lunes, 28 de noviembre de 2016

Isaias 7

Isaías 7
1 En los días en que Ajaz hijo de Yotán, hijo de Uzías, reinaba en Judá, sucedió que el rey Resín de Siria y Pecaj hijo de Remalías, que era rey de Israel, se dirigieron a Jerusalén para atacarla, pero no la pudieron tomar. 2 La noticia de que Siria se había aliado con Efraín llegó a la casa de David, y esto hizo que se estremeciera el corazón del rey y de su pueblo, como cuando el viento hace que se estremezcan los árboles del bosque.
3 Entonces el Señor le dijo a Isaías:
«Ve ahora con tu hijo Sear Yasub adonde termina el acueducto del estanque superior, en dirección al Campo del Lavador. Allí te encontrarás con Ajaz, 4 y le dirás: “Ten mucho cuidado, y mucha calma. No tengas miedo ni se sobresalte tu corazón por causa de Resín y de Siria, y del hijo de Remalías.” Ellos arden de ira, pero no son más que el humo de dos tizones apagados. 5 El sirio se ha puesto de acuerdo con Efraín y con el hijo de Remalías, para hacerte daño. Ha dicho: 6 “Vayamos contra Judá para aterrorizarla. Nos la repartiremos, y pondremos por rey al hijo de Tabel.” 7 Pero Dios el Señor dice así: “Eso no tendrá éxito, ni será así.” 8 Ciertamente, la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco es Resín, pero dentro de sesenta y cinco años Efraín será destruido y dejará de ser pueblo. 9 Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. Si ustedes no creen esto, tampoco permanecerán.»
10 El Señor le habló también a Ajaz, y le dijo:
11 «Pídele al Señor tu Dios una señal. Pídesela de las profundidades de la tierra, o de las alturas de los cielos.»
12 Y Ajaz respondió:
«No pediré nada. No pondré a prueba al Señor.»
13 Dijo entonces Isaías:
«Escuchen bien ustedes, los de la casa de David. ¿Les parece poco el molestar a los hombres, que también quieren molestar a mi Dios? 14 Pues ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.[b] 15 Comerá mantequilla y miel hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Ciertamente, antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, el país de estos dos reyes a quienes tú temes quedará abandonado. 17 El Señor hará que vengan sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como nunca vinieron desde el día en que Efraín se apartó de Judá para unirse al rey de Asiria.
18 »Cuando llegue ese día, el Señor llamará con un silbido a la mosca que está al final de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; 19 y éstas vendrán y acamparán en todos los valles desiertos, y en las grietas de las piedras, y en todos los zarzales y en todas las matas.
20 »Cuando llegue ese día, el Señor traerá al rey de Asiria, que habita al otro lado del río, y ese rey será como una navaja alquilada, con la cual les rapará la cabeza y el pelo de los pies, y hasta la barba.
21 »Cuando llegue ese día, quien críe una vaca y dos ovejas 22 comerá mantequilla, pues será mucha la leche que le darán. Sí, quien quede con vida en el país ciertamente comerá miel y mantequilla.
23 »Cuando llegue ese día, el campo donde había mil vides con valor de mil monedas de plata, será un campo de espinos y cardos. 24 Irán allá con arcos y flechas, porque toda la tierra estará llena de espinos y cardos. 25 Por temor de los espinos y cardos, nadie irá a ninguno de los montes antes cultivados con azada, porque sólo servirán como pastizales de bueyes y para que los ganados los pisoteen.»

