónicas 22
1 Entonces David dijo:
«Éste será el lugar de la casa de Dios el Señor, y aquí tendrá Israel el altar del holocausto.»
2 Después de eso, David mandó reunir a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y escogió algunos de ellos como canteros, para que labraran piedras y edificaran la casa de Dios. 3 Preparó también mucho hierro para los clavos y las bisagras de las puertas, y mucho bronce y madera de cedro. 4 Y es que los sidonios y los tirios habían traído a David abundante madera de cedro. 5 Entonces dijo David:
«Salomón, mi hijo, es todavía un niño de tierna edad, pero la casa que debe edificarse al Señor tiene que ser una obra excelente, de gran renombre en todo lugar. Así que voy a prepararle todo lo necesario.»
Y antes de su muerte, David hizo abundantes preparativos.
6 Llamó entonces David a Salomón, su hijo, y le mandó edificar una casa para el Señor, el Dios de Israel. 7 Le dijo:
«Hijo mío, la intención de mi corazón era edificar un templo al nombre del Señor mi Dios. 8 Pero la palabra del Señor vino a mí, y me dijo: “Tú has derramado mucha sangre; has librado muchas batallas. Es tanta la sangre que has derramado en la tierra delante de mí, que no edificarás casa a mi nombre. 9 Pero te nacerá un hijo, el cual será un hombre de paz. Yo haré que esté en paz con todos los enemigos que lo rodean; por eso se llamará Salomón.[a] Durante su vida yo le daré a Israel paz y reposo. 10 Él edificará una casa para honrar mi nombre, y él será mi hijo, y yo seré su padre, y para siempre afirmaré sobre Israel el trono de su reino.” 11 Así que, hijo mío, que el Señor esté contigo, y que seas prosperado y edifiques la casa del Señor tu Dios, como él lo ha dicho. 12 Que el Señor te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel cumplas la ley del Señor tu Dios. 13 Si pones por obra los estatutos y decretos que el Señor le entregó a Moisés para Israel, serás prosperado. Esfuérzate y cobra ánimo; no temas ni desmayes. 14 Toma en cuenta que yo, con grandes esfuerzos, he preparado para la casa del Señor tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata, y muchísimo bronce y hierro, porque en realidad es mucho. También he preparado madera y piedra, pero puedes añadir más. 15 Tú cuentas con muchos obreros, canteros, albañiles y carpinteros, y con gente experta en distintos trabajos. 16 La cantidad de oro, plata, bronce y hierro es incalculable. Así que levántate y pon manos a la obra, y que el Señor esté contigo.»
17 David mandó también a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo. Les dijo:
18 «¿No es verdad que el Señor su Dios les ha dado a ustedes paz por todas partes? Él ha entregado en mis manos a los habitantes de la tierra, y la tierra ha sido sometida delante del Señor y de su pueblo. 19 Dispongan ahora su corazón y su ánimo a buscar al Señor su Dios. Levántense y edifiquen el santuario de Dios, el Señor, para trasladar a la casa edificada al nombre del Señor el arca del pacto y los utensilios consagrados a Dios.»

EL DESAFIO DE DAVID A SALOMON DE EDIFICAR EL TEMPLO
1.     Los preparativos de David (v.1-5)
David sabe que su hijo es muy pequeño y comienza los preparativos para la edificación del templo: conseguir obreros, prepara hierro para los clavos, consigue bronce y abundante madera de bronce.
P.R.: ¿Soy una persona previsora que hago las cosas con tiempo o dejo todo para última hora?, ¿qué estoy haciendo para ayudar a la obra de Dios?
2.     El desafío de David a Salomón (v.6-16)
David luego de explicarle a Salomón que es Dios quien lo ha confirmado como rey en Israel y que edificará el templo. Asimismo, le da como consejos claves:
·        Que pida de Dios prudencia y entendimiento
·        Que pueda dominar (liderar) a Israel
·        Que guarde la ley de Dios para que sea prosperado
·        Que se esfuerce
·        Que sea valiente
P.R.: ¿Estoy pidiendo a Dios prudencia y sabiduría para tomar decisiones?, ¿está el Señor dándome liderazgo?, ¿estoy guardando y obedeciendo la ley de Dios?, ¿estoy siendo diligente y cumpliendo mis responsabilidades?, ¿estoy siendo valiente en depender de Dios?
3.     El desafío de David a los jefes de Israel (v.17-19)
David anima a los jefes de Israel para que apoyen a Salomón. Asimismo, los desafía:
·        Que dispongan su corazón y ánimo en buscar a Dios
·        Que se levanten y edifiquen el templo
·        Que Trasladen al templo el arca y los utensilios consagrados
P.R.: ¿Estoy disponiendo mi corazón y mis emociones en buscar a Dios?, ¿estoy actuando  haciendo las cosas hoy?

