martes, 18 de septiembre de 2018

Ezequiel 21


Ezequiel 21
1 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
2 «Hijo de hombre, fija ahora tu mirada en Jerusalén, y profetiza contra los santuarios y contra la tierra de Israel. 3 Dile a la tierra de Israel que yo, el Señor, estoy contra ella, y que voy a desenvainar mi espada para acabar con los justos y los injustos. 4 Sí, voy a limpiar a Israel de justos e injustos. Voy a descargar mi espada contra todo el mundo, de norte a sur. 5 Todos sabrán que yo, el Señor, he desenvainado mi espada, y que no volveré a envainarla.
6 »Tú, hijo de hombre, ¡ponte a llorar con todas tus fuerzas! ¡Gime amargamente a la vista de todos ellos! 7 Y cuando te pregunten por qué lloras, diles que es por la noticia de lo que está por suceder. Cuando se sepa la noticia, todo corazón desfallecerá y toda mano se debilitará; todo ánimo se angustiará y toda rodilla temblará. Viene como un torrente, y es inevitable.»
Palabra de Dios el Señor.
8 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
9 «Hijo de hombre, profetiza y diles que así ha dicho su Dios y Señor:
»La espada está afilada y pulida.
10 Afilada para degollar a sus víctimas; pulida para brillar en cada golpe.
¿Y esto es motivo de alegría?
El cetro de mi hijo es despreciado, como si fuera un palo cualquiera.
11 Sí, la espada está afilada; se afiló para tenerla a la mano.
Sí, la espada está pulida; se pulió para entregársela al verdugo.
12 ¡Grita y llora, hijo de hombre!
Mi espada va a caer sobre mi pueblo y sobre todos los príncipes de Israel.
¡Todos ellos caerán bajo su filo!
¡Hiérete con ella en el muslo, 13 que ésta es un prueba muy dura!
No importa que la espada desprecie al cetro, porque la espada dejará de existir.
Palabra de Dios el Señor.
14 »Tú, hijo de hombre, profetiza, y bate palmas una y otra vez. ¡Que hiera la espada asesina dos y hasta tres veces! ¡Ésta es la espada asesina que acabará con todos, 15 para que el corazón desmaye y los estragos se multipliquen! ¡En todas las puertas de sus ciudades he puesto el horror de la espada! ¡Dispuesta está para brillar! ¡Dispuesta está para degollar! 16 ¡Da tajos a la derecha, da tajos a la izquierda, da tajos por todas partes! 17 Y yo también batiré palmas, y así apaciguaré mi enojo. Yo, el Señor, he hablado.»
18 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
19 «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que por ellos venga el rey de Babilonia con su espada. Los dos caminos partirán del mismo país, pero al comienzo de cada uno de ellos deberás poner una señal que indique la ciudad a la que lleva. 20 Indícale a la espada el camino que lleva a Rabá de los amonitas, y a Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. 21 El rey de Babilonia se ha detenido en la encrucijada, donde se abren los dos caminos, y allí recurre a la adivinación: sacude las flechas, consulta a sus ídolos, examina el hígado. 22 La adivinación señaló hacia la derecha, hacia Jerusalén, para dar la orden de ataque y comenzar la matanza, para lanzar el grito de guerra y poner arietes contra las puertas, para levantar vallas y torres de sitio. 23 Los habitantes de la ciudad verán esto como una adivinación falsa, ya que el rey les ha hecho solemnes juramentos, pero éste se acordará de la maldad de ellos y los capturará.»
24 Por lo tanto, así ha dicho Dios el Señor:
«Ustedes han hecho que se recuerde la maldad que han cometido. Sus traiciones y pecados han quedado al descubierto. Por eso, por haber traído esto a la memoria, caerán en las manos del rey.
25 »Y a ti, profano e impío príncipe de Israel, te ha llegado el día. Tu maldad ha llegado al colmo. 26 El Señor tu Dios te dice: “Quítate la tiara, ¡quítate la corona, que esto no puede seguir así!” Lo bajo será exaltado, y lo alto será humillado. 27 Todo esto lo dejaré en ruinas, y dejará de existir, hasta que venga aquel a quien entregaré el derecho de dictar sentencia.
28 »Y tú, hijo de hombre, profetiza contra los amonitas y diles de mi parte acerca de sus ofensas: “Así ha dicho Dios el Señor: La espada ya está desenvainada y lista para degollar; la espada está pulida y resplandece para masacrar. 29 Tus profetas te anuncian falsedades y te mienten con sus adivinaciones. Pero esos malvados ya han sido sentenciados a muerte. Tú descargarás la espada sobre su cuello, porque ha llegado la hora de poner fin a su maldad. 30 ¿Volveré a envainar la espada? ¡Allí, donde te criaste; allí, donde has vivido, dictaré sentencia contra ti!
31 Voy a derramar mi enojo sobre ti, y el fuego de mi enojo te consumirá. ¡Voy a entregarte en manos de gente sanguinaria y experta en la destrucción. 32 El fuego te devorará, la tierra se empapará con tu sangre, y nadie volverá a recordarte.” Yo, el Señor, lo he dicho.»

