martes, 31 de diciembre de 2013

2 Crónicas 9

2 Crónicas 9
1 Cuando la reina de Sabá supo de la fama de Salomón, llegó a Jerusalén para ponerlo a prueba y hacerle preguntas difíciles. Llegó con un séquito muy grande. Traía camellos cargados de especias aromáticas, oro en abundancia, y piedras preciosas. Cuando se presentó ante Salomón, le habló con el corazón en la mano, 2 y Salomón dio respuesta a todas sus preguntas. No hubo nada que Salomón no le respondiera.
3 Y al ver la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, el palacio que había construido, 4 las viandas de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, y el estado y vestidos de sus criados y maestresalas, y la escalinata por la que subía al templo del Señor, se quedó asombrada. 5 Entonces le dijo:
«Todo lo que llegué a saber en mi país acerca de tus hechos y de tu sabiduría, es verdad. 6 Yo no podía creer lo que me contaban, hasta que vine y lo vi con mis propios ojos. Y lo cierto es que ni siquiera me habían dicho la mitad de tu gran sabiduría. ¡Tu fama excede a todo lo que yo había oído!
7 ¡Qué dichosos son tus hombres, y tus siervos que están siempre en tu presencia y oyen tu sabiduría!
8 ¡Bendito sea el Señor tu Dios, que se ha agradado de ti y te ha puesto en el trono, como rey del Señor tu Dios! ¡Tanto ama tu Dios a Israel, que lo ha afirmarlo para siempre, y por eso te ha puesto como rey de ellos, para que impartas justicia y actúes con rectitud!»
9 Dicho esto, le dio al rey tres mil novecientos sesenta kilos de oro y gran cantidad de especias aromáticas, y piedras preciosas. Nunca más hubo especias aromáticas como las que la reina de Sabá le obsequió al rey Salomón.
10 Por su parte, los siervos de Jirán y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas. 11 Con la madera de sándalo el rey hizo escalinatas para el templo del Señor y para los palacios reales, y también arpas y salterios para los cantores. Nunca antes se había visto en la tierra de Judá madera semejante.
12 El rey Salomón le dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso y le pidió, que fue más de lo que ella le había traído. Después de eso, ella volvió a su país acompañada de sus siervos.
13 El peso del oro que Salomón recibía cada año llegaba a veintidós mil kilos, 14 sin contar lo que le entregaban los mercaderes y negociantes. También todos los reyes de Arabia y los gobernadores del país entregaban oro y plata a Salomón. 15 Con ello el rey Salomón hizo doscientos escudos de oro batido, cada uno de los cuales pesaba seis kilos, 16 y trescientos escudos más pequeños, de oro batido, cada uno de los cuales pesaba tres kilos. Estos escudos los puso el rey en el palacio del bosque del Líbano.
17 El rey hizo también un trono de marfil de gran tamaño, y lo recubrió de oro puro. 18 El trono tenía seis escalones, con un estrado de oro fijado al trono, brazos a uno y otro lado del asiento, y dos leones junto a los brazos; 19 además, a uno y otro lado de los seis escalones había doce leones. Jamás en reino alguno fue hecho un trono semejante.
20 Toda la vajilla del rey Salomón, y toda la vajilla del palacio del bosque del Líbano, eran de oro puro. Y es que en los días de Salomón la plata no era muy apreciada, 21 porque la flota del rey navegaba a Tarsis con los siervos de Jirán, y cada tres años las naves volvían de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
22 La riqueza y la sabiduría del rey Salomón excedía a la de todos los reyes de la tierra. 23 No había rey que no procurara entrevistarse con Salomón para escuchar la sabiduría que Dios le había dado, 24 y todos los años llegaban con regalos, alhajas de plata y de oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos.
25 Salomón tenía también cuatro mil caballerizas para sus caballos y carros de guerra, y doce mil jinetes, los cuales estaban en las ciudades de los carros, y en Jerusalén, con el rey, 26 que ejercía su dominio sobre todos los reyes, desde el Éufrates hasta el país de los filisteos, y hasta la frontera de Egipto. 27 Salomón acumuló plata en Jerusalén como si acumulara piedras, y la madera de cedro abundaba como los cabrahigos de la llanura. 28 Además, de Egipto y de otros países le traían también caballos.
29 Los demás hechos de Salomón, primeros y últimos, están todos escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de Ajías el silonita, y en la profecía del vidente Iddo contra Jeroboán hijo de Nabat. 30 Durante cuarenta años Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel. 31 Cuando finalmente descansó entre sus antepasados, lo sepultaron en la ciudad de David, su padre, y en su lugar reinó Roboán, su hijo.

LA GRANDEZA DE SALOMON
Dios proveyó a Salomón de una sabiduría sinigual y le regaló tantas riquezas como ningún rey de su tiempo. La visita de la reina de Sabá atestigua su grandeza.
Ella va donde Salomón con regalos y con muchas preguntas y con el corazón en la mano (estaba muy angustiada) y Salomón le respondió con todo. Impactada la reina eleva un halago y adora a Dios.
·        ¡Tu fama excede a todo lo que yo había oído!
·        ¡Qué dichosos son tus hombres, y tus siervos que están siempre en tu presencia y oyen tu sabiduría!
·        ¡Bendito sea el Señor tu Dios, que se ha agradado de ti y te ha puesto en el trono, como rey del Señor tu Dios!
P.A.: ¿Mi vida está siendo de impacto a los demás?, ¿está el Señor dándome sabiduría?, ¿está el Señor prosperándome en toda área?