Oremos,

Pedro

viernes, 8 de noviembre de 2013

1 Crónicas 21


1 Crónicas 21
1 Pero Satanás se puso en contra de Israel e indujo a David a levantar un censo en Israel.
2 Entonces David ordenó a Joab y a los jefes del pueblo:
«Vayan y levanten un censo de Israel desde Berseba hasta Dan, y tráiganme el informe de cuántos son. Quiero saberlo.»
3 Joab le dijo:
«Mi señor y rey: ¡Que el Señor multiplique cien veces más el número de su pueblo! ¿Acaso no están todos estos al servicio de mi señor? ¿Para qué quiere mi señor hacer tal cosa? ¡Eso le contará a Israel como pecado!»
4 Pero la orden del rey pudo más que Joab. Así que Joab salió y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén para entregar a David el número del pueblo censado.
5 En todo Israel había un millón cien mil hombres que manejaban la espada, y en Judá había cuatrocientos setenta mil hombres que manejaban la espada.
6 No fueron contados los levitas ni los benjaminitas, porque para Joab la orden del rey era repugnante.
7 Esto desagradó a Dios, e hirió de muerte a Israel.
8 Entonces David le dijo a Dios:
«Con esto que he hecho he pecado gravemente. Te ruego que perdones a este siervo tuyo por su maldad, porque he actuado sin pensar.»
9 El Señor habló con Gad, que era el vidente de David, y le dijo:
10 «Ve y habla con David, y dile que yo, el Señor, he dicho: “Te propongo tres cosas. Escoge de ellas la que quieras que yo haga contigo.”»
11 Gad fue a hablar con David, y le dijo:
«Así ha dicho el Señor: 12 Escoge qué prefieres: tres años de hambre, o ser derrotado durante tres meses por la espada de tus enemigos, o que haya peste en la tierra durante tres días, y que la espada del Señor, es decir, el ángel del Señor, traiga destrucción por todo Israel. Dime qué debo responder al que me ha enviado.»
13 Y David le dijo a Gad:
«Estoy en un gran aprieto. Permíteme caer en las manos del Señor, porque su misericordia es grande en extremo. ¡No me dejes caer en las manos de ningún hombre!»
14 Fue así como el Señor envió una peste sobre Israel, y murieron setenta mil israelitas.
15 El Señor envió al ángel a Jerusalén, para que la destruyera; pero cuando el Señor lo vio destruirla, le pesó haberle enviado ese mal y le dijo al ángel destructor:
«¡Basta ya! ¡Detente!»
En ese momento el ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.
16 David levantó los ojos y, al ver al ángel del Señor, que estaba entre el cielo y la tierra, y con la espada en la mano, desenvainada y extendida contra Jerusalén, tanto David como los ancianos se postraron sobre sus rostros y se cubrieron de cilicio.
17 Entonces David le dijo a Dios:
«¿Acaso no fui yo quien ordenó que se contara el pueblo? ¡Yo, y nadie más, ha pecado! ¡Yo soy quien ha actuado mal! Pero estas ovejas, ¿qué mal han hecho? Señor y Dios mío, deja caer tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre. ¡Que no venga la peste sobre tu pueblo!»
18 El ángel del Señor le ordenó a Gad decir a David que construyera un altar al Señor en la era de Ornán el jebuseo, 19 y conforme a la palabra de Gad de parte del Señor, David fue a hacerlo así.
20 Pero Ornán, que estaba trillando el trigo, se volvió y vio al ángel, y los cuatro hijos suyos que estaban con él corrieron a esconderse. 21 Entonces David fue a hablar con Ornán y, cuando éste miró a David, salió de la era y se postró en tierra ante David. 22 Entonces David le dijo a Ornán:
«Concédeme este lugar, para edificar un altar al Señor. Véndemelo por lo que realmente vale, para que el pueblo ya no siga muriendo.»
23 Y Ornán le respondió:
«Mi señor el rey puede tomar la era y hacer con ella lo que le parezca mejor. Yo le daré todo lo que necesite, hasta los bueyes para el holocausto, los trillos para la leña, y el trigo para la ofrenda.»
24 Entonces el rey David le dijo a Ornán:
«De ninguna manera. Yo te compraré la era por su precio justo. No voy a tomar para el Señor lo que es tuyo, ni voy a ofrecer ningún holocausto que nada me cueste.»
25 Y David pesó y le pagó a Ornán por la era seiscientas monedas de oro. 26 Allí edificó David un altar al Señor, y en él ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó al Señor, quien le respondió desde los cielos enviando fuego sobre el altar del holocausto. 27 Entonces el Señor habló con el ángel, para que éste devolviera su espada a la vaina.
28 Al ver David que el Señor le había atendido en el caso de la era de Ornán el jebuseo, ofreció sacrificios allí. 29 En aquel tiempo el tabernáculo del Señor que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban en el lugar alto de Gabaón, 30 pero como David tenía miedo por causa de la espada del ángel del Señor, no podía ir allá para consultar a Dios.