LA ESPADA DE DIOS
1.       La misericordia de Dios (v.1-7)
El Señor anuncia su juicio contra Israel. Con su espada Dios va a limpiar a su pueblo. El Señor anima a que el profeta llore para que Israel se vuelva y se arrepienta.
Preg.Aplic.: ¿Estoy llorando por los pecados de mi nación y de mis autoridades?, ¿estoy orando por las iglesias y sus autoridades?, ¿Estoy reconociendo mis pecados y volviendo en arrepentimiento a Dios?
2.       La espada de Dios (v.8-32)
La espada de Dios está afilada para ejercer el juicio de muerte del Señor contra Israel.
Dios usará a Babilonia para invadir a Israel. Los pecados de los israelitas y de sus reyes han llegado al límite y Dios los va a juzgar con su espada para terminar con la maldad.
Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo la Palabra de Dios que es espada de doble filo?, ¿estoy escuchando sus mandamiento y obedeciendo sus ordenanzas?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


viernes, 14 de septiembre de 2018

Ezequiel 20


Ezequiel 20
1 En el día diez del mes quinto del año séptimo, algunos de los ancianos de Israel acudieron a consultar al Señor, y se sentaron delante de mí. 2 Entonces la palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
3 «Hijo de hombre, habla con los ancianos de Israel, y diles que yo, su Señor y Dios, he dicho: “¿Así que vienen ustedes a consultarme? Pues yo, su Señor y Dios, les juro que no les responderé.”
4 Si tú, hijo de hombre, quieres juzgarlos, puedes hacerlo. Pero háblales de los actos repugnantes que sus padres cometieron, 5 y diles de mi parte: “Hubo un día en que yo, su Señor y Dios, escogí a Israel y levanté mi mano para hacerle un juramento a los descendientes de Jacob. Fue en Egipto donde levanté mi mano y me di a conocer a ellos. Bajo juramento les dije: ‘Yo soy el Señor su Dios.’ 6 Ese día levanté mi mano y les juré que los sacaría de Egipto y los llevaría a la tierra que les había provisto, a la tierra más hermosa de todas las tierras, ¡tierra que fluye leche y miel! 7 Ese día les dije: ‘Cada uno de ustedes debe alejarse de sus hechos repugnantes y no contaminarse con los ídolos de Egipto. Yo soy el Señor su Dios.’
8 ”Pero ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme. No se alejaron de sus hechos repugnantes ni se apartaron de los ídolos de Egipto. Entonces les dije que allí, en Egipto, desahogaría mi enojo sobre ellos, para calmarme. 9 Sin embargo, actué en su favor y los saqué de Egipto, para que ante los ojos de las naciones entre las que se encontraban, y las cuales me conocían, mi nombre no quedara en entredicho. 10 Yo los saqué de Egipto. Yo los llevé al desierto 11 y les di a conocer mis estatutos y decretos, los cuales dan vida a todo el que los cumple. 12 Les di también mis días de reposo, los cuales he consagrado para mí, para que sirvieran de señal entre nosotros y así reconocieran que yo soy el Señor.
13 ”Pero en el desierto el pueblo de Israel se rebeló contra mí. No siguieron mis estatutos, que dan vida a todo el que los cumple, sino que desecharon mis decretos y abiertamente profanaron mis días de reposo. Por eso allí, en el desierto, les dije que descargaría sobre ellos mi ira y los exterminaría. 14 Pero actué así para que mi nombre no fuera profanado entre las naciones que presenciaron cómo los saqué de Egipto.
15 ”También allí en el desierto levanté mi mano para jurar que no los llevaría a la tierra que les había entregado, tierra que fluye leche y miel, y que es la más hermosa de todas las tierras. 16 Y esto, porque despreciaron mis decretos y no siguieron mis estatutos, y porque profanaron mis días de reposo al seguir a sus ídolos con todo el corazón.