EL FUTURO JUICIO CONTRA JUDA
1.       Los enemigos quieren atacar a Judá (v.1-9)
Los enemigos de Acaz, rey de Judá eran: Resín, rey de Siria y Pecaj, rey de Israel se juntaron. Acaz estaba desanimado por la alianza de Israel con los sirios. Isaías le lleva un mensaje del Señor: no tema y que se calme, porque ellos no tendrán éxito y serán destruidos. Pero si Acaz y Judá no creen al Señor, tampoco permanecerán.
Preg.Aplic.: ¿Me estoy desanimando por las dificultades que hoy enfrento?, ¿estoy creyendo en el mensaje de aliento del Señor?, ¿confío y vivo en las promesas de Dios?
2.       La señal de la salvación de Dios (v.10-13)
Acaz no quiere pedir señal al Señor, pero Isaías le muestra la señal: la venida de Emanuel. Asimismo, se anuncia el tiempo del juicio a Judá: vendrán plagas, invasiones, hambre y la será tierra improductiva. Nota: Acaz fue uno de los reyes más rebeldes a Dios, fue un rey idólatra que levantó imágenes de Asera y llevó a Judá a corrupción total
Preg.Aplic.: ¿Estoy sufriendo las consecuencias de mis pecados?, ¿estoy pasando una difícil situación en mi vida por mi rebeldía contra Dios?, ¿estoy siendo sensible hoy al mensaje del señor y estoy arrepentido de mis pecados y decido volver al Señor?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


jueves, 24 de noviembre de 2016

Isaias 6

Isaías 6
1 En el año que murió el rey Uzías, yo vi al Señor sentado sobre un trono alto y sublime. El borde de su manto cubría el templo. 2 Dos serafines permanecían por encima de él, y cada uno de ellos tenía seis alas; con dos se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. 3 Uno de ellos clamaba al otro y le decía:
«¡Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!»
4 La voz del que clamaba hizo que el umbral de las puertas se estremeciera, y el templo se llenó de humo. 5 Entonces dije yo:
«¡Ay de mí! ¡Soy hombre muerto! ¡Mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos, aun cuando soy un hombre de labios impuros y habito en medio de un pueblo de labios también impuros!»
6 Entonces uno de los serafines voló hacia mí. En su mano llevaba un carbón encendido, que había tomado del altar con unas tenazas. 7 Con ese carbón tocó mi boca, y dijo:
«Con este carbón he tocado tus labios, para remover tu culpa y perdonar tu pecado.»
8 Después oí la voz del Señor, que decía:
«¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?»
Y yo respondí:
«Aquí estoy yo. Envíame a mí.»
9 Dijo entonces:
«Ve y dile a este pueblo: “Oigan bien, pero no entiendan; vean bien, pero no comprendan.” 10 Entorpece el corazón de este pueblo. Cierra sus oídos, y ciega sus ojos. Que no vea con sus ojos ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, para que no se convierta ni sea sanado.»
11 Yo dije:
«¿Hasta cuándo, Señor?»
Y él respondió:
«Hasta que las ciudades se queden asoladas y sin habitantes; hasta que no haya nadie en las casas, y la tierra quede hecha un desierto; 12 hasta que el Señor haya expulsado a la gente y los lugares abandonados se hayan multiplicado en el país. 13 Y si aún queda en el país la décima parte de sus habitantes, éste volverá a ser destruido. Pero la simiente santa será como el roble y como la encina, que después de cortados aún queda el tronco.»

EL LLAMADO DE ISAIAS
1.       La visión de Isaías y su llamado (v.1-7)
Tiene una visión de la grandeza de Dios en su trono y de su adoración por su santidad. Ante ello, Isaías se siente a morir por ser pecador y haber visto al Señor. Un serafin con un carbón del altar lo toca para limpiarlo.
Preg.Aplic.: ¿Tengo una vida de adoración al Señor?, ¿o sólo cuando oro me acercó a elevar peticiones?, ¿hay en mi corazón una humildad por un verdadero arrepentimiento o hay altivez de corazón?
2.       LA FUNCION DE SU LLAMADO (v.8-13)
El Señor hace un llamado e Isaías acepta ser enviado como profeta a Israel. Su función será la de cuestionar la rebeldía de Judá y hablar del juicio de Dios hasta que sean destruidos y quede un remanente.
Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo el llamado de Dios?, ¿puedo cumplir un llamado a pesar de que no es de mi agrado?, ¿creo en que Dios puede restaurar a su pueblo (remanente)?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