LA REBELDIA DE DAVID QUE TRAE MUERTE A ISRAEL
Una desafiante decisión trae horrendas consecuencias a Israel.
1.       David orgullosamente quiere saber su poder (v.1-6)
El diablo tienta a David y cae en la ambición de saber cuán poderoso. Detrás de  orden del censo David está su orgullo y de estar confiado en su poder. Es un desafio al Dios proveedor que ha estado sustentando a David y a Israel. Joab se da cuenta del imprudente censo y se lo dice a David, pero este mantiene su posición. A Joab le parecía repugnante lo que David estaba haciendo sabía que se venia juicio de Dios. Israel también estaba confiado.
P.R.: ¿Estoy cayendo en las tentaciones?, ¿me estoy siendo orgulloso y autosuficiente de lo “yo” estoy logrando?, ¿me siento seguro con el dinero, trabajo y títulos logrados?, ¿con mis actos estoy cayendo en rebeldía ante Dios?
2.       David se arrepiente pero las consecuencias de su pecado son devastadoras (v.7-14)
David se da cuenta y arrepiente, pero las consecuencias de su pecado no se pueden detener. El Señor le da 3 opciones y escoge ser tocado por Dios, como consecuencia el Señor envía su ángel y mata a 70,000 israelitas. No sólo David había caído en orgullo también Israel estaba confiado en su poder de ahí que el juicio es para Israel.
P.R.: ¿Estoy verdaderamente arrepentido de mis pecado, se ve un cambio en mi vida?, ¿estoy asumiendo las consecuencias de mis pecados?, ¡estoy afectando a otros por mis malas decisiones?, ¿está el Señor tocando mi vida por mi rebeldía?, ¿me humillo ante El?
3.       David levanta un altar y Dios detiene la matanza (v.15-30)
David está totalmente humillado y se siente impotente ante Dios. El Señor le plantea que levante un altar en la era de Ornán. David no quiere ningún regalo sino que compra la tierra de Ornán y levanta un altar al Señor y Dios detiene la matanza. David tiene el deseo de levantar el templo para Dios en esta tierra santa.
P.R.: ¿Me siento impotente en medio de las dificultades?, ¿estoy clamando a Dios por misericordia y estoy pidiendo que intervenga?, ¿estoy entregando toda mi vida en sacrificio y ofrenda al Señor para hacer sólo su voluntad?, ¿está mi corazón rendido a Dios?