Oremos,


Pedro

lunes, 30 de diciembre de 2013

2 Crónicas 8

2 Crónicas 8
1 Salomón dedicó veinte años a construir el templo del Señor y su propio palacio, 2 después de lo cual reedificó las ciudades que Jirán le había dado y estableció en ellas a los israelitas.
3 Además, Salomón se dirigió a Jamat de Soba y la conquistó, 4 y edificó en Jamat todas las ciudades de aprovisionamiento; en el desierto edificó a Tadmor, 5 y reedificó las ciudades fortificadas de Bet Jorón la de arriba y Bet Jorón la de abajo, con sus murallas, puertas y cerrojos, 6 y Baalat y todas las ciudades de aprovisionamiento que allí tenía, y también todas las ciudades donde guardaba los carros de guerra y su gente de a caballo, más todo lo que quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en todos sus dominios.
7 A todos los sobrevivientes hititas, amorreos, ferezeos, jivitas y jebuseos, es decir, a todos los que no eran israelitas 8 y que se habían quedado en la tierra de sus antepasados porque los israelitas no pudieron aniquilarlos, Salomón los hizo sus tributarios, y hasta el día de hoy lo son.
9 Pero a los israelitas no los hizo trabajar en sus obras porque eran hombres de guerra, oficiales, capitanes, comandantes de sus carros de guerra, y gente de caballería.
10 Para controlar a esa gente, Salomón contaba con la ayuda de doscientos cincuenta gobernadores principales.
11 A la hija del faraón, Salomón la llevó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella, pues dijo: «Mi mujer no va a vivir en el palacio de David, el rey de Israel. Las habitaciones donde el arca del Señor ha estado son sagradas.»
12 Salomón ofreció holocaustos al Señor sobre el altar del Señor que había edificado frente al pórtico, 13 para ofrecer allí las ofrendas correspondientes a cada día, conforme al mandamiento de Moisés: en los días de reposo, en las lunas nuevas y en las tres fiestas solemnes de cada año, es decir, en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos.
14 Salomón estableció los turnos de los sacerdotes en sus oficios, de los levitas en sus cargos, y de los porteros en la puerta que les correspondía, cada uno en su turno diario, para que alabaran y ministraran delante de los sacerdotes, conforme a lo ordenado por David, ese hombre de Dios que era su padre, porque así él había mandado que se hiciera.
15 Las órdenes del rey en cuanto a los sacerdotes y los levitas, y los tesoros y todo otro asunto, se cumplieron al pie de la letra, 16 pues todos los trabajos de Salomón estaban preparados desde que se pusieron los cimientos del templo del Señor hasta que el templo quedó totalmente construido.
17 Después Salomón fue a Ezión Guéber y a Elat, es decir, a la costa del mar en territorio de Edom, 18 pues por medio de sus siervos Jirán le había enviado naves y marineros expertos en alta mar. Éstos fueron a Ofir con los siervos de Salomón, y de allí tomaron unos quince mil kilos de oro, mismos que le entregaron al rey Salomón.

OBRAS REALIZADAS POR SALOMON
En este capítulo se hace un listado de todo lo avanzado por Salomón.
1.      Terminó el templo y su casa en 20 años (v.1-2)
2.      Edificó ciudades (v.3-8)
3.      Organizó a su gente con 250 gobernadores (v.9-10)
4.      Construyó una casa a su esposa (v. 11)
5.      Ofreció los holocaustos de acuerdo a lo ordenado por Moisés (v.12-13)
6.      Organizó adecuadamente el servicio en el templo (v.14-16)
7.      Ganó oro para el reino (v.17-18)
P.A.: ¿Estoy cumpliendo mis responsabilidades en el tiempo adecuado?, ¿tomo decisiones oportunamente?, ¿estoy organizando mi vida con diligencia?

Oremos,


Pedro

sábado, 28 de diciembre de 2013

2 Crónicas 7

2 Crónicas 7
1 Cuando Salomón terminó de orar, de los cielos descendió fuego y consumió el holocausto y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo. 2 Los sacerdotes no podían entrar en el templo del Señor, porque su gloria había llenado el templo. 3 Y cuando todos los israelitas vieron descender sobre el templo el fuego y la gloria del Señor, se postraron rostro a tierra en el suelo, y adoraron y alabaron al Señor. Decían:
«¡Ciertamente, el Señor es bueno, y su misericordia es eterna!»
4 El rey Salomón y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante del Señor. 5 El rey ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas, y así el rey y todo el pueblo dedicaron el templo de Dios.
6 Los sacerdotes y los levitas desempeñaban su ministerio con los instrumentos musicales que el rey David había hecho para alabar al Señor, y que tocaba cuando alababa con ellos al Señor, porque su misericordia es eterna. También los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, mientras todo Israel estaba de pie.
7 Salomón consagró también la parte central del atrio que estaba delante del templo del Señor, porque allí había ofrecido los holocaustos y la grasa de las ofrendas de paz, pues en el altar de bronce que Salomón había hecho no cabían los holocaustos, ni las ofrendas ni las grasas.
8 Durante siete días Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel. La congregación era tan grande que iba desde la entrada de Jamat hasta el arroyo de Egipto. 9 Al octavo día celebraron una asamblea solemne, pues durante siete días habían celebrado la dedicación del altar, y durante siete días más habían celebrado la fiesta solemne. 10 El día veintitrés del mes séptimo Salomón envió al pueblo a sus hogares. Iban con el corazón alegre y gozoso por los beneficios que el Señor había hecho a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.
11 Salomón terminó de construir el templo del Señor y el palacio real, y todo lo que se propuso hacer en el templo del Señor y en su propia casa resultó un éxito.
12 Entonces, una noche el Señor se le apareció a Salomón y le dijo:
«He escuchado tu oración, y he elegido este templo como el lugar en que se ofrecerán sacrificios. 13 Si yo llego a cerrar los cielos para que no haya lluvia, y si mando a la langosta a consumir la tierra, o si envío peste contra mi pueblo, 14 si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
15 »Mis ojos van a estar abiertos, y mis oídos van a estar atentos a la oración que se haga en este lugar. 16 Yo he elegido y santificado esta casa, para que en ella esté mi nombre siempre. Mis ojos y mi corazón estarán aquí siempre.
17 Y si tú te conduces delante de mí como se condujo David, tu padre, y si haces todo lo que yo te he mandado hacer, y cumples con mis estatutos y mis decretos, 18 yo afirmaré el trono de tu reino, como lo acordé con David, tu padre, cuando le dije: “Nunca te faltará un descendiente tuyo que gobierne en Israel.”
19 »Pero si ustedes se apartan de los estatutos y mandamientos que les he propuesto, y los abandonan por ir y adorar a dioses ajenos, 20 yo los arrancaré de la tierra que les he entregado; y este templo, que he consagrado a la honra de mi nombre, lo arrojaré de mi presencia y haré de él la burla y el escarnio de todos los pueblos.
21 Esta casa, ahora tan excelsa, horrorizará a todo el que pase por ella. Y se dirá: “¿Por qué ha tratado así el Señor a esta tierra y a este templo?” 22 Y se responderá: “Porque dejaron al Señor, al Dios de sus padres, que los sacó de Egipto, y se han entregado a dioses ajenos, para adorarlos y servirles. ¡Por eso el Señor les ha traído todo este mal.”»

LA RESPUESTA DE DIOS
Dios es fiel a sus promesas y siempre responde al clamor de su pueblo.
1.     La consagración (v.1-11)
EL Señor se manifiesta en el templo llenándola de su gloria. Ante tal majestad todos se postran y adoran. Salomón e Israel presentaron grandes sacrificios para consagrar el templo. Fue un tiempo de fiesta solemne de 7 días. El Señor prosperó lo que Salomón hizo.
P.A.: ¿Estoy lleno del Espíritu Santo?, ¿estoy dejando que el Señor mi vida?, ¿estoy renunciando y consagrando mi vida para que El obre en mi?, ¿el Señor está prosperando mi vida?
2.     La promesa de Dios (v.12-18)
Dios promete responder a la oración y arrepentimiento de su pueblo. Si Salomón es fiel como lo fue, Dios afirmará su trono para siempre.
P.A.: ¿Estoy teniendo una vida de comunión y dependencia de Dios?, ¿creo en las promesas de Dios?, ¿estoy siendo obediente a Dios en todo?
3.     Las demandas de Dios (v.19-22)
Si Israel cae en idolatría el Señor señala como juicio que los va a arrancar (expatriar) de la tierra y el templo será destruido. Les va a traer calamidad por su desobediencia.
P.A.: ¿Estoy cayendo en idolatría al poner a alguien o a algo antes que a Dios?, ¿estoy sufriendo calamidades productos de mis pecados y desobediencia a Dios?, ¿por qué no decido volver al Señor hoy?

Oremos,


Pedro

jueves, 26 de diciembre de 2013

2 Crónicas 6

2 Crónicas 6
1 Entonces Salomón dijo:
«Señor, tú has dicho que habitas en la oscuridad de una nube. 2 Pero yo te he edificado un templo, una mansión donde habites para siempre.»
3 Luego se volvió hacia toda la congregación de Israel, que estaba allí de pie, y la bendijo. 4 Y añadió:
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que con su mano ha cumplido la promesa que le hizo a David mi padre, cuando dijo: 5 “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo, no he elegido ninguna ciudad en ninguna de las tribus de Israel para edificarme una casa donde establecer mi nombre, ni tampoco he escogido a nadie como príncipe de mi pueblo Israel.
6 Pero he elegido a Jerusalén para que mi nombre esté en ella, y he elegido a David para que gobierne a mi pueblo Israel.”
7 Por eso David, mi padre, tuvo la intención de edificar una casa para honrar el nombre del Señor y Dios de Israel. 8 Pero el Señor le dijo a David mi padre:
“En cuanto a tu intención de edificar una casa para honrar mi nombre, me parece bien que lo hayas puesto en tu corazón. 9 Pero no serás tú quien me edifique casa, sino el hijo que te va a nacer. Él será quien edifique el templo para honrar mi nombre.”
10 Y el Señor ha cumplido su palabra, pues sucedí a David, mi padre, y ahora ocupo el trono de Israel, tal y como el Señor lo había dicho, y he edificado una casa para honrar el nombre del Señor, el Dios de Israel. 11 Ya he puesto en ella el arca, en donde está el pacto que el Señor celebró con los hijos de Israel.»
12 Enseguida, ante toda la congregación de Israel, Salomón se puso delante del altar del Señor y extendió los brazos.
13 Como Salomón había hecho un estrado de bronce que medía cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto, y lo había puesto en medio del atrio, se subió a éste, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y con los brazos extendidos al cielo dijo:
14 «Señor, Dios de Israel, no hay en el cielo ni en la tierra un Dios que se compare a ti, que cumples el pacto y eres misericordioso con tus siervos que de todo corazón caminan delante de ti.
15 Tú has cumplido tu promesa a tu siervo David, mi padre; con tus labios lo dijiste, y con tu mano lo has cumplido, como hoy se puede ver.
16 Ahora, Señor y Dios de Israel, cumple tu promesa a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: “No faltará delante de mí un varón, hijo tuyo, que se siente en el trono de Israel, siempre y cuando tus hijos vigilen sus pasos y sigan mi ley, como lo has hecho tú delante de mí.”
17 »Ahora, Señor y Dios de Israel, que se cumpla la promesa que le hiciste a tu siervo David.
18 Pero ¿acaso es verdad que tú, mi Dios, puedes vivir en la tierra con el hombre? Si ni siquiera los cielos, ni los cielos de los cielos, te pueden contener, ¡mucho menos podría contenerte esta casa que he edificado!
19 Pero, Señor Dios mío, dígnate atender a la oración y a los ruegos de tu siervo, y escucha el clamor y la oración que este siervo tuyo eleva a ti.
20 Mantén abiertos tus ojos, de día y de noche, sobre esta casa, sobre el lugar del cual has dicho: “Mi nombre estará allí”, y atiende a la oración que tu siervo eleva en este lugar.
21 Atiende también al ruego de este siervo tuyo, y de tu pueblo Israel; óyelo desde los cielos, desde el lugar donde vives, y cuando en este lugar se haga oración, ¡escúchanos, y perdónanos!
22 »Cuando alguien peque contra su prójimo, y se le exija hacer un juramento, y venga a jurar aquí, ante tu altar, 23 dígnate escuchar desde los cielos, y actúa y juzga a tus siervos; dale al impío su merecido y haz que sus acciones recaigan sobre su cabeza, y hazle justicia al justo y decláralo inocente.
24 »Cuando tu pueblo Israel sea derrotado ante sus enemigos por haber pecado contra ti, si se vuelve a ti y confiesa tu nombre, y en esta casa eleva a ti sus ruegos, 25 dígnate escucharlo desde los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que les diste a ellos y a sus padres.
26 »Si los cielos se cierran y, por haber pecado contra ti, deja de llover, si dirigen sus oraciones hacia este lugar y confiesan tu nombre, y cuando tú los aflijas se arrepienten de sus pecados, 27 escúchalos en los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; enséñales el buen camino para que lo sigan, y haz llover sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo en propiedad.
28 »Cuando haya hambre en la tierra, o peste, tizoncillo, hongo, langosta o pulgón, o cualquiera otra plaga o enfermedad; o cuando sus enemigos los asedien en la tierra en donde vivan; 29 que toda oración y todo ruego que haga cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, que de corazón reconozca su llaga y su dolor, si tiende las manos hacia esta casa, 30 dígnate escuchar desde los cielos, desde el lugar donde resides, y perdónalos. Examina su corazón y dale a cada uno lo que merecen sus acciones, pues sólo tú conoces el corazón humano. 31 Así ellos te temerán y andarán en tus caminos todos los días de su vida en la tierra que les diste a nuestros padres.
32 »A los extranjeros, a los que no sean de tu pueblo Israel, pero que hayan venido de tierras lejanas por causa de tu gran renombre, y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, si llegan a esta casa y oran, 33 dígnate escucharlos desde los cielos, desde el lugar donde vives, y trátalos conforme a las peticiones que te hagan, para que todos los pueblos de la tierra reconozcan tu nombre y te teman, así como lo hace tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
34 »Cuando tu pueblo salga a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les señales, si oran a ti mirando hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia el templo que he edificado para honrar tu nombre, 35 dígnate escuchar desde los cielos su oración y su ruego, y defiende su causa.
36 »Cuando pequen contra ti (pues no hay nadie que no peque), si te enojas contra ellos y los entregas en manos de sus enemigos, y sus captores los llevan cautivos a un país enemigo, sea lejos o cerca, 37 si en la tierra a la que fueron llevados cautivos ellos recapacitan y se vuelven a ti, y si en el país de su cautividad oran a ti y dicen: “Hemos pecado; hemos actuado de manera inicua e impía”; 38 si allí en el país adonde los llevaron cautivos se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma, y oran hacia la tierra que les diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia el templo que he edificado a tu nombre, 39 dígnate escuchar desde los cielos, desde el lugar donde vives, su oración y su ruego; defiende su causa y perdona a tu pueblo cuando peque contra ti.
40 »Dios mío, yo te ruego ahora que mantengas abiertos tus ojos, y atentos tus oídos, a la oración en este lugar. 41 ¡Levántate ahora, Señor y Dios, y ven a reposar aquí, tú y el arca de tu poder! ¡Oh, Señor y Dios, que tus sacerdotes se revistan de tu salvación! ¡Que tus santos se regocijen en tu bondad! 42 Señor y Dios, ¡no rechaces a tu ungido! ¡Acuérdate de tu gran misericordia para con David, tu siervo!»

ORACION DE CONSAGRACION DEL TEMPLO
Salomón al consagrar el templo eleva una hermosa oración a Dios!!!
1.     Dios ha cumplido Su Palabra(v.1-11)
Su padre el rey David quería construir el templo, pero el Señor le dijo que lo haría su hijo Salomón. Y hoy al inaugurarse el templo, el Señor ha cumplido Su Palabra al permitir que Salomón lo haga.
P.A.: ¿Estoy viviendo en las promesas de Dios?, ¿estoy haciendo la voluntad de Dios?, ¿Dios es fiel en mi vida?, ¿le creo a Dios?
2.     Escucha la oración de tu pueblo (v.12-41)
Salomón se humilla y clama a Dios para que escuche a su pueblo cuando le implore a El:  para cuando haya pestes/enfermedades, cuando hayan pecado y estén arrepentidos y Dios los perdones, cuando hayan sido vencidos por sus enemigos, etc. En síntesis, le pide que siempre escuche a Su pueblo y les responda a sus súplicas.
P.A.: ¿Estoy orando con fe para que Dios intervenga en mi vida?, ¿estoy reconociendo mis debilidades ante el Señor?, ¿está el Señor escuchando mis oraciones?

Oremos,


Pedro

miércoles, 25 de diciembre de 2013

2 Crónicas 5

2 Crónicas 5
1 Cuando se terminó toda la obra que Salomón realizó para el templo del Señor, Salomón puso allí todo lo que David, su padre, había dedicado. La plata, el oro, y todos los utensilios, los puso en los tesoros del templo de Dios.
2 Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos los príncipes de las tribus y a los jefes de las familias israelitas, para que trasladaran el arca del pacto del Señor desde la ciudad de David, que es Sión.
3 Con el rey se reunieron todos los varones de Israel, para celebrar la fiesta solemne del mes séptimo.
4 Todos los ancianos de Israel hicieron acto de presencia, y los levitas tomaron el arca 5 y la llevaron, junto con el tabernáculo de reunión y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo. Los sacerdotes y los levitas los llevaron.
6 Luego el rey Salomón y toda la congregación israelita allí reunida delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes. ¡Eran tantos que no se pudieron contar!
7 Los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor a su lugar, en el santuario del templo, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines. 8 Los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y de esa manera cubrían por encima tanto el arca como sus barras. 9 Éstas sobresalían del arca, de modo que sus cabezas podían verse delante del lugar santísimo, aunque no se veían desde fuera. Hasta el día de hoy, allí están.
10 En el arca sólo estaban las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales el Señor hizo un pacto con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.
11 Los sacerdotes salieron del santuario. Todos los sacerdotes que allí se encontraban habían sido santificados, y no mantenían sus turnos.
12 Todos los levitas cantores, los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, junto con sus hijos y sus parientes, estaban al oriente del altar, vestidos de lino fino y con címbalos y salterios y arpas. Con ellos estaban ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.
13 Cuando las trompetas sonaban, todos cantaban al unísono y alababan y daban gracias al Señor. A medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos musicales, alababan al Señor y decían:
«Ciertamente, él es bueno, y su misericordia es eterna».
Entonces el templo, la casa del Señor, se llenó con una nube, 14 y por causa de la nube los sacerdotes no podían estar allí para ministrar, porque la gloria del Señor había llenado el templo de Dios.

EL TRASLADO DEL ARCA AL TEMPLO
Esta parte es uno de los momentos más solemnes: el traslado del arca.
1.     El traslado (v.1-6)
Salomón convocó a los líderes y sacerdotes de Israel. El arca fue llevada por los sacerdotes y levitas. Luego de ubicada Salomón y la congregación presentaron innumerables sacrificios a Dios.
P.A.: ¿Estoy respetando y cumpliendo las ordenanzas de Dios?, ¿estoy entregando mi vida en sacrifico a Dios?
2.     Puesta en el lugar santísimo (v.7-14)
El arca que contenía las tablas de la ley de Moisés fue puesta en el lugar santísimo en medio de los querubines que cubrían el arca.  120 sacerdotes tocaron las trompetas y todos alababan a Dios y lo reconocía porque El es bueno y la gloria de Dios llenó el templo.
P.A.: ¿Estoy siendo agradecido con Dios y lo alabo por su bondad y misericordia?, ¿está el Señor llenando mi vida con Su Espirirtu?
Oremos,

Pedro


lunes, 23 de diciembre de 2013

2 Crónicas 4

2 Crónicas 4
1 Jirán hizo además un altar de bronce de nueve metros de largo por nueve metros de ancho, y cuatro y medio metros de alto. 2 Hizo también un mar de fundición totalmente redondo, que de un borde al otro medía cuatro y medio metros, por dos metros y veinticinco centímetros de altura, ceñido por un cordón de trece y medio metros de largo. 3 Debajo del mar había dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar. Estas figuras de calabazas circundaban el mar, y cada medio metro había diez de ellas. 4 El mar estaba asentado sobre doce bueyes, con las ancas hacia adentro. Tres de ellos miraban al norte, tres al sur, tres al oriente y tres al occidente, y sobre ellos descansaba el mar. 5 Tenía un grosor de siete centímetros, y el borde tenía la forma del borde de un cáliz, o de un lirio. Su capacidad era de sesenta mil litros.
6 Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto. El mar era para que los sacerdotes se lavaran en él.
7 Jirán hizo también diez candeleros de oro según su forma, y los puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
8 Además, hizo diez mesas y las puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda; igualmente, hizo cien tazones de oro.
9 También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del atrio, y sus puertas las recubrió de bronce.
10 El mar lo colocó al lado derecho, hacia el sureste del templo.
11 Jirán hizo también calderos, palas y tazones, y así concluyó la obra para el templo de Dios, que hizo para el rey Salomón: 12 las dos columnas, los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos columnas, dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas, 13 cuatrocientas granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para que cubrieran las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las columnas, 14 las basas sobre las que colocó las fuentes, 15 un mar, los doce bueyes debajo del mar, 16 los calderos, las palas y los garfios. Jirán Abí hizo de bronce muy fino, para el rey Salomón, todos los enseres para el templo del Señor.
17 El rey los fundió en la tierra arcillosa de los llanos del Jordán, entre Sucot y Seredata. 18 Todos estos enseres los hizo Salomón en número tan grande, que nunca pudo saberse el peso del bronce.
19 Así fue como Salomón hizo todos los utensilios para el templo de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición, 20 así como los candeleros y sus lámparas de oro puro, para que las encendieran delante del lugar santísimo, conforme a la ordenanza.
21 Las flores, lamparillas y tenazas se hicieron de oro finísimo. 22 Las despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios también eran de oro puro, lo mismo que la entrada del templo, sus puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas del templo.

EL ARTE DEL TEMPLO
Jirán fue el artista que hizo maravillas con el metal bronce y oro para hacer un templo espléndido. Esta obra destacó principalmente por los detalles: el mar de fundición, 10 fuentes para el holocausto, 10 candeleros, 10 mesas, el atrio de los sacerdotes y los innumerables utensilios.
PA.: ¿Busco glorificar a Dios en los detalles?, ¿tengo la cultura de hacer las cosas bien en el mejor tiempo?

Oremos,

Pedro

martes, 17 de diciembre de 2013

2 Crónicas 3

2 Crónicas 3
1 Salomón comenzó a edificar el templo del Señor en el monte Moriah, en Jerusalén, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán el jebuseo, y que le había sido mostrado.
2 Comenzó la construcción a los dos días del mes segundo del cuarto año de su reinado.
3 Los cimientos que Salomón puso al templo de Dios medían sesenta codos de largo y veinte codos de ancho. 4 El pórtico que estaba al frente del edificio medía veinte codos de largo, lo mismo que el ancho del templo, y ciento veinte codos de altura. Lo recubrió por dentro de oro puro, 5 y el cuerpo mayor del edificio lo techó con madera de ciprés, la cual recubrió de oro fino, con molduras de palmeras y cadenas. 6 También recubrió el templo de piedras preciosas para adornarlo. El oro era de Parvaim. 7 De modo que recubrió de oro el templo y sus vigas, umbrales, paredes y puertas, y en las paredes esculpió querubines.
8 Salomón hizo además el lugar santísimo, y medía veinte codos de largo y veinte codos de ancho, como el ancho del frente del templo, y lo recubrió con cerca de veinte mil kilos de oro fino. 9 También recubrió de oro los aposentos. Los clavos eran de oro y cada uno pesaba más de quinientos gramos.
10 En el interior del lugar santísimo puso dos querubines de madera, los cuales fueron recubiertos de oro. 11 Las alas de los querubines medían veinte codos de largo, pues cada ala medía cinco codos y llegaba hasta la pared del templo, y la otra ala de cinco codos tocaba el ala del otro querubín. 12 De igual manera, un ala del otro querubín era de cinco codos y llegaba hasta la pared del templo, y la otra era también de cinco codos y tocaba un ala del otro querubín. 13 Las alas extendidas de estos querubines medían veinte codos, y estaban de pie y con los rostros en dirección al templo.
14 Salomón hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, y mandó bordar querubines en él.
15 En el frente del templo hizo dos columnas, cada una de las cuales medía treinta y cinco codos de altura. Cada capitel medía cinco codos. 16 Además, hizo cadenas para el santuario, y las puso sobre los capiteles de las columnas. Hizo también cien granadas, y las puso en las cadenas. 17 Las columnas las colocó delante del templo, una a la derecha y la otra a la izquierda. A la que estaba a la derecha la llamó Jaquín, y a la que estaba a la izquierda la llamó Boaz.

UN TEMPLO PRECIOSO
Una de las características del templo es que era precioso. Fue hecho casi a la perfección y al detalle: un impactante pórtico de 54 mts., el lugar santísimo medía 9m2 y que fue enchapado con 1Tn. de oro, querubines con alas de 2.25 mts. c/ala. y columnas frontales de 15.75mts. que equivalen a un edificio de más de 5 pisos.

P.A.: Si mi vida está consagrada a Dios; ¿todo lo que hago lo hago para la gloria de Dios?, ¿está mi trabajo respondiendo a la preciosidad de mi Dios o estoy haciendo las cosas a medias sin una verdadera adoración al Dios verdadero?

Oremos,


Pedro

lunes, 16 de diciembre de 2013

2 Crónicas 2

2 Crónicas 2
1 Salomón se dispuso a edificar un templo para honrar el nombre del Señor, y un palacio para su reino. 2 Para ello designó a setenta mil peones y ochenta mil taladores, y tres mil seiscientos capataces.
3 Luego mando el siguiente mensaje al rey Jirán de Tiro:
«Trátame como trataste a David, mi padre, cuando le enviaste cedros para que construyera su palacio. 4 Como verás, tengo que edificar un templo para honrar el nombre del Señor mi Dios. Estará consagrado al Señor, y delante de él se quemará incienso aromático y se colocarán continuamente los panes de la proposición, y se ofrecerán holocaustos a mañana y tarde en los días de reposo, en las nuevas lunas, y en las festividades en honor del Señor nuestro Dios. Esto debe hacerse siempre en Israel.
5 La casa que debo edificar tiene que ser grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses.
6 Pero ¿quién puede edificarle un templo si los cielos, y los cielos de los cielos, no pueden contenerlo? ¿Y quién soy yo para edificarle un templo, a no ser para sólo quemar incienso delante de él?
7 Yo te ruego que me envíes un hombre hábil, que sepa trabajar en oro, plata, bronce, hierro, púrpura, grana y azul, y que en unión con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre había ya dispuesto, sepa hacer grabados.
8 Envíame también del Líbano madera de cedro, de ciprés y de sándalo. Yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano, y mis siervos pueden ayudarlos 9 para que me preparen mucha madera, pues el templo que tengo que edificar debe ser grande y portentoso.
10 Toma en cuenta que a tus siervos que corten la madera les daré veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.»
11 El rey Jirán de Tiro respondió a Salomón por medio de la siguiente carta:
«El Señor ama a su pueblo, y por eso te ha puesto como su rey. 12 Tengo que decir: ¡Bendito sea el Señor y Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio y entendido, cuerdo y prudente, para que edifique un templo al Señor y un palacio para su reino.
13 »Yo te envío a Jirán Abí, que es un hombre hábil y entendido. 14 Es hijo de una danita, aunque su padre era de Tiro. Jirán Abí sabe trabajar en oro, plata, bronce y hierro, y en piedra y madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí. También sabe esculpir toda clase de figuras y sacar cualquier diseño que se le pida. Sabrá trabajar con tus expertos y con los de mi señor David, tu padre.
15 Ruego a mi señor enviar a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, que nos ha prometido.
16 Nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y en balsas te la llevaremos por el mar hasta Jope, y de allí tú la llevarás hasta Jerusalén.»
17 Salomón censó a todos los extranjeros que había en Israel, después del censo que había hecho David, su padre, y se encontró que eran ciento cincuenta y tres mil seiscientos hombres. 18 A setenta mil de ellos los apartó para llevar cargas; a ochenta mil los puso como canteros en la montaña, y a tres mil seiscientos los puso como capataces para hacer trabajar a la gente.

EL PEDIDO DE SALOMON A JIRAN REY DE TIRO
Qué sabiduría y buen tacto en las relaciones internacionales.
1.     Salomón pide ayuda a Jirán (v.1-10)
Salomón le abre su corazón a Jirán y le dice que quiere hacer un templo grande a Dios y le pide ayuda porque necesita un hombre sabio, escultor y artista. También le pide manera y él le ofrece a cambio alimentos.
P.A.: ¿Cuándo pido ayuda a alguien lo hago en buena forma?, ¿me creo con derecho que los demás me ayuden?, ¿estoy reconociendo que necesita ayuda específica?, ¿estoy tocando las puertas necesarias?
2.     Jirán responde a Salomón (v. 11-18)
El testimonio de Salomón es tan fuerte que el rey de Tiro alaba a Dios!!!...Y le envía a Jorán Abi un gran artista que será de ayuda. Le confirma la entrega de la madera y pide que cumpla con los alimentos.
P.A.: ¿Mi vida está siendo de testimonio ante los no cristianos?, ¿los no creyentes alaban a Dios por mi testimonio?, ¿estoy cumpliendo mis acuerdos?

Oremos,


Pedro

viernes, 13 de diciembre de 2013

2 Crónicas 1

2 Crónicas 1
1 Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y el Señor su Dios estaba con él y lo encumbró.
2 Salomón convocó a todo Israel y a los jefes de millares y de centenas, lo mismo que a los jueces y a todos los jefes de familia de Israel, 3 y él y toda la asamblea se dirigieron al lugar alto que había en Gabaón, pues allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios que Moisés, el siervo del Señor, había hecho en el desierto.
4 David había traído el arca de Dios de Quiriat Yearín al lugar que le había preparado en Jerusalén, donde él le había levantado una tienda
5 Delante del tabernáculo del Señor estaba el altar de bronce que había hecho Besalel hijo de Uri, hijo de Jur, y allí fueron Salomón y la asamblea para consultar al Señor.
6 Una vez allí, y en presencia del Señor, Salomón subió al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y sobre él ofreció mil holocaustos.
7 Esa misma noche Dios se le apareció a Salomón y le dijo:
«Pídeme lo que quieras que yo te dé.»
8 Y Salomón le dijo a Dios:
«Tú has tenido gran misericordia de David, mi padre, y a mí me has puesto en su lugar como rey. 9 Señor y Dios, confirma ahora la promesa que le hiciste a David, mi padre, pues tú me has puesto como rey de un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. 10 Por favor, dame sabiduría y conocimiento para presentarme delante de este pueblo. A decir verdad, ¿quién podrá gobernar a tu pueblo? ¡Es tan grande!»
11 Y Dios le dijo a Salomón:
«Por haber pensado así, y por no haber pedido riquezas, ni bienes ni gloria, ni la vida de los que no te quieren, ni una larga vida, sino que has pedido tener sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto como rey, 12 recibirás sabiduría y conocimiento, y además te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca antes tuvieron los reyes que te antecedieron, ni tendrán los reyes que te sucedan.»
13 Salomón se apartó entonces del tabernáculo de reunión, y desde el lugar alto que estaba en Gabaón volvió a Jerusalén para reinar sobre Israel.
14 Salomón acumuló carros de guerra y gente de a caballo, y llegó a tener mil cuatrocientos carros de guerra y doce mil jinetes, los cuales guardaba en las fortalezas construidas para tal efecto, y también con él en Jerusalén.
15 También acumuló en Jerusalén plata y oro, como quien amontona piedras, y el cedro abundaba como los cabrahigos de la llanura.
16 Los mercaderes del reino compraban al mayoreo para Salomón caballos y lienzos finos de Egipto.
17 Iban a Egipto y compraban un carro de guerra por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y todos los reyes hititas y sirios los compraban por medio de ellos.

SALOMON PIDE SABIDURIA
¿Te imaginas que un día Dios te pregunte que le pidas lo que quieras y El te lo daría?.
Salomón tuve la posibilidad de pedir lo que quería, pero el pidió sabiduría.
1.     Dios afirma a Salomón en el reino y le rinde culto (v.1-6)
Era el mismo Dios quien afirmaba su reino a Salomón.  Y le rinden culto a Dios y Salomón va con sus LIderes al altar de bronce a consultar a Dios.
P.A.: ¿Está el Señor afirmando mi vida?, ¿estoy rindiendo culto a Dios?, ¿estoy motivando a otros a hacer la voluntad de Dios?
2.     Dios habla a Salomón y él pide sabiduría (v. 7-13)
Dios prueba a Salomón al darle libertad para que le pida lo que quiera. Salomón ante tamaña demanda de gobernar le pide sabiduría porque no cree poder hacerlo en su propia capacidad y está agradecido porque es Dios quien lo ha levantado como rey.
P.A.: ¿Está el Señor hablándome?, ¿estoy pidiendo a Dios sabiduría o estoy pidiendo riqueza?
3.     Dios prosperó materialmente a Salomón (v.14-17)
PA.: ¿Está el Señor prosperando mi economía?, ¿está el Señor prosperando mis caminos?

Oremos,


Pedro

jueves, 12 de diciembre de 2013

1 Crónicas 29


1 Crónicas 29

1 El rey David le dijo a toda la asamblea:

«Dios ha escogido a mi hijo Salomón, pero él es todavía un niño tierno de edad, y la obra es demasiado grande. Esta casa no es para un hombre, sino para Dios el Señor.

2 Con todas mis fuerzas yo he preparado todo para la casa de mi Dios: oro para los objetos de oro, plata para los objetos de plata, bronce para los de bronce, hierro para los de hierro, y madera para los de madera; además, piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.

3 Además de todo lo que he preparado para la casa del santuario, es tan grande mi afecto por la casa de mi Dios que, en mi tesoro particular, tengo guardado oro y plata, y lo voy a dar para la casa de mi Dios: 4 cien mil kilos de oro, de oro de Ofir, y treinta mil kilos de plata refinada para recubrir las paredes de los edificios; 5 oro para los objetos de oro, y plata para los objetos de plata y para toda obra que deban hacer los artífices. ¿Quién más quiere presentar hoy una ofrenda voluntaria al Señor?»

6 Los jefes de familia y los jefes de las tribus israelitas, y los jefes de millares y de centenas, lo mismo que los administradores de las propiedades del rey, presentaron sus ofrendas voluntarias. 7 Para el servicio de la casa de Dios dieron ciento sesenta y cinco mil kilos y diez mil monedas de oro, trescientos treinta mil kilos de plata, seiscientos mil kilos de bronce, y tres millones trescientos mil kilos de hierro. 8 Todo el que tenía piedras preciosas las puso en las manos de Yejiel el gersonita para el tesoro de la casa del Señor.

9 El pueblo estaba feliz de haber contribuido voluntariamente, pues todo lo que ofrecieron al Señor lo dieron de corazón y de manera voluntaria.

10 El rey David se alegró mucho y bendijo al Señor delante de toda la congregación. Dijo:

«Bendito seas, Señor y Padre nuestro, Dios de Israel, desde el siglo y hasta el siglo. 11 Tuya es, Señor, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; pues tuyas son todas las cosas que están en los cielos y en la tierra. Tuyo es, Señor, el reino. ¡Tú eres excelso sobre todas las cosas!

12 De ti proceden las riquezas y la gloria. Tú dominas sobre todo. En tu mano están la fuerza y el poder, y en tu mano también está el engrandecer y el dar poder a todos. 13 Por eso ahora, Dios nuestro, alabamos y loamos tu glorioso nombre.

14 »A decir verdad, ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para poder ofrecerte todo esto, y de manera voluntaria? Todo es tuyo, y lo que ahora te damos lo hemos recibido de tus manos.

15 Nosotros, ante ti, somos unos extranjeros y advenedizos, como lo fueron todos nuestros padres, ¡Nuestros días sobre la tierra son como una sombra pasajera!

16 Señor y Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, procede de tu mano, y es todo tuyo.

17 Dios mío, yo sé que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada. Por eso yo, con rectitud de mi corazón, te he ofrecido todo esto de manera voluntaria, y con alegría he visto que tu pueblo, reunido aquí y ahora, te ha ofrendado con espontaneidad.

18 »Señor, Dios de nuestros padres Abrahán, Isaac e Israel, conserva siempre esta voluntad de corazón de tu pueblo, y encamina a ti su corazón.

19 Dale a mi hijo Salomón un corazón perfecto, para que cumpla tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que te edifique la casa y todas las cosas, para las cuales yo he hecho estos preparativos.»

20 Después de esto, David dijo a toda la congregación:

«Bendigan al Señor su Dios.»

Entonces toda la congregación bendijo al Señor, Dios de sus padres, y se inclinaron y adoraron delante del Señor y del rey. 21 Sacrificaron víctimas al Señor, y al día siguiente le ofrecieron holocaustos: mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel. 22 Y ese día comieron y bebieron delante del Señor con gran alegría, y por segunda vez reconocieron como rey a Salomón hijo de David, y ante el Señor lo ungieron como príncipe, y a Sadoc lo ungieron como sacerdote.

23 Salomón ocupó el trono del Señor en lugar de David su padre, y fue prosperado, y todo Israel le juró obediencia. 24 Todos los jefes y poderosos, y todos los hijos del rey David, rindieron homenaje al rey Salomón, 25 y el Señor lo engrandeció en extremo ante todo Israel, y fue tal la gloria de su reino que ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

26 David hijo de Yesé reinó sobre todo Israel 27 cuarenta años. Siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres reinó en Jerusalén. 28 Murió cuando ya era anciano y entrado en años, rodeado de riquezas y de gloria; y en su lugar reinó su hijo Salomón. 29 Los hechos del rey David, tanto los primeros como los últimos, están escritos en el libro de las crónicas del vidente Samuel, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas del vidente Gad, 30 con todo lo relativo a su reinado y su poder, y con todo lo que le aconteció a él, y a Israel y a todos los reinos de aquellas tierras.

 

OFRENDAS, ORACION Y MUERTE DE DAVID

La última etapa de David es entregar el reino a su hijo Salomón.

1.     El rey fue ejemplo al dar para la obra del templo (v.1-9)

David dio lo que tenía para la edificación del templo, su ofrenda fue abundante. Siguieron

su ejemplo los jefes de familias, tribus, militares y administradores que también

ofrendaron. Todos estaban felices porque lo hicieron  de corazón y en forma voluntaria.

P.A.: ¿Estoy ofrendando a la obra de corazón y con desprendimiento?, ¿estoy participando

de la obra de Dios o sólo pienso en mis propios proyectos?

2.     Las trascendencia de la oración de David (v.10-22)

2.1.  Reconoce la grandeza de Dios y lo adora y reconoce su poder

2.2.  Reconoce que ellos no son nada ante El, ya que fueron extranjeros (v.14-15)

2.3.  Lo que han ofrendado proviene de lo que Dios les ha provisto (v.16)

2.4.  Con corazón recto hemos ofrendado a ti (v.17)

2.5.  Permite que tu pueblo siempre tenga un corazón recto (v.18)

2.6.  Dale a Salomón un corazón perfecto para obedecerte (v.19)

P.A.: ¿Estoy adorando y reconociendo la grandeza de Dios?, ¿estoy siendo agradecido que lo tengo viene de El?, ¿está mi corazón recto ante Dios?, ¿estoy cumpliendo los mandamientos de Dios?

3.     Salomón es prosperado (v.23-30)

Dios prosperó grandemente a Salomón y le dio más riquezas que cualquier otro rey. Su padre David murió anciano y con prosperidad.

P.A. ¿Estoy disfrutando de las bendiciones de Dios?, ¿creo que sólo las riquezas y los bienes materiales son mi prosperidad?

 

Oremos,

 

Pedro