viernes, 31 de enero de 2014

2 Crónicas 29

2 Crónicas 29
1 Ezequías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Abías, y era hija de Zacarías.
2 Y Ezequías hizo lo recto a los ojos del Señor, tal y como lo había hecho David, su padre.
3 En el mes primero del primer año de su reinado, Ezequías abrió las puertas del templo del Señor, y las reparó. 4 Convocó a los sacerdotes y levitas, los reunió en la plaza oriental, 5 y les dijo:
«¡Escúchenme, levitas! Santifíquense ahora, y santifiquen el templo del Señor, el Dios de sus padres. Saquen del santuario toda impureza, 6 porque nuestros padres se han rebelado; han hecho lo malo a los ojos del Señor nuestro Dios, pues lo han abandonado; se han apartado del tabernáculo del Señor, y le han dado la espalda. 7 ¡Hasta llegaron a cerrar las puertas del atrio, y apagaron las lámparas! ¡No quemaron incienso en el santuario, ni ofrecieron holocaustos al Dios de Israel! 8 Por eso la ira del Señor ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a la confusión, a ser objeto de maldición y de burla, como ahora pueden ver. 9 ¡Miren a nuestros padres, muertos a filo de espada! ¡Por eso nuestros hijos y nuestras hijas, y hasta nuestras mujeres, han ido al cautiverio!
10 Pero yo he decidido hacer un pacto con el Señor, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira. 11 No se engañen, hijos míos, que el Señor los ha escogido para que estén en su presencia y le sirvan, y sean sus ministros y le quemen incienso.»
12 De los hijos de Coat se dispusieron a servir los levitas Majat hijo de Amasay y Joel hijo de Azarías.
De los hijos de Merari: Cis hijo de Abdi y Azarías hijo de Yalelel.
De los hijos de Gersón: Yoaj hijo de Zima y Edén hijo de Yoaj.
13 De los hijos de Elisafán: Simerí y Yeguiel.
De los hijos de Asaf: Zacarías y Matanías.
14 De los hijos de Hemán: Yejiel y Simey.
De los hijos de Jedutún: Semaías y Uziel.
15 Éstos reunieron a sus parientes, se santificaron y entraron para limpiar el templo del Señor, conforme a las órdenes del rey y las palabras del Señor.
16 Los sacerdotes que entraron a limpiar el templo del Señor sacaron todas las impurezas que hallaron allí dentro, y las arrojaron al atrio del templo del Señor; de allí, los levitas las arrojaron al torrente de Cedrón. 17 Comenzaron a santificarse el día primero del mes primero, a los ocho días del mismo mes fueron al pórtico del Señor, y ocho días después habían santificado el templo del Señor. El día dieciséis del mes primero habían terminado. 18 Entonces se presentaron ante el rey Ezequías y le dijeron:
«Ya hemos limpiado todo el templo del Señor, el altar del holocausto, y todos sus utensilios, y también la mesa de la proposición con todos sus utensilios. 19 Hemos preparado y santificado igualmente todos los utensilios que, en su infidelidad, había desechado el rey Ajaz durante su reinado, y aquí están ya, ante el altar del Señor.»
20 Entonces el rey Ezequías se levantó por la mañana y reunió a los principales de la ciudad, y subió al templo del Señor. 21 Allí Ezequías ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que ofrecieran sobre el altar del Señor siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos, para la expiación del reino, del santuario y de Judá. 22 Los novillos fueron sacrificados, y los sacerdotes recogieron la sangre y la esparcieron sobre el altar; luego mataron los carneros y esparcieron la sangre sobre el altar, y lo mismo hicieron con los corderos. 23 Después acercaron al rey y a la multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron sobre ellos sus manos. 24 Los sacerdotes los mataron, y con la sangre de ellos hicieron la ofrenda de expiación sobre el altar para reconciliar a todo Israel, pues por todo Israel mandó el rey que se hicieran el holocausto y la expiación.
25 Ezequías también puso en el templo del Señor levitas con címbalos, salterios y arpas, en obediencia al mandamiento de David, de Gad, vidente del rey, y del profeta Natán, porque ese mandamiento procedía del Señor por medio de sus profetas. 26 Los levitas tenían los instrumentos de David, y los sacerdotes, las trompetas.
27 Entonces Ezequías ordenó ofrecer el holocausto en el altar; y cuando dio comienzo el holocausto, dio también comienzo el cántico del Señor, con las trompetas y los instrumentos del rey David de Israel. 28 Toda la multitud adoraba, los cantores cantaban, y los trompeteros hacían sonar las trompetas. Todo esto duró hasta que el holocausto se consumió. 29 Y cuando terminaron de ofrecer el holocausto, el rey se inclinó y adoró, y lo mismo hicieron todos los que estaban con él. 30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabaran al Señor con las palabras de David y del vidente Asaf, y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron.
31 Entonces Ezequías dijo:
«Ahora ustedes se han consagrado al Señor. Acérquense, pues, y presenten sacrificios y alabanzas en el templo del Señor.»
La multitud presentó sacrificios y alabanzas, y todos los de corazón generoso ofrecieron holocaustos. 32 El número total de los holocaustos que ofreció la congregación fue de setenta bueyes, cien carneros y doscientos corderos, todo para el holocausto del Señor. 33 Las ofrendas fueron seiscientos bueyes y tres mil ovejas. 34 Pero los sacerdotes eran pocos, y no alcanzaban a desollar los holocaustos, así que sus parientes levitas los ayudaron hasta terminar la obra y hasta que los demás sacerdotes se santificaron. Y es que el corazón de los levitas fue más recto para santificarse que el de los sacerdotes. 35 Y así, hubo abundancia de holocaustos, con la grasa de las ofrendas de paz y las libaciones para cada holocausto, y el servicio del templo del Señor quedó restablecido. 36 Y Ezequías se regocijó con todo el pueblo de que Dios hubiera preparado el pueblo, porque todo fue hecho con rapidez.