Oremos,

Pedro

miércoles, 6 de noviembre de 2013

1 Crónicas 20


1 Crónicas 20
1 A la vuelta de un año, y mientras David estaba en Jerusalén, Joab llevó a campaña al ejército en pleno y fue y sitió la ciudad de Rabá y la conquistó, destruyendo por completo la tierra de los amonitas. Esto sucedió en los días en que los reyes acostumbran salir a la guerra.
2 David le quitó al rey de Rabá la corona de oro, la cual pesaba treinta y tres kilos y estaba adornada de piedras preciosas, y con ella fue coronado David. Además de esto, David sacó de la ciudad cuantioso botín de guerra, 3 y sacó también a la gente que estaba en ella y la puso a trabajar con sierras, trillos de hierro y hachas. Esto mismo lo hizo David con todas las ciudades amonitas, y después de eso David volvió a Jerusalén con todo su ejército.
4 Después de esto se desató en Guézer la guerra contra los filisteos. Sibecay el husatita mató a Sipay, que descendía de los gigantes, y los filisteos fueron derrotados. 5 Pero hubo otra guerra contra los filisteos, y Eljanán hijo de Yaír mató a Lamí, que era hermano de Goliat de Gat, el que blandía una lanza parecida al rodillo de un telar. 6 Y se desató en Gat una guerra más, en la que participó un guerrero de gran estatura, el cual tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, es decir, un total de veinticuatro dedos. Éste era descendiente de los gigantes, 7 y se puso a insultar a los israelitas, pero Jonatán hijo de Simea, hermano de David, lo mató.
8 Éstos fueron los descendientes de los gigantes de Gat, que perdieron la vida a manos de David y de sus siervos.

NUEVAS VICTORIAS DE DAVID
1.       Vence a Rabá de los amonitas (v.1-3)
Joab lideró la conquista de Rabá y de la tierra de los amonitas. David tomó la corona del rey de Rabá y la usó como trofeo y todo el botín de guerra. Hizo siervos a los vencidos.
P.R.: ¿Está el Señor dándome victorias?, ¿estoy disfrutando de las bendiciones de Dios?
2.       Vence a los gigantes filisteos (v.4-8)
Los valientes de David vencen a los gigantes filisteos: Sibecay mató a Sipay, Eljanán  mató a Lamí y Jonatán venció al gigante de 24 dedos.
P.R.: ¿Estoy enfrentando algún gigante que no puedo vencer?, ¡estoy rendido a Dios confiando que El me dará la victoria?

Oremos,

Pedro

martes, 5 de noviembre de 2013

1 Crónicas 19

1 Crónicas 19
1 Después de esto, murió Najás, el rey de los amonitas, y en su lugar reinó su hijo.
2 Entonces dijo David:
«Voy a tratar con misericordia a Janún hijo de Najás, porque también su padre me trató con misericordia.»
Entonces envió unos mensajeros para expresarle sus condolencias por la muerte de su padre. Pero cuando los mensajeros de David llegaron a la tierra de los amonitas para consolar a Janún, 3 los jefes amonitas le dijeron a Janún:
«¿Y crees que David rinde honores a tu padre, al enviarte estos consoladores? ¿Acaso sus siervos no vienen más bien a espiarte, y a investigar y reconocer la tierra?»
4 Janún tomó entonces a los mensajeros de David y los rapó, les rasgó los vestidos por la mitad, hasta las nalgas, y los mandó de vuelta.
5 Los mensajeros se fueron, y cuando David se enteró de lo que les había sucedido, mando gente a que los recibieran, porque estaban muy ofendidos. Pero el rey mandó que les dijeran:
«Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba. Entonces volverán.»
6 Cuando los amonitas vieron que se habían hecho odiosos ante David, Janún y los amonitas enviaron treinta y tres mil kilos de plata a Mesopotamia, Siria, Macá y Soba, para contratar allá carros de guerra y gente de caballería. 7 Y contrataron treinta y dos mil carros de guerra, y al rey de Macá y a su ejército, los cuales vinieron y acamparon frente a Medeba. También los amonitas se juntaron en sus ciudades y salieron a la guerra.
8 Pero David lo supo y envió a Joab y a todo el ejército de sus hombres más valientes.
9 Los amonitas salieron a la entrada de la ciudad y se presentaron en orden de batalla, mientras que los reyes que habían venido se quedaron en el campo.
10 Y al ver Joab que el ataque contra él se había dispuesto por el frente y por la retaguardia, escogió a los mejores soldados israelitas, y con ellos se preparó para enfrentar a los sirios. 11 El resto del ejército lo puso en manos de su hermano Abisay, y los dispuso para enfrentar a los amonitas. 12 Le dijo:
«Si los sirios resultan ser más fuertes que yo, tú vendrás en mi ayuda; pero si los amonitas resultan ser más fuertes que tú, yo iré a ayudarte.
13 ¡Ánimo! ¡Luchemos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios, y que sea lo que el Señor quiera!»
14 Al avanzar Joab y su ejército para pelear contra los sirios, éstos huyeron de él. 15 Y al ver los amonitas que los sirios huían, también ellos huyeron delante de Abisay, el hermano de Joab, y se metieron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.
16 Cuando los sirios vieron que habían sido vencidos por los israelitas, enviaron mensajeros para que vinieran en su ayuda los sirios que estaban al otro lado del Éufrates, y que eran capitaneados por Sofac, general del ejército de Hadad Ezer.
17 Pero tan pronto como David recibió la noticia, reunió a todos los israelitas, cruzó el Jordán, y se dispuso a presentar batalla contra ellos. En cuanto David ordenó su tropa contra los sirios, éstos lo atacaron, 18 pero huyeron delante de los israelitas. Y David mató a siete mil sirios de los carros de guerra, a cuarenta mil hombres de infantería, y además mató a Sofac, que era el general del ejército. 19 Y al ver los siervos de Hadad Ezer que habían sido derrotados por los israelitas, hicieron la paz con David y fueron sus siervos. Y nunca más los sirios quisieron ayudar a los amonitas.

VICTORIA DE DAVID CONTRA LOS SIRIOS
1.       David desea honrar a Janús hijo de Najás amonita (v.1-5)
David busca honrar a Janús hijo de su amigo Najás y para ello envía mensajeros. La mala influencia de los jefes amonitas a Janús hace que humillen a los mensajeros de David. A estos David los restaura.
P.R.: ¿Estoy sufriendo alguna injusticia por actuar correctamente?, ¿estoy pensando mal y juzgando a las personas antes de escucharlos?, ¿estoy restaurando a los humillados?
2.       Guerra entre los amonitas y sirios contra Israel-Dios da victoria (v.6-15)
En forma estratégica Joab plantea la guerra a los amonitas y a los sirios que los apoyaban, ya que ellos querían atacarlos de frente y por la retaguardia. Abisay va de frente y Joab por la retaguardia. Joab anima a su gente y confía en que Dios les dará la victoria.
P.R.: ¿Al tomar decisiones estoy buscando la sabiduría de Dios?, ¿estoy haciendo mi parte y siendo diligente?, ¿estoy confiando que Dios obrará en mi vida?, ¿mi victoria viene de Dios o de mis fuerzas?
3.       Guerra entre los sirios e Israel (v.16-19)
David organiza su ejército y Dios le dio victoria. David venció a 7,000 sirios de caballería, 40,000 hombres de infantería y mató al general sirio. Como lección los sirios hicieron la paz con Israel y nunca más fueron sus enemigos.
P.R.: ¿Cuándo hay dificultades tiendo a huir o las enfrento?, ¿está el Señor guiando mis planes?, ¿estoy buscando la paz y menos los conflictos?

Oremos,


Pedro