17 ”Aun así, los perdoné. No les quité la vida ni los exterminé en el desierto, 18 sino que allí en el desierto les dije a sus hijos que no siguieran las órdenes y enseñanzas de sus padres, y que no se contaminaran con sus ídolos. Les dije: 19 ‘Yo soy el Señor su Dios. Sigan mis estatutos y cumplan mis preceptos. Pónganlos en práctica 20 y santifiquen mis días de reposo. Hagan de ellos una señal entre nosotros, y reconozcan que yo soy el Señor su Dios.’
21 ”Pero sus hijos se rebelaron contra mí. No siguieron mis estatutos ni cumplieron con mis decretos, los cuales dan vida a todo el que los cumple. En vez de ponerlos en práctica, profanaron mis días de reposo. Por eso allí en el desierto dije que descargaría sobre ellos mi enojo, para calmarme. 22 Si retraje mi mano, fue para que mi nombre no fuera profanado ante las naciones que presenciaron cuando yo los saqué de Egipto.
23 ”También en el desierto levanté mi mano contra ellos y juré que los esparciría por todos los países y naciones, 24 porque en vez de poner en práctica mis decretos rechazaron mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y no vieron otra cosa que los ídolos de sus padres. 25 Por eso yo también les di estatutos y decretos que no eran buenos ni podían darles vida. 26 Cuando pasaban por el fuego a todos sus primogénitos, yo los contaminé con sus propias ofrendas. Lo hice para que se horrorizaran y reconocieran que yo soy el Señor.
27 ”Por lo tanto, hijo de hombre, habla con el pueblo de Israel y diles que yo, su Señor y Dios declaro que hasta en esto me ofendieron sus padres cuando se rebelaron contra mí. 28 Porque yo los traje a la tierra que juré darles. Levanté mi mano y les hice ese juramento. Pero ellos pusieron los ojos en toda colina y en todo árbol frondoso, y allí ofrecieron sacrificios y presentaron sus irritantes ofrendas, quemaron incienso y derramaron libaciones. 29 Yo les pregunté por qué iban a ese lugar alto. Y a partir de entonces ese lugar se conoce con el nombre de ‘Bama’.
30 ”Habla con el pueblo de Israel, y diles que yo, su Señor y Dios, les pregunto si acaso no se han contaminado lo mismo que sus padres, y se han prostituido al imitar sus hechos repugnantes. 31 ¡Pues sí! Se han contaminado al presentar ante sus ídolos sus ofrendas y pasar a sus hijos por el fuego. ¡Y esto lo hacen hasta el día de hoy! ¿Y así espera el pueblo de Israel que yo les responda? ¡Pues yo, su Señor y Dios, les juro que no voy a responderles! 32 Las cosas no van a ser como ustedes quieren que sean. Porque lo que ustedes quieren es ser como las demás naciones, como los pueblos de la tierra, que rinden culto a objetos de madera y de piedra. 33 Pero yo, su Señor y Dios, les juro que reinaré sobre ustedes con mano fuerte y brazo extendido, y que daré rienda suelta a mi enojo 34 y los sacaré de los pueblos y países donde ahora están esparcidos. Sí, los reuniré con mano fuerte y brazo extendido, y dando rienda suelta a mi enojo. 35 Haré que vengan al desierto de los pueblos, y allí los juzgaré cara a cara. 36 Los juzgaré como antes juzgué a sus padres en el desierto de Egipto.
Palabra de Dios el Señor.
37 ”Para que ustedes puedan hacer un pacto conmigo, los haré pasar por debajo de mi vara, 38 para apartar de entre ustedes a los que se rebelaron contra mí. Los sacaré de la tierra a la que emigraron, aunque no podrán entrar en la tierra de Israel. Así sabrán que yo soy el Señor.