EL REINADO DE EZEQUIAS
Que grande y hermoso capítulo de la restauración del culto a Dios.
1.       Las reformas de Ezequías (v.1-11)
Reinó 29 años e hizo lo recto ante Dios.  Reparó el templo y convocó a los sacerdotes y levitas para que se purifiquen y limpien el templo y restauren el culto a Dios. El ha decidido hacer un pacto con Dios porque para eso fueron llamados, ya que Judá ha estado fuera de Dios.
P.A.: ¿Está siendo mi vida recta ante Dios?, ¿estoy limpiando de mi vida toda impureza que me separe de Dios?, ¿he decidido hacer un pacto de santidad a Dios?, ¿estoy viviendo una vida de plenitud en Cristo o ando extraviado sin rumbo por mi desobediencia?
2.       Los levitas y sacerdotes que hicieron los cambios (v.12-19)
14 levitas y sus parientes se santificaron al Señor y se dispusieron a hacer las reformas. Sacaron todas las impurezas del templo. Restauraron el altar y los utensilios del culto a Dios.
P.A.: ¿Soy la primera persona dispuesta a servir al Señor?, ¿está mi familia consagrada a Dios?, ¿Dios ha restaurado mis heridas?
3.       La restauración del culto (v.20-36)
Ezequías ordenó ofrecer sacrificios a Dios. Asimismo, organizó la alabanza en el templo. Durante el holocausto todos adoraron a Dios. Y todo Judá se consagró a Dios.
P.A.: ¿Estoy presentando mi vida como sacrificio a Dios?, ¿soy una persona que canta y alaba a Dios?, ¿está mi vida totalmente consagrada a Dios?

Oremos,


Pedro

jueves, 30 de enero de 2014

2 Crónicas 28

2 Crónicas 28
1 Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años; pero, a diferencia de su antepasado David, no hizo lo recto a los ojos del Señor, 2 sino que siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel y, además, hizo imágenes fundidas en honor de los baales, 3 quemó incienso en el valle de Ben Jinón, y hasta ofreció a sus hijos en holocausto, siguiendo las repugnantes prácticas de las naciones que el Señor había arrojado de la presencia de los israelitas. 4 Así mismo, ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
5 Por eso el Señor su Dios lo dejó caer en manos del rey de Siria, y los sirios lo derrotaron y lo llevaron a Damasco, junto con un gran número de prisioneros.
Ajaz también cayó en manos del rey de Israel, el cual lo derrotó y le causó gran mortandad. 6 Por haberse apartado del Señor, el Dios de sus padres, en un solo día Pecaj hijo de Remalías mató en Judá a ciento veinte mil valientes.
7 De igual manera Zicri, que era un efraimita muy aguerrido, dio muerte a Maseías, que era hijo del rey; a Azricán, que era su mayordomo; y a Elcana, segundo en poder después del rey.
8 Los israelitas también tomaron cautivos a doscientos mil de sus parientes, además de mujeres, niños y niñas, y de arrebatarles un gran botín de guerra que se llevaron a Samaria.
9 Había en Samaria un profeta del Señor. Se llamaba Obed. Y cuando el ejército iba entrando en Samaria, Obed salió y se enfrentó a ellos, y les dijo:
«Tomen en cuenta que el Señor, el Dios de sus padres, ha entregado en manos de ustedes a Judá porque está enojado contra ellos; ¡pero ustedes los han matado con una ira que ha llegado hasta el cielo!
10 Ahora ustedes han decidido esclavizar a los de Judá y Jerusalén, pero ¿acaso ustedes no han pecado contra el Señor su Dios?
11 Así que escúchenme: dejen libres a sus parientes que han hecho cautivos, porque el Señor está enojado contra ustedes.»
12 Entonces Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salún, y Amasa hijo de Jadlay, que eran algunos de los efraimitas más importantes, salieron al encuentro de los que venían de la guerra 13 y les dijeron:
«No traigan aquí a los cautivos, porque pesa sobre nosotros el pecado cometido contra el Señor. Ya es muy grande nuestro delito, y grande también la ardiente ira de Dios contra Israel, y ustedes quieren añadir más a nuestros pecados y nuestras culpas.»
14 Entonces el ejército dejó libres a los cautivos, y depositó el botín ante los príncipes y toda la multitud.
15 Los hombres ya mencionados se dedicaron a atender a los cautivos, y con los despojos vistieron a los que estaban desnudos, y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, los limpiaron con aceite; a los más débiles los montaron en asnos y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmeras, para acercarlos a sus parientes, y ellos regresaron a Samaria.
16 En aquel tiempo el rey Ajaz pidió la ayuda de los reyes de Asiria, 17 pues también los edomitas habían venido y atacado a los de Judá, y se habían llevado muchos cautivos.
18 También los filisteos se habían extendido por las ciudades de la llanura y del sur de Judá, y habían capturado Bet Semes, Ayalón, Gederot, Soco y sus aldeas, Timna y sus aldeas, y Gimzo y sus aldeas, y se habían quedado a vivir en ellas.
19 Y es que por culpa del rey Ajaz de Israel el Señor había humillado a Judá, pues la conducta de Ajaz en Judá había sido desenfrenada, y Ajaz había pecado gravemente contra el Señor.
20 También el rey Tiglat Piléser de Asiria atacó a Ajaz y lo mantuvo sitiado, sin brindarle ningún apoyo.
21 Y aunque Ajaz saqueó el templo del Señor, y el palacio real y las mansiones de los príncipes, y todo se lo dio al rey de Asiria, éste no lo ayudó.
22 Para colmo, mientras más lo presionó el rey de Asiria, mayor fue el pecado del rey Ajaz contra el Señor, 23 pues Ajaz ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y dijo:
«Ya que los dioses de Siria ayudan a sus reyes, yo también voy a ofrecerles sacrificios para que me ayuden.»
Pero esos dioses fueron la ruina de Ajaz y la de todo Israel.
24 Además de todo esto, Ajaz recogió los utensilios del templo de Dios, y los hizo pedazos; luego cerró las puertas del templo del Señor y se hizo altares por todos los rincones de Jerusalén.
25 También levantó lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a dioses extraños, con lo que provocó la ira del Señor, el Dios de sus padres.
26 Los demás hechos de Ajaz, y todos sus actos, primeros y últimos, se hallan escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 27 Finalmente, Ajaz descansó entre sus antepasados, y fue sepultado en la ciudad de Jerusalén, aunque no lo pusieron en los sepulcros de los reyes de Israel. En su lugar reinó Ezequías, su hijo.

EL REINADO DE AJAZ
1.     El inicio del reinado del malo Ajaz (v.1-4)
Ajaz gobernó por 16 años e hizo todo lo malo ante Dios: cayó en idolatría, hizo baales, quemó incienso y sacrificios en lugares altos y ofreció a sus hijos en holocausto.
P.A.: ¿Me estoy apartando de Dios al caer en idolatría y amar más el dinero/posesiones/ministerios/personas?, ¿qué estoy haciendo para volver a Dios?
2.     Juicio de Dios contra Judá (v.5-8)
Como consecuencia de dejar a Dios: el rey de Siria los atacó y se llevó muchos prisioneros; el rey de Israel mató a 120,000 soldados y se llevó a 200,000 hombres más mujeres y niños; y Zicri mató al príncipe, mayordomo y primer ministro de Judá.
P.A.: ¿Estoy sufriendo muchas adversidades producto de mi pecado?, ¿qué estoy haciendo para humillarme y volver a Dios?
3.     Dios llama la atención a Israel (v.9-15)
Obed llama la atención por la crueldad de Israel y por hacer cautivos a sus hermanos de Judá. Deben dejarlos ir sino la ira de Dios vendrá contra ello. Cuatro líderes de Efrata llaman la atención a Israel y estos dejar ir a los cautivos. Y estos cuatro curan y ayudan a los heridos.
P.A.: ¿Estoy siendo cruel con los que sufren, me gozo con la debilidad de otros?, ¿estoy siendo misericordioso con los caídos?, ¿estoy cuestionando las injusticias?, ¿estoy curando y sanando las heridas de los vencidos?
4.     La ruina de Ajaz (v.16-27)
Ajaz pide ayuda al rey de Siria sin resultado, ya que era atacado por edomitas, filisteos y asirios. Cayó en idolatría rindiendo culto a los dioses asirios buscando apoyo en ellos. Destruyó los utensilios del templo, cerró el templo e hizo altares en Jerusalén y lugares altos en Judá.
P.A.: ¿Estoy buscando ayuda a otros y no estoy clamando a Dios?, ¿estoy confiando y cayendo en idolatría y dejando a Dios de lado?, ¿estoy reconociendo mis pecado y decidiendo volver a Dios?

Oremos,
Pedro


lunes, 27 de enero de 2014

2 Crónicas 27
1 Yotán tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años. Su madre se llamaba Jerusa, y era hija de Sadoc.
2 Y Yotán hizo lo recto a los ojos del Señor, tal y como lo había hecho Uzías, su padre, sólo que no irrumpió en el santuario del Señor. Pero el pueblo seguía corrompiéndose.
3 Yotán edificó la puerta principal del templo del Señor, y realizó muchas obras sobre la muralla de la fortaleza. 4 Además, levantó ciudades en las montañas de Judá, y en los bosques construyó fortalezas y torres.
5 También estuvo en guerra contra el rey de los amonitas, y los venció; y ese año los amonitas le dieron tres mil trescientos kilos de plata, dos millones doscientos mil litros de trigo y dos millones doscientos mil litros de cebada. Esto mismo entregaron durante el segundo año y el tercero.
6 Fue así como Yotán se hizo fuerte, pues preparó sus caminos delante del Señor su Dios.
7 Los demás hechos de Yotán, y todas sus guerras, y sus caminos, se hallan escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. 8 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años. 9 Finalmente, Yotán descansó entre sus antepasados, y lo sepultaron en la ciudad de David. En su lugar reinó Ajaz, su hijo.

EL REINADO DE YOTAN
·        Yotán hizo lo recto ante Dios (v.2) y preparó sus caminos ante El (v.6)
·        Fue diligente en cumplir con sus responsabilidades
·        El Señor lo hizo fuerte (v.6ª)
P.A.: ¿Hago lo recto ante Dios a pesar que mi entorno no teme a Dios?, ¿estoy buscando a Dios para hacer su voluntad y andar en sus caminos?, ¿soy una persona diligente en cumplir mis responsabilidades?, ¿está el Señor fortaleciendo mi vida?

Oremos,


Pedro

domingo, 26 de enero de 2014

2 Crónicas 26

2 Crónicas 26
1 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías y lo proclamó rey en lugar de Amasías, su padre. Uzías tenía entonces dieciséis años de edad.
2 Después de que el rey Amasías descansó para siempre entre sus antepasados, Uzías reconstruyó Elat y la restituyó a Judá.
3 Tenía Uzías dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jecolías, y era de Jerusalén.
4 Y Uzías hizo lo recto a los ojos del Señor, tal y como lo había hecho Amasías, su padre.
5 Mientras vivió Zacarías, que era un hombre entendido en visiones de Dios, Uzías no dejó de buscar a Dios; y mientras lo buscó, el Señor le dio prosperidad.
6 Uzías salió a combatir contra los filisteos, y derribó la muralla de Gat, la muralla de Jabnia y la muralla de Asdod; además, reconstruyó ciudades en Asdod y en la tierra de los filisteos.
7 Dios le dio su apoyo contra los filisteos, contra los árabes que habitaban en Gurbaal, y contra los meunitas, 8 y los amonitas le pagaban tributo a Uzías. Su fama se extendió hasta la frontera de Egipto, pues se hizo muy poderoso.
9 Edificó torres en Jerusalén junto a la puerta del ángulo, junto a la puerta del valle y junto a las esquinas, y las fortificó. 10 Edificó también torres en el desierto, y como tenía muchos ganados en la llanura y en los valles, y viñas y campos de cultivo en los montes y en los llanos fértiles, abrió muchas cisternas, pues era dado a la agricultura.
11 Uzías tuvo también un ejército aguerrido, y su gente salía a la guerra en divisiones, de acuerdo con la lista que habían preparado el escriba Yeguiel, el gobernador Maseías y uno de los funcionarios del rey, llamado Jananías.
12 El número total de los jefes de familia, valientes y esforzados, era de dos mil seiscientos. 13 Al mando de éstos estaba el ejército, compuesto de trescientos siete mil quinientos guerreros fuertes y valientes, que apoyaban al rey contra sus enemigos.
14 Además, Uzías preparó para todo el ejército escudos, lanzas, yelmos, coseletes, arcos, y hondas para tirar piedras. 15 Construyó en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, que arrojaban flechas y piedras enormes, y las instaló en las torres y en los baluartes. Y su fama se extendió muy lejos, porque fue ayudado en gran manera, hasta llegar a ser muy poderoso.
16 Pero cuando se hizo fuerte, su corazón se enalteció, y eso fue su ruina, porque se rebeló contra el Señor su Dios y hasta entró en el templo del Señor para quemar incienso en el altar del incienso.
17 Pero el sacerdote Azarías entró tras él, acompañado de ochenta valientes sacerdotes del Señor, 18 y se opusieron al rey Uzías. Le dijeron:
«Uzías, el quemar incienso al Señor no te corresponde a ti, sino sólo a los sacerdotes descendientes de Aarón, que han sido consagrados para quemarlo. Sal ahora del santuario, porque has pecado, y delante del Señor Dios eso no te es nada honroso.»
19 Uzías, que tenía en la mano un incensario, se llenó de ira; y fue tanta su ira contra los sacerdotes que, allí en el templo del Señor, delante de los sacerdotes y junto al altar del incienso, le brotó lepra en la frente.
20 Al ver el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, que Uzías tenía lepra en la frente, rápidamente hicieron que abandonara el lugar; y como el Señor lo había herido, hasta él mismo se dio prisa en salir.
21 Y así, el rey Uzías fue excluido del templo del Señor y se quedó leproso hasta el día de su muerte. Vivió como leproso en una casa apartada, y su hijo Yotán quedó a cargo del palacio real y del gobierno del pueblo.
22 Los demás hechos de Uzías, primeros y últimos, los escribió el profeta Isaías hijo de Amoz. 23 Finalmente, Uzías descansó entre sus antepasados, y lo sepultaron en el campo de los sepulcros reales porque dijeron: «Es un leproso.» Y en su lugar reinó Yotán, su hijo.

REINADO DE UZIAS
1.     Uzias asume el reinado (v.1-5)
Uzías reinó 52 años en Judá. Hizo lo recto como su padre y buscó al Señor mientras estuvo el profeta Zacarías. Y el Señor lo prosperó.
P.A.: ¿Estoy siguiendo buenos ejemplos?, ¿estoy haciendo lo recto ante Dios?, ¿dependo de alguien para ser fiel a Dios o tengo una fe personal sólida?
2.     Los logros de Uzías (v.6-15)
Dios le dio fama y lo hizo poderoso ante sus enemigos. Hizo ciudades y torres, tuvo mucho ganado y agricultura. Además, tenía un ejército bien organizado y con armas de última tecnología.
P.A.: ¿Soy consciente y le estoy la gloria a Dios por lo que he logrado en la vida?, ¿está Dios detrás de mis éxitos?, ¿estoy siendo buen administrador de la prosperidad que me da?
3.     La ruina de Uzías (v.16-23)
Uzías se hizo fuerte y su corazón se enalteció, y entro al templo a quemar incienso como si fuera sacerdote. El sacerdote Azarías con otros sacerdotes lo reprendieron porque había pecado contra Dios. Como juicio el Señor le toca con lepra y es sacado del templo. Luego, vivió y murió con lepra.
P.A.: ¿Estoy cayendo en vanagloria por lo que he logrado?, ¿me creo autosuficiente y hago lo que me da la gana sin considerar a Dios?, ¿estoy padeciendo enfermedad por causa de mi pecado?, ¿hay en mi corazón disposición para volver a Dios?

Oremos,


Pedro

sábado, 25 de enero de 2014

2 Crónicas 25

2 Crónicas 25
1 Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Yoadán, y era de Jerusalén.
2 Y Amasías hizo lo recto a los ojos del Señor, aunque no de todo corazón, 3 pues tan pronto como fue confirmado en el trono mató a los siervos que habían matado a su padre el rey. 4 Sin embargo, y de acuerdo con lo que está escrito en la ley, en el libro de Moisés, no mató a los hijos de ellos, pues allí el Señor ha ordenado: «No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres. Cada uno morirá por causa de su pecado.»
5 Amasías reunió a los de Judá y puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín, según el orden de sus familias. Además, levantó un censo de todos los hombres mayores de veinte años, y se encontró que había trescientos mil capaces de ir a la guerra y de empuñar lanza y escudo. 6 Además, contrató a cien mil israelitas aguerridos, a los que pagaba un sueldo de tres mil trescientos kilos de plata.
7 Pero vino un hombre de parte de Dios, y le dijo:
«Su Majestad, no conviene que el ejército de Israel lo acompañe, porque el Señor no está con los israelitas ni con ninguno de los efraimitas. 8 Si Su Majestad decide hacerlo así, e insiste en entrar en combate, Dios lo hará caer derrotado delante de sus enemigos, porque Dios tiene el poder de ayudar y de derrotar.»
9 Pero Amasías le dijo al hombre de Dios:
«¿Y qué va a pasar con los tres mil trescientos kilos de plata que le he pagado al ejército israelita?»
Y el hombre de Dios respondió:
«El Señor puede dar a Su Majestad mucho más que eso.»
10 Entonces Amasías apartó a su ejército del ejército efraimita que había venido en su ayuda, y les ordenó que se fueran a sus casas. Ellos se enojaron grandemente contra Judá, y encolerizados volvieron a sus casas.
11 Pero Amasías salió con su ejército y se dirigió al Valle de la Sal, y allí mató a diez mil de los hijos de Seir; 12 los hijos de Judá, por su parte, tomaron vivos a otros diez mil, a los que llevaron a la cumbre de un peñasco, y desde allí los despeñaron, y todos ellos murieron hechos pedazos.
13 Mientras tanto, los del ejército que Amasías había despedido, y que ya no fueron con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet Jorón, y mataron a tres mil de ellos, y los despojaron por completo.
14 Al volver Amasías de haber derrotado a los edomitas, trajo consigo los dioses de los hijos de Seir, los reconoció como dioses, y los adoró y les quemó incienso. 15 Entonces el Señor se encendió en ira contra Amasías, y envió un profeta a que le dijera:
«¿Por qué has ido tras los dioses de otra nación, que no libraron de tus manos a su pueblo?»
16 Mientras el profeta le decía esto, Amasías le respondió:
«¿Acaso te han nombrado consejero del rey? ¡Déjate de tonterías! ¿O acaso quieres que te maten?»
Cuando Amasías terminó de hablar, el profeta le dijo:
«Yo sólo sé que, por haber actuado así, y por no haber hecho caso de mis consejos, Dios ha decidido destruirte.»
17 El rey Amasías de Judá se reunió con sus consejeros y mandó a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel:
«Ven acá, y nos veremos las caras.»
18 El rey Joás de Israel le envió al rey Amasías de Judá la siguiente respuesta:
«Había en el Líbano un cardo, que mandó a decir al cedro del Líbano: “Deja que tu hija se case con mi hijo.” ¡Pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo! 19 ¿Acaso crees que el haber derrotado a Edom basta para que el corazón se te hinche de orgullo? Es mejor que te quedes en tu casa. ¿Para qué provocar una desgracia, en la que tú y Judá salgan derrotados?»
20 Pero Amasías no le hizo caso. Y es que era la voluntad de Dios entregarlos en manos de sus enemigos, por haberse ido tras los dioses de Edom.
21 Por eso el rey Joás de Israel y el rey Amasías de Judá se enfrentaron cara a cara en la batalla de Bet Semes, en Judá. 22 Allí Judá fue derrotado por Israel, y cada uno salió huyendo a su casa. 23 Allí en Bet Semes el rey Joás de Israel tomó preso al rey Amasías de Judá, hijo de Joás, hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén, y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo, en un tramo de cuatrocientos codos; 24 se llevó además todo el oro y la plata, y todos los utensilios que se hallaron en el templo de Dios y en casa de Obed Edom, así como los tesoros del palacio del rey; hizo prisioneros a los hijos de los nobles, y después de eso volvió a Samaria.
25 Después de la muerte del rey Joás hijo de Joacaz, de Israel, el rey Amasías hijo de Joás, de Judá, vivió quince años.
26 Los demás hechos de Amasías, primeros y últimos, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
27 A partir de que Amasías se apartó del Señor, se empezó a conspirar contra él en Jerusalén; y aunque él huyó a Laquis, lo fueron persiguiendo hasta Laquis, y allí lo mataron; 28 luego lo llevaron a caballo hasta la ciudad capital de Judá, y allí lo sepultaron con sus antepasados.

EL REINADO DE AMASIAS
1.     Inicio de su reinado (v.1-6)
Amasías reinó por 29 años, hizo lo recto delante de Dios aunque no todo corazón. Formó su ejército y contrató a un ejército a sueldo de Israel para su protección.
P.A.: ¿Estoy siendo recto ante Dios en todo?, ¿estoy buscando apoyarme en otras personas que no conocen ni temen a Dios?
2.     El Señor habla a Amasías (v.7-13)
Un profeta le señala que no vaya a la guerra con el ejército contratado de Israel porque le va ir mal. Aunque duda, confía en Dios los despide (en venganza ellos invaden ciudades de Judá) y sale victorioso contra los edomitas.
P.A.: ¿Estoy obedeciendo a la palabra de Dios?, ¿estoy confiando en Dios así sufra dificultades?, ¿las victorias que voy logrando en mi vida están en la voluntad de Dios?
3.     La caída de Amasías (v.14-28)
Amasías cae en idolatría ante los dioses de los edomitas. Un profeta le anuncia el juicio de Dios por su maldad, pero él lo amenaza de muerte. Orgullosamente Amasías le declara la guerra a Joás rey de Israel, pero éste lo derroto en la guerra y lo humilló. Finalmente, por haberse apartado de Dios Amasías nunca vivió en paz y lo mataron sus seguidores.
P.A.: ¿Estoy cayendo en idolatría adorando a dioses ajenos?, ¿me creo autosuficiente por mis logros personales?, ¿está mi vida en paz o en conflicto por mi rebeldía a Dios?, ¿hay en mi corazón humildad para volver a Dios y arrepentirme de mis pecados?

Oremos,


Pedro

viernes, 24 de enero de 2014

2 Crónicas 24

2 Crónicas 24
1 Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cuarenta años. Su madre se llamaba Sibiá, y era de Berseba.
2 Mientras el sacerdote Joyadá vivía, Joás hizo lo recto a los ojos del Señor.
3 Y Joyadá tuvo dos mujeres, y engendró hijos e hijas.
4 Pasado algún tiempo, Joás decidió restaurar el templo del Señor, 5 así que reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo:
«Vayan por las ciudades de Judá, y recojan dinero de todos los israelitas para que cada año sea reparado el templo de su Dios. Trabajen en esto con mucha diligencia.»
Pero como los levitas no lo hicieron así, 6 el rey llamó al sumo sacerdote Joyadá y le dijo:
«¿Por qué no has puesto empeño en que los levitas recojan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés, el siervo del Señor, impuso a la congregación israelita para el tabernáculo del testimonio?»
7 Y es que la impía Atalía y sus hijos habían destruido el templo de Dios, y además habían dilapidado en los ídolos todos los objetos consagrados del templo del Señor. 8 Por eso el rey mando hacer un cofre, y que lo pusieran a la entrada del templo del Señor.
9 Además, mandó pregonar por todo Judá y Jerusalén que se presentara al Señor la ofrenda que Moisés, el siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto.
10 Con mucha alegría, todos los jefes y todo el pueblo llegaron con sus ofrendas y las echaron en el cofre, hasta llenarlo.
11 Cuando llegaba el momento de que los levitas llevaran el cofre al secretario del rey, si veían que había mucho dinero, el escriba del rey y alguien nombrado por el sumo sacerdote venían por el arca y, luego de vaciarla, la devolvían a su lugar. Esto lo hacían diariamente, y recogían mucho dinero; 12 entonces el rey y Joyadá se lo daban a los que trabajaban en las reparaciones del templo del Señor.
En la reconstrucción del templo del Señor se empleaban canteros, carpinteros y artífices en hierro y bronce. 13 Estos artesanos realizaban la obra, y con sus propias manos el templo de Dios fue restaurado y devuelto a su antigua condición. 14 Cuando terminaron, devolvieron al rey y a Joyadá el resto del dinero, y con él se hicieron utensilios para el servicio del templo del Señor, tales como morteros, cucharas, y vasos de oro y de plata.
Mientras Joyadá vivía, continuamente se sacrificaban holocaustos en el templo del Señor; 15 pero Joyadá envejeció, y murió siendo ya un anciano de ciento treinta años. 16 Fue sepultado junto con los reyes en la ciudad de David, pues se tomó en cuenta el bien que había hecho por Israel, y para Dios y su templo.
17 A la muerte de Joyadá los jefes de Judá se presentaron ante el rey y le juraron obediencia, y el rey los atendió. 18 Pero descuidaron el templo del Señor, el Dios de sus padres, y rindieron culto a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas, así que por este pecado la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén.
19 El Señor les envió profetas para que se volvieran a él, y los profetas los amonestaron, pero ellos no les hicieron caso.
20 Entonces el espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joyadá, y éste, de pie en un lugar donde todo el pueblo pudiera verlo, les dijo:
«Así ha dicho Dios: “¿Por qué quebrantan ustedes los mandamientos del Señor?” Eso les va a costar caro. Por haberse apartado del Señor, él también se apartará de ustedes.»
21 Pero ellos conspiraron contra él, y por órdenes del rey lo apedrearon en el patio del templo del Señor, y lo mataron. 22 Fue así como el rey Joás se olvidó de la bondad con que Joyadá, el padre de Zacarías, lo había tratado, y hasta mató a su hijo. Antes de morir, Zacarías sentenció: «El Señor es testigo, y habrá de pedirles cuentas.»
23 Un año después, el ejército de Siria atacó a Judá y a Jerusalén, y acabó con todos los jefes del pueblo, y todo el botín de guerra lo envió al rey de Damasco. 24 En realidad, el ejército de Siria había venido con muy poca gente, pero el Señor puso en sus manos al poderoso ejército de Joás porque éste se apartó del Señor, el Dios de sus padres. Ésta fue la sentencia del Señor contra Joás.
25 Cuando los sirios se fueron, dejaron a Joás agobiado por sus dolencias. Además, sus siervos conspiraron contra él por causa de la muerte de los hijos del sacerdote Joyadá, y lo mataron en su propia cama. Y Joás fue sepultado en la ciudad de David, aunque no en los sepulcros de los reyes.
26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad hijo de Simeat, el amonita, y Jozabad hijo de Simerit, el moabita. 27 En cuanto a los hijos de Joás, y el incremento de tributos que éste estableció, y la restauración del templo del Señor, todo está escrito en la historia del libro de los reyes. En lugar de Joás, subió al trono su hijo Amasías.

EL REINADO DE JOAS
1.     Su reinado (v.1-3)
Joás gobernó por 40 años en Judá. Aunque fue criado y formado por el sacerdote Joyadá, sólo permaneció fiel a Dios cuando Joyadá estuvo vivo, luego se apartó.
P.A.: ¿Qué es lo que me motiva a ser fiel a Dios: mi propia decisión o el agradar a alguien?, ¿hago las cosas por otros y no es mi propia convicción?
2.     Joás decide restaurar el templo (v.5-14a)
Atalía destruyó el templo de Dios y dilapidó los utensilios en sus ídolos. Por ello, Joás mandó que se restaure la ofrenda de Moisés para levantar dinero para la re-construcción del templo. En un inicio los levitas no fueron diligentes, pero luego el pueblo si lo hizo al ofrendar en el templo. Se reconstruyó el templo y volvió a tener su antiguo esplendor.
P.A.: ¿Estoy ofrendando para la obra de Dios?, ¿estoy siendo diligente en cumplir con mis responsabilidades?
3.     La rebeldía de Judá (v.14b-22)
Hasta antes de que Joyadá muera se presentaban ofrendas a Dios en el templo, pero luego los jefes de Judá se volvieron a la idolatría. Por amor, el Señor les mandó profetas para que se volvieran a El, pero ellos no quisieron. Asimismo, el sacerdote Zacarías les profetiza que Dios les va a enviar juicio por su rebeldía, en represalia el rey manda que lo maten.  
P.A.: ¿Qué tan sólida es mi fe?, ¿está basada sólo en emociones y en personas o es sólida en la Palabra de Dios y en decisiones concretas?, ¿estoy siendo sensible a la Palabra de Dios y al consejo de personas sabias?, ¿estoy siendo implacable con los que me reprenden por mi pecado?
4.     El juicio de Dios (v. 23-27)
El Señor puso en manos de los sirios al ejército de Joás por su desobediencia. Sus siervos conspiraron contra él y lo mataron, y no fue sepultado con los reyes. Luego subió al trono su hijo Amasías.
P.A.: ¿Estoy sufriendo dificultades por mi desobediencia?, ¿estoy padeciendo traición por el mal que he sembrado?, ¿hay en mi corazón humildad para volver a Dios y arrepentirme de mis pecados?

Oremos,


Pedro

jueves, 23 de enero de 2014

2 Crónicas 23

2 Crónicas 23
1 En el séptimo año Joyadá se animó y se alió con los jefes de centenas Azarías hijo de Jeroán, Ismael hijo de Johanán, Azarías hijo de Obed, Maseías hijo de Adaías, y Elisafat hijo de Zicri. 2 Éstos recorrieron el país de Judá y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá, lo mismo que a los jefes de las familias de Israel, y se concentraron en Jerusalén. 3 Allí, en el templo de Dios, toda la multitud hizo un pacto con el rey. Y Joyadá les dijo:
«Aquí tienen al hijo del rey, y él reinará, como el Señor lo ha prometido respecto de los hijos de David. 4 Ahora, hagan esto: una tercera parte de ustedes, los que pueden entrar en el día de reposo, fungirán como porteros con los sacerdotes y los levitas. 5 Otra tercera parte estará en el palacio del rey, y la tercera parte restante estará en la Puerta del Cimiento. Todo el pueblo estará en los patios del templo del Señor. 6 Nadie podrá entrar en el templo del Señor; sólo podrán entrar los sacerdotes y los levitas que ministran, porque están consagrados. Todo el pueblo hará guardia delante del Señor. 7 Los levitas rodearán al rey por todos lados, y cada uno de ellos tendrá sus armas en la mano. Cualquiera que entre en el templo, morirá. Ustedes deben acompañar al rey cuando entre y cuando salga.»
8 Los levitas y todo Judá siguieron al pie de la letra las órdenes del sacerdote Joyadá. Cada jefe tomó a los suyos, tanto a los que entraban en el día de reposo como a los que salían, porque el sacerdote Joyadá no dio a nadie permiso de ausentarse.
9 Además, el sacerdote Joyadá entregó a los jefes de centenas las lanzas, los paveses y los escudos que habían sido del rey David, y que estaban en el templo de Dios, 10 y puso en orden a todo el pueblo. Cada uno de ellos tenía su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y el templo, y por todas partes alrededor del rey. 11 Entonces sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona y el testimonio, y lo proclamaron rey. Joyadá y sus hijos lo ungieron, mientras gritaban: «¡Viva el rey!»
12 Cuando Atalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que aclamaban al rey, fue al templo del Señor para encontrarse con la gente, 13 y al ver Atalía al rey a la entrada, junto a su columna, y junto al rey a los príncipes y los trompeteros, y que todo la gente se mostraba muy alegre y tocaba bocinas, y que los cantores dirigían la alabanza con instrumentos de música, rasgó sus vestidos y gritó:
«¡Traición! ¡Traición!»
14 Pero el sacerdote Joyadá ordenó que salieran los jefes de centenas del ejército, y les dijo:
«¡Sáquenla de aquí! Y a quien la siga, ¡mátenlo a filo de espada!»
Y es que el sacerdote había ordenado que no la mataran dentro del templo del Señor. 15 Ellos le echaron mano, y tan pronto como ella cruzó el umbral de la puerta de las caballerizas del rey, la mataron.
16 Entonces Joyadá hizo un pacto con todo el pueblo y con el rey, de que ellos serían el pueblo del Señor.
17 Después de esto, todo el pueblo entró en el templo de Baal y lo derribaron, y derribaron también sus altares, hicieron pedazos sus imágenes, y delante de los altares mataron a Matán, sacerdote de Baal.
18 Luego Joyadá ordenó los oficios en el templo del Señor, bajo el control de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido en el templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, con gozo y con cánticos, como está descrito en la ley de Moisés y conforme a las disposiciones de David.
19 Puso también porteros a la entrada del templo del Señor, para que de ninguna manera entrara nadie que estuviera impuro.
20 Después llamó a los jefes de centenas, y a los principales, a los que gobernaban el pueblo y a todo el pueblo de la tierra, para llevar al rey desde el templo del Señor. Cuando llegaron a la mitad de la puerta principal del palacio del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino. 21 Y después de que mataron a Atalía a filo de espada, todo el pueblo del país vivió feliz y la ciudad tuvo tranquilidad.

EL SACERDOTE JOYADA SE REBELA CONTRA ATALIA
1.     Joyadá dirige la rebelión y proclama a Joás como rey (v.1-15)
Joyadá convoca a los jefes de centena y a los levitas y sacerdotes de todo Judá para proclamar a Joás como rey y matar a Atalia por las atrocidades que he hecho. Hacen un pacto en el templo y se organizan y se arman ahí. Joás es proclamado rey y mataron a Atalía.
P.A.: ¿Qué estoy haciendo para las cosas cambien en la sociedad y en mi iglesia?, ¿estoy influyendo con mi fe en otros?, ¿me rebelo al pecado y perdición?, ¿busco la legalidad y rompo con toda impiedad?
2.     Cambios en Judá (v.16-21)
Todos hicieron un pacto de que serían un pueblo del Señor. Destruyeron el templo de Baal y mataron a su sacerdote. Joyadá restauró el servicio en el templo de los sacerdotes y levitas. Y llevaron al rey Joás al palacio y el pueblo tuvo tranquilidad.
P.A.: ¿He tomado decisiones de cambio para ser una persona consagrada a Dios?, ¿qué estoy haciendo para abandonar el pecado en mi vida y ser santo para Dios?, ¿estoy sirviendo a Dios activamente en todo tiempo?, ¿hay en mi vida paz o conflicto?

Oremos,


Pedro

miércoles, 22 de enero de 2014

2 Crónicas 22

2 Crónicas 22
1 Para suceder al rey Jorán de Judá, los habitantes de Jerusalén proclamaron rey a Ocozías, su hijo menor. Ocozías llegó al trono porque una banda de árabes llegó al campamento y mató a todos los hijos mayores de Jorán.
2 Ocozías comenzó a reinar cuando tenía cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, y era hija de Omri.
3 Pero también Ocozías siguió el mal ejemplo de la casa de Ajab, pues su madre lo aconsejaba a que hiciera lo malo. 4 Para su perdición, Ocozías hizo lo malo a los ojos del Señor, a la manera de la casa de Ajab, pues después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros.
5 Josías se dejó llevar por los consejos de ellos, y en alianza con el rey Jorán de Israel, hijo de Ajab, declaró la guerra al rey Jazael de Siria, pero en Ramot de Galaad los sirios hirieron de muerte a Jorán. 6 Éste volvió entonces a Jezrel para curarse de las heridas que le habían hecho en Ramot durante el combate contra el rey Jazael de Siria, y como Jorán hijo de Ajab se hallaba enfermo en Jezrel, el rey Ocozías de Judá, hijo de Jorán, fue a visitarlo.
7 Todo esto venía de Dios, para que Ocozías fuera destruido al llegar adonde estaba Jorán, porque en cuanto Ocozías llegó, se unió a Jorán para atacar a Jehú hijo de Nimsi, al cual el Señor había escogido para exterminar a la familia de Ajab.
8 Al dictar Jehú sentencia contra la casa de Ajab, encontró a los jefes de Judá y a los sobrinos de Ocozías, que estaban al servicio de éste, y los mató.
9 Luego buscó a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, y cuando lo hallaron, lo llevaron ante Jehú y lo mataron. Pero le dieron sepultura, porque dijeron: «Era hijo de Josafat, quien de todo corazón buscó al Señor.» Y la casa de Ocozías no tenía el poder suficiente para retener el reino.
10 Al ver Atalía, la madre de Ocozías, que su hijo había sido muerto, se dispuso a exterminar a toda la descendencia real de la casa de Judá.
11 Pero al ver Josabet, la hija del rey, que mataban a los demás hijos del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías y lo escondió, y a él y a su nodriza los resguardó en uno de los aposentos. Fue así como Josabet, hija del rey Jorán y mujer del sacerdote Joyadá (pues ella era hermana de Ocozías), escondió a Joás de Atalía, y no lo mataron.
12 Y Joás estuvo seis años en el templo de Dios, escondido con ellos. Mientras tanto, Atalía reinaba en el país.

REINADOS DE OCOZIAS Y ATALIA
1.     Ocozias hace lo malo (v.1-4)
Ocozías asume como rey debido a que sus hermanos mueren. En su reinado hizo lo malo ante Dios. Siguió el ejemplo de Ahab rey de Israel y los malos consejos de su madre Atalía.
P.A.: ¿Soy consciente que lo que Dios me está dando es por su gracia?, ¿estoy haciendo lo bueno o malo ante Dios?, ¿qué tipo de ejemplos estoy siguiendo?, ¿a quién estoy siguiendo?
2.     Juicio y muerte contra Ocozías (v.5-9)
Ocozías va a Israel a visitar a Joran rey de Israel su aliado contra los sirios. Además, hace alianza para atacar a Jehú, quien estaba haciendo juicio a la casa de Ahab. Y Dios permite que Jehú mate a Ocozías, y a su entorno.
P.A.: ¿Estoy evaluando con quién estoy haciendo alianzas?, ¿está el Señor usando a otros para disciplinarme?, ¿está el Señor permitiendo dificultades para que vuelva a El?, ¿hay en mi corazón sensibilidad para arrepentirme ante Dios?
3.     Atalía se impone y Joás es salvado (v.10-12)
Atalía se impone y mata a toda la casa real de Judá. Dios protege a Joás, hijo de Jorán, y es salvado por su madre y vive por 6 años escondido en el templo.
P.A.: ¿Está el Señor protegiéndome en medio del pecado?, ¿estoy siendo sabio para enfrentar la maldad?, ¿estoy buscando más a Dios en medio de una sociedad sin Dios?

Oremos,


Pedro