lunes, 21 de noviembre de 2016

Isaias 5

Isaías 5
1 Quiero cantar ahora por mi amado el canto de mi amado a su viña:
Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. 2 La cercó y la despejó de piedras, y luego plantó en ella vides escogidas; en medio del campo levantó una torre, y además construyó un lagar. Esperaba que su viña diera buenas uvas, pero dio uvas silvestres.
3 Y ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá: juzguen entre mi viña y yo. 4 ¿Qué más podía hacerse a mi viña, que yo no le haya hecho? ¿Cómo es que dio uvas silvestres, cuando yo esperaba que diera buenas uvas?
5 Pues voy a mostrarles lo que haré con mi viña: Le quitaré la cerca, para que sea consumida; abriré una brecha en su muralla, para que sea pisoteada. 6 Haré que se quede desierta. Nadie la podará ni la cultivará. Crecerán en ella cardos y espinos, y ordenaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella. 7 En realidad, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la planta en que él se complace. Esperaba él justicia, y sólo hay injusticia; equidad, y sólo hay iniquidad.
8 ¡Ay de los que anexan una casa a otra casa, un terreno a otro terreno, hasta poseer todo lugar! ¿Acaso quieren todo el país para ustedes solos? 9 Ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos, que muchas casas grandes y hermosas se quedarán en ruinas y sin que nadie las habite. 10 Las viñas que rendían diez barriles de vino rendirán un solo barril; ¡diez sacos de semilla rendirán un solo saco de trigo!
11 ¡Ay de los que madrugan para emborracharse! ¡Ay de los que se desvelan para encenderse con el vino! 12 En sus banquetes tienen arpas, liras, tamboriles, flautas y vino, pero no toman en cuenta la obra del Señor ni se fijan en la obra de sus manos. 13 Por eso mi pueblo fue llevado cautivo: por su falta de conocimiento. Sus mejores hombres murieron de hambre; sus multitudes murieron de sed. 14 Por eso el sepulcro ensanchó su garganta, y abrió sus desmesuradas fauces. ¡Al sepulcro bajará su esplendorosa multitud, con sus fiestas y su algarabía! 15 Ricos y pobres serán humillados; los de mirada altanera serán abatidos; 16 pero el Señor de los ejércitos será exaltado con la justicia; el Dios Santo será santificado con la victoria. 17 Los corderos serán apacentados como es la costumbre, pero gente extraña consumirá los desolados campos de los ricos.
18 ¡Ay de los que atraen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado con correas de carreta!
19 ¡Ay de los que dicen: «Que venga ya su obra y se dé prisa. Que se acerque y la veamos. Que venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos»!
20 ¡Ay de los que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno!
¡Ay de los que convierten la luz en tinieblas, y las tinieblas en luz!
¡Ay de que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!
21 ¡Ay de los que se creen sabios!
¡Ay de los que se consideran muy inteligentes!
22 ¡Ay de los valientes para beber vino, de los audaces para mezclar bebidas!
23 ¡Ay de los que mediante el soborno justifican al malvado y despojan de sus derechos al hombre honrado!
24 Por eso su raíz será como la podredumbre; por eso su flor se desvanecerá como el polvo, así como la llama del fuego consume el rastrojo y la lumbre devora la paja, porque despreciaron la enseñanza del Señor de los ejércitos y desdeñaron la palabra del Santo de Israel.
25 Por eso se encendió el furor del Señor contra su pueblo; por eso su mano se extendió contra él para herirlo; por eso se estremecieron los montes y sus cadáveres fueron arrojados a las calles. Y a pesar de todo esto, su furor no se ha calmado; su mano sigue aún extendida.
26 Agitará una bandera para llamar a naciones lejanas; con un silbido llamará a los que están en los confines de la tierra; y estos vendrán con gran rapidez. 27 Nadie entre ellos se mostrará cansado, ninguno de ellos tropezará ni se caerá de sueño; ninguno de ellos vendrá a medio vestir, ni con las correas de sus sandalias rotas. 28 Sus flechas ya estarán afiladas; todos sus arcos, bien tensados; los cascos de sus caballos parecerán pedernal; las ruedas de sus carros parecerán torbellinos. 29 Rugirán como leones, como cachorros de león; rechinarán los dientes y atraparán a su presa, y se la llevarán a un lugar seguro, sin que nadie se la pueda arrebatar. 30 Cuando llegue ese día, él bramará sobre ellos como brama el mar. Cuando mire hacia la tierra, sólo verá angustiosas tinieblas, y en sus cielos la luz será oscuridad.