39 ”Pueblo de Israel, su Señor y Dios les dice: ‘Ya que ustedes no quieren obedecerme, sigan rindiendo culto a sus ídolos, pero no sigan profanando mi santo nombre con sus ofrendas y sus ídolos.’ 40 Todo el pueblo, todos los que habitan en la tierra de Israel, debe adorarme en mi santo monte, en el alto monte de Israel. Allí los aceptaré. Allí demandaré sus ofrendas y sus primeros frutos, lo mismo que sus dones y todo lo que quieran consagrarme.”
Palabra de Dios el Señor.
41 »Cuando yo los haya sacado de entre los pueblos y los haya reunido de los países por donde ahora están esparcidos, los recibiré como si fueran incienso de aroma agradable, y a la vista de las naciones seré santificado en ustedes. 42 Cuando los haya traído de vuelta a la tierra de Israel, la tierra por la que levanté mi mano para jurar a sus padres que se la daría, sabrán que yo soy el Señor. 43 Entonces se acordarán de su mal proceder y de todos los hechos con que se contaminaron, y sentirán repugnancia de ustedes mismos por todos los pecados que cometieron. 44 Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, lo haré por causa de mi nombre y no por su mal proceder ni por sus acciones perversas. Así sabrán que yo soy el Señor.»
Palabra de Dios el Señor.
45 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
46 «Hijo de hombre, dirige ahora la mirada hacia el sur, y proclama tu palabra hacia la región austral. Profetiza contra el bosque del Néguev, 47 y dile: “Bosque del Néguev, oye la palabra del Señor. Así ha dicho Dios el Señor: Voy a prenderte fuego, para que ardan todos tus árboles, verdes y secos. Las llamas de ese fuego no se apagarán hasta que hayan consumido todo el bosque, desde el sur hasta el norte. 48 No se apagará hasta que todos hayan visto que yo, el Señor, fui quien lo encendió.”»
49 Entonces dije:
«¡Ay, mi Señor y Dios! ¡La gente me critica porque yo les hablo en parábolas!»
PROMESA DE RESTAURACION DE ISRAEL
Leer este capítulo nos permitirá entender la misericordia de Dios por Israel y por nosotros.
1.       La disciplina de Dios contra el rebelde Israel (v.1-3)
Los líderes de Israel, van a consultar a Dios con el profeta Ezequiel como si su conducta fuera agradable al Señor. El no los va a responder, al contrario los va a censurar por sus actos repugnantes (v.1-4)
·         El Señor liberó a su pueblo de Egipto con la promesa de la tierra prometida, pero pidiendo que dejen todos los ídolos de Egipto (v.5-7). Lo cual no hicieron. (v.8)
·         En el desierto les dio sus estatutos y decretos para que confirmar su pacto. Ellos no obedecieron y se rebelaron. Por su misericordia les perdonó (v.9-17)
·         En el desierto llamo a obediencia a sus hijos y que no sigan el mal ejemplo de sus padres. Igual ellos se rebelaron  (v.18-22). El Señor confirma su juicio por su rebeldía (v.23-26)
·         Israel cuando estuvieron en la tierra prometida se rebelaron y volvieron a la idolatría y a pecar como sus padres (v.27-31)
Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo o desobedeciendo a las ordenanzas de Dios?, ¿soy una persona zigzagueante en mi fe?
2.       La promesa de restauración de Israel (v.32-49)
A pesar de su rebeldía, en misericordia Dios gobernará sobre Israel con mano fuerte. Los llamará para juzgarlos cara a cara y los disciplinará con vara para que lo adoren a El. Dios los restaurará e Israel se arrepentirá de sus malos actos.
Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo el llamado de Dios?, ¿estoy arrepentido de todos mis pecados?, ¿estoy viviendo una real comunión con Dios?, ¿estoy entendiendo el amor de Dios cuando me disciplina y me está restaurando?
               
Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


lunes, 10 de septiembre de 2018

Video de aplicación de Ezequiel 19


Aplicación de Ezequiel 19

Ezequiel 19


Ezequiel 19
1 »Tú, dedica este lamento a los príncipes de Israel. 2 Diles:
»¡Leona entre las leonas era tu madre!
¡Entre los leones crió a sus cachorros!
3 A uno de ellos lo levantó del suelo, y lo convirtió en un verdadero leoncillo.
Y éste aprendió a desmenuzar a su presa y a devorarse a los hombres.
4 Cuando las naciones se enteraron, lo hicieron caer en sus trampas y encadenado lo llevaron a Egipto.
5 Cuando su madre perdió la esperanza de que su cachorro volviera, tomó a otro de sus cachorros e hizo de él un león feroz.
6 Y el que antes era cachorro llegó a ser león entre los leones, y aprendió a desmenuzar a su presa y a devorarse a los hombres.
7 Saqueó fortalezas, asoló ciudades, y con el estruendo de sus rugidos asustaba al país y a sus habitantes.
8 »Pero lo atacaron los pueblos vecinos. Echaron su red sobre él, y lo hicieron caer en un foso.
9 Lo encadenaron y, en una jaula, lo presentaron ante el rey de Babilonia.
¡Lo confinaron en una mazmorra para que nunca más sus rugidos se oyeran sobre los montes de Israel!
10 »¡Vid entre las vides era tu madre!
Plantada junto a abundantes aguas, daba abundantes frutos y vástagos; 11 sus fuertes varas servían para cetros, y su altura sobresalía entre las ramas.
Era tal su altura, y tantos sus sarmientos, que fácilmente se le reconocía.
12 ¡Pero fue arrancada con violencia, y derribada por los suelos!
¡El viento solano marchitó sus frutos y dejó secas sus fuertes ramas!
¡Rotas quedaron, y el fuego las consumió!
13 Ahora está plantada en el desierto, en una tierra seca y desolada.
14 De una de sus varas salió fuego, y ese fuego consumió sus frutos.
¡Ya no queda en ella ninguna vara fuerte que sirva como cetro para un rey!»
Éste es un lamento, y lamento debe ser.

EL EJEMPLO DEL LEON QUE PERSONFICA A ISRAEL
1.       La caída de Israel (v.1-9)
Israel es presentado como una leona. Ella formó a un cachorro y lo hizo fuerte, pero los enemigos lo apresaron y lo llevaron a Egipto. Luego, tomo a otro cachorro y lo hizo un león feroz que se hizo poderoso. Sus enemigos vecinos lo apresaron y lo llevaron a Babilonia.
Preg.Aplic.: ¿Estoy basando mi vida en mis éxitos temporales?, ¿creo que humanamente puedo detener el juicio de Dios?
2.       La realidad de Israel (v.10-14)
Israel era fuerte y sobresalía entre los pueblos, pero por el juicio de Dios por sus pecados fue destruida y