PARABOLA DE LA VIÑA
1.       La parábola de la viña (v.1-7)
La viña estaba en tierra fértil, se cercó, se abonó y se plantó semillas de la mejor calidad, y se construyó un lugar para hacer vino, pero cosechó uvas agrias. Al final, el Señor decide destruir y desolar esta viña. La viña era la casa de Israel y las plantas eran los hombres de Judá. En vez de justicia, sólo hay injusticia en sus vidas.
Preg.Aplic.: ¿Mi vida está siendo como una planta que da buen fruto?, ¿hay obediencia a Dios y a sus mandamientos?
2.       La enseñanza de la parábola de la viña (v.8-17)
Algunos se preocupan por tener tierras grandes y hermosas con injusticias, pero el Señor hará que la tierra sea infértil. Además, habrá castigo para los que viven emborrachándose e ignoran la obra de Dios. Judá será llevado cautivo porque no conoce al Señor y morirán de hambre y sed. Los altaneros y ricos serán humillados y el Señor exaltado.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando ganar dinero en forma injusta?, ¿vivo una vida apartada de los mandamientos de Dios?, ¿estoy pasando dificultades debido a mi autosuficiencia y a dejar de lado a Dios?, ¿hay en mi vida un verdadero arrepentimiento a Dios?
3.       El castigo sobre los malvados (v.18-30)
Que sufrimiento vendrá contra Israel por haber con altivez cuestionando la autoridad de Dios y de sus mandamientos; por su falta de discernimiento y corazón torcido; y por las injusticias contra los honrados. Israel se desvanecerán como polvo y habrá matanza de judíos por invasiones de ejércitos implacables.
Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo o cuestionando los mandamientos de Dios?, ¿tengo discernimiento o tengo el corazón torcido?, ¿estoy sufriendo las consecuencias de mi rebeldía contra Dios?, ¿estoy dispuesto a volver a Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán

Equipo AATC

viernes, 11 de noviembre de 2016

Isaias 4

Isaías 4
1»Ese día, siete mujeres se aferrarán a un solo hombre y le dirán: “Nosotras veremos qué comer y con qué vestirnos; sólo te pedimos que nos dejes llevar tu nombre. ¡Borra de nosotros esa vergüenza!”
2 Ese día, el renuevo del Señor será de gloria y hermosura, y el fruto de la tierra será de honra y grandeza para los sobrevivientes de Israel. 3 Sucederá que quien se quede en Sión, y quien sea dejado en Jerusalén, será llamado santo; es decir, todos los que estén con vida y registrados en Jerusalén. 4 Cuando el Señor lave las impurezas de las hijas de Sión, y con el soplo abrasador de su justicia limpie la sangre que hay en medio de Jerusalén, 5 creará una nube oscura durante el día, y un fuego flamígero y resplandeciente durante la noche, para cubrir todo lugar en el monte de Sión y donde haya reuniones. Y sobre todo esto estará la gloria del Señor. 6 Además, habrá un resguardo, una sombra contra el calor del día, para guarecerse de la lluvia y del aluvión.

LA RESTAURACION DE JUDA
·         Las mujeres restaurarán su nombre con nuevas familias (v.1)
·         Los frutos serán para gloria de Dios y sostén de Judá (v.2)
·         Serán consagrados a Dios los sobrevivientes de Jerusalén (v.3)
·         Dios va a limpiar con justicia la sangre derramada (v.4)
·         La gloria de Dios guiará a su pueblo, y usará su naturaleza a favor de Judá (v.5-6)
Preg.Aplic.: ¿Confío en la restauración presente de Dios?, ¿creo en el poder de Dios?, ¿depende de su justicia y me allano a su salvación?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


jueves, 10 de noviembre de 2016

Isaias 3

Isaías 3
1 ¡Miren esto! Dios, el Señor de los ejércitos, va a dejar a Jerusalén y a Judá sin apoyo alguno y sin provisiones. Va a dejarlas sin pan y sin agua, 2 sin guerreros ni soldados, sin jueces ni profetas, sin adivinos ni ancianos, 3 sin capitanes ni líderes respetables, sin consejeros ni artesanos ni oradores. 4 Unos jovencitos serán sus líderes; unos chiquillos serán sus gobernantes. 5 Entre el pueblo, unos a otros se harán violencia: amigos contra amigos, jóvenes contra ancianos, marginados contra poderosos.
6 Si de la familia de su padre alguien toma a su hermano y le dice: «Tú, que estás bien vestido, serás nuestro príncipe. Hazte cargo de este montón de ruinas», 7 aquél jurará ese día, y dirá: «No puedo aceptar ese cargo, pues en mi casa no tenemos qué comer ni qué vestir. No me hagan príncipe del pueblo.» 8 Jerusalén está en ruinas; Judá ha caído, porque con sus palabras y sus hechos han provocado al Señor; a sus ojos han ofendido su majestad.
9 La apariencia de su rostro los acusa; son como Sodoma, pues no disimulan su pecado sino que lo pregonan. ¡Ay de su alma, pues ellos mismos se perjudican! 10 Díganle al hombre justo que le irá bien, y que comerá del fruto de sus obras. 11 ¡Pero ay del malvado! Mal le irá, y conforme a sus obras se le pagará. 12 ¡Ay, pueblo mío! ¡Oprimido por los imberbes, gobernado por las mujeres! ¡Tus líderes te engañan y te hacen perder el rumbo!
13 El Señor se dispone a litigar. Ya ocupa su puesto para juzgar a los pueblos. 14 El Señor abrirá juicio contra ustedes, ancianos y príncipes de su pueblo, porque han devorado la viña y tienen en sus casas lo que les arrebataron a los pobres.
15 «¿Qué se creen ustedes, los que aplastan a mi pueblo y muelen a golpes el rostro de los pobres?»
—Palabra de Dios, el Señor de los ejércitos.
16 El Señor dice:
«Por la soberbia de las hijas de Sión; por andar con el cuello erguido y con miradas provocativas; por su paso insinuante, con ritmo de danza; 17 por todo eso yo, el Señor, les raparé la cabeza a las hijas de Sión; ¡yo, el Señor, las dejaré trasquiladas!
18 »Ese día yo, el Señor, les quitaré los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas, 19 los collares, los pendientes, las pulseras, 20 las cofias, los atavíos en los tobillos, las peinetas, los frasquitos de perfume, los zarcillos, 21 los anillos, las argollas, 22 las ropas de gala, los mantos, los velos, las bolsas, 23 los espejos, el fino lino, las gasas y los tocados. 24 En lugar de finos aromas habrá pestilencia; cuerdas en lugar de cinturones, y cabezas rapadas en lugar de peinados ostentosos; en lugar de elegantes ropajes habrá harapiento cilicio, y marcas de hierro candente en lugar de hermosura. 25 Tus varones caerán a filo de espada, y tus valientes morirán en la guerra. 26 Luto y tristeza habrá en las puertas de la ciudad; y ésta, abandonada, se sentará en el suelo.

EL JUICIO DE DIOS SOBRE LOS LIDERES
Frente a tanto pecado de Judá, el juicio será total.
1.       La ruina por desobediencia (v.1-12)
El Señor va a dejar a Judá sin alimentos, sin ejército, sin lideres ni adivinos, y pondrá a jóvenes inexpertos a gobernar. Habrá violencia entre los propios judíos. Nadie asume el liderazgo de un pueblo en ruinas debido a que han provocado y ofendido al Señor. Judá es como Sodoma, es gobernado por mujeres y por líderes sin rumbo.
Preg.Aplic.: ¿Estoy pasando dificultades debido a mi rebeldía al Señor?, ¿soy consciente de mis pecados y estoy dispuesto al arrepentimiento y a ser restaurado por el Señor?, ¿está mi vida con rumbo?, ¿tengo claro el plan de Dios para mí o estoy desorientado?
2.       El juicio contra los líderes y las mujeres (v. 13-26)
El Señor hará juicio a los líderes de Judá por sus riquezas y explotación al pobre. Juzgará a las mujeres por su orgullo y altanería por sus adornos externos excesivos. Serán rapadas y apresadas con humillación. Habrá matanzas del ejército de Judá.
Preg.Aplic.: ¿Estoy basando la seguridad de mi vida en las riquezas?, ¿estoy logrando “éxito en la vida” con injusticias sobre los débiles?, ¿baso mi belleza sólo en lo externo: maquillaje, ropa, joyas, carros?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Isaias 2

Isaías 2
1 Visión de Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén:
2 En los últimos días el monte de la casa del Señor será confirmado como cabeza de los montes; será exaltado por encima de las alturas, y hacia él correrán todas las naciones. 3 Muchos pueblos vendrán y dirán:
«¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas. Porque la enseñanza saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor. 4 Él juzgará entre las naciones, y dictará sentencia a muchos pueblos. Y ellos convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces. Ninguna nación levantará la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra.»
5 Vengan ustedes, los de la casa de Jacob; caminemos a la luz del Señor. 6 Ciertamente tú has abandonado a tu pueblo, a la casa de Jacob, porque se ha llenado de costumbres de oriente; sus adivinos abundan como filisteos, y hacen tratos con gente extraña. 7 Su país está lleno de plata y de oro, y sus tesoros son ilimitados. Su país está lleno de caballos, y sus carros son incontables. 8 Su país está lleno de ídolos; ¡se arrodillan ante la obra de sus manos, ante lo que hicieron con sus dedos! 9 Todos se han inclinado; todos se han humillado. Por eso, ¡no los perdones!
10 ¡Métete en la peña! ¡Escóndete en el polvo de la temible presencia del Señor y de su esplendorosa majestad! 11 En aquel día serán doblegados los altivos y humillados los soberbios; ¡sólo el Señor será exaltado!
12 Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá contra todos los soberbios y altivos; contra todos los que se enaltecen, los cuales serán humillados; 13 contra todos los altos y erguidos cedros del Líbano; contra todas las encinas de Basán; 14 contra todos los altos montes; contra todas las elevadas alturas; 15 contra toda torre alta; contra todo muro fuerte; 16 contra todas las naves de Tarsis; contra todos los barcos preciados. 17 La altivez humana será abatida; la soberbia humana será humillada; en aquel día sólo el Señor será exaltado. 18 Los ídolos serán totalmente eliminados. 19 Cuando el Señor se disponga a castigar la tierra, la gente se meterá en las grietas de las peñas y en los hoyos de la tierra, para huir de la temible presencia del Señor y de su esplendorosa majestad.
20 En ese día la gente arrojará a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y de oro, que se fabricó para adorarlos. 21 Cuando el Señor se disponga a castigar la tierra, la gente se meterá en las hendiduras de las rocas y en las grietas de las peñas, para huir de su temible presencia y de su esplendorosa majestad. 22 Dejen ya de confiar en el hombre, que depende del aire que respira. ¿Qué tanto puede valer?

EL JUICIO FUTURO
Definitivamente, prontamente habrá un juicio de Dios contra su pueblo.
1.       El reinado futuro del Señor (v.1-5)
Cuando el Señor venga hará justicia a su pueblo y a las naciones. Pero también guiará a las naciones y esperarán su luz.
Preg. Aplic.: ¿Creo y confio en la justicia divina?, ¿confio en el poder y soberanía de Dios?
2.       Las razones del juicio de Dios contra Judá (v.6-9)
El juicio vendrá por las siguientes razones: se ha llenado de costumbres del oriente; los adivinos abundan; hacen tratos con pueblos extraños; tienen riqueza abundante tanto en metales como en caballos y en carros; están llenos de ídolos y se han rendido a ellos Y han dejado totalmente a Dios, su proveedor.
Preg.Aplic.: ¿Estoy manteniendo mi integridad o me estoy adoptando al mundo?, ¿estoy consultando a adivinos y no a Dios?, ¿estoy confiando más en las riquezas que en el Señor?, ¿he caído en idolatría dejando a Dios de lado?
3.       La llegada del juicio de Dios (v.10-22)
El Señor vendrá con poder y majestad, y hará juicio a: los altivos y soberbios serán humillados; los poderosos erguidos serán rendidos; los idólatras serán doblegados y sus ídolos eliminados. Se llama a dejar de confiar en el hombre.
Preg.Aplic.: ¿Hay en mi corazón altivez y soberbia?, ¿he dejado toda idolatría y confío totalmente en el Señor?, ¿estoy siguiendo al mundo u obedezco los mandamientos del Señor?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


lunes, 7 de noviembre de 2016

Isaias 1

Isaías 1
1 Visión que Isaías hijo de Amoz tuvo acerca de Judá y de Jerusalén en los días de los reyes Uzías, Yotán, Ajaz y Ezequías, los cuales reinaron en Judá.
2 Así dice el Señor: «Ustedes, los cielos, ¡oigan! Y tú, tierra, ¡escucha! He criado hijos, los he visto crecer, pero ellos han pecado contra mí. 3 El buey conoce a su dueño, y el asno conoce el pesebre de su amo, pero Israel no entiende; ¡mi pueblo no tiene entendimiento!»
4 ¡Ay, gente pecadora, pueblo bajo el peso de la maldad! ¡Ay, simiente de malvados, hijos corrompidos que han abandonado al Señor! Han provocado la ira del Santo de Israel; ¡le han dado la espalda!
5 ¿Por qué quieren ustedes ser castigados todavía? ¿Van a seguir siendo rebeldes? Tienen toda la cabeza enferma, y todo el corazón adolorido. 6 De la punta del pie hasta la cabeza no tienen nada sano. Todo son heridas, hinchazones y llagas abiertas, que nadie ha curado ni vendado ni limpiado con ungüento.
7 Ante ustedes su tierra es asolada, e incendiadas sus ciudades. Su país es devorado por gente extraña, ¡asolado como si lo asolaran extraños! 8 La hija de Sión se ha quedado solitaria. ¡Parece la enramada de una viña, la cabaña de un melonar! ¡Parece una ciudad desolada!
9 Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado un remanente, un poco más y seríamos como Sodoma, ¡semejantes a Gomorra!
10 Príncipes de Sodoma, ¡oigan la palabra del Señor! Pueblo de Gomorra, ¡escuchen la enseñanza de nuestro Dios! 11 El Señor dice:
«¿Para qué me sirven sus muchos sacrificios? Estoy harto de holocaustos de carneros y de la grasa de animales gordos; no me agrada la sangre de bueyes, ni de ovejas y machos cabríos.
12 »Cuando ustedes vienen a presentarse ante mí, ¿quién les pide que traigan esto, o que pisoteen mis atrios? 13 No me traigan más ofrendas inútiles. El incienso me repugna; no soporto la luna nueva ni el día de reposo, ni las reuniones que convocan; sus fiestas solemnes son inicuas. 14 Mi alma aborrece sus lunas nuevas y sus fiestas solemnes; ¡son para mí una carga insoportable! 15 Cuando ustedes tiendan las manos hacia mí, yo apartaré de ustedes mis ojos. Y cuando multipliquen sus oraciones, no las oiré, pues tienen ustedes las manos llenas de sangre.
16 ¡Lávense! ¡Límpiense! ¡Aparten de mi vista sus malas acciones! ¡Dejen de hacer lo malo 17 y aprendan a hacer lo bueno! ¡Busquen la justicia! ¡Reprendan a los opresores! ¡Hagan justicia a los huérfanos y defiendan los derechos de las viudas!»
18 El Señor dice:
«Vengan ahora, y pongamos las cosas en claro. Si sus pecados son como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana. 19 Si ustedes quieren y me hacen caso, comerán de lo mejor de la tierra; 20 pero si no quieren y son rebeldes, serán consumidos por la espada.»
Sí, la boca del Señor lo ha dicho.
21 ¡Ay, ciudad fiel! ¡Cómo te has prostituido! Antes residía en ti la justicia y el derecho, y ahora el asesinato. 22 Tu plata se convirtió en escoria; tu vino se mezcló con agua. 23 Tus príncipes son rebeldes y cómplices de ladrones; todos ellos aman el soborno y van tras las recompensas; no les hacen justicia a los huérfanos, ni les importa defender los derechos de las viudas.
24 Por lo tanto, así dice Dios, el Señor de los ejércitos, el Fuerte de Israel:
«Voy a vengarme de mis enemigos; voy a desquitarme de mis adversarios. 25 Luego volveré mi mano contra ti, y limpiaré tu escoria hasta dejarla pura, y te quitaré toda tu impureza. 26 Haré que tus jueces sean como eran al principio, y que tus consejeros sean como eran antes. Después de eso te llamarán “Ciudad de justicia”, “Ciudad fiel”.
27 »Sión será rescatada por medio de la justicia, y los que se vuelvan a mí, por medio del derecho. 28 Pero los rebeldes y pecadores serán aniquilados al mismo tiempo, y los que abandonan al Señor serán consumidos. 29 Entonces ustedes se avergonzarán de las encinas que tanto amaban, y lamentarán haber elegido esos huertos. 30 Serán ustedes como encinas que se quedan sin hojas, ¡como huertos carentes de agua! 31 Los fuertes será como estopa, y sus hechos serán la chispa que prenda fuego a unos y otros; y arderán, y no habrá quien apague el fuego.»

LA RESTAURACION DE ISRAEL
A pesar de la rebeldía de Judá, el Señor la restauración de Su pueblo.
1.       El pecado de Israel señalado por el Señor (v.1-9)
El Señor señala que su pueblo Judá ha pecado contra El, se han corrompido y lo han abandonado. Y por ello, están lleno de enfermedades y su tierra ha sido invadida y destruida.  Salvo un remanente que se ha mantenido.
Preg.Aplic.: ¿Estoy pasando hoy dificultades porque he pecado contra el Señor?, ¿hay rebeldía y falta de arrepentimiento en mi corazón?
2.       El Señor cuestiona la religiosidad de su pueblo (v.10-15; 21-23)
El Señor cuestiona los sacrificios que hace su pueblo llena de animales y religiosidad que el Señor rechaza porque tienen la mano llena de sangre por inocentes asesinados. Los líderes de Judá están corrompidos y no hacen justicia al huérfano ni a las viudas.
Preg.Aplic.: ¿Estoy lleno de religiosidad aparentando una vida de virtud que en realidad no tengo?, ¿busco impresionar a Dios con actos religiosos?, ¿estoy lleno de resentimiento contra otros?, ¿no ejerzo misericordia por los débiles ni por los necesitados?
3.       El Señor los reprende y los llama al arrepentimiento (v.16-20)
El Señor llama a Judá a arrepentirse: que deje de hacer lo malo y que aprendan lo bueno y hagan justicia a los huérfanos y a las viudas. El Señor promete limpieza de los pecados y restauración de Judá. Lo contrario es sufrir el juicio de Dios.
Preg.Aplic.: ¿Estoy reconociendo mis pecados y me arrepiento de verdad de todas mis faltas?, ¿tengo la disponibilidad de que mi conducta muestre mi fe en Dios?, ¿creo en el perdón, limpieza y restauración del Señor?
4.       El Señor muestra la restauración de Judá (v.24-31)
El Señor muestra sus juicios contras las naciones enemigas de Judá. También realizará un juicio de restauración de su pueblo:  lo salvará, levantará jueces y consejeros probos, y Judá será llamada ciudad fiel y de justicia. Los rebeldes de su pueblo serán destruidos.
Preg.Aplic.: ¿Confío en la justicia de Dios?, ¿tengo confianza de la restauración del Señor?, ¿vivo y dependo de un Dios transformador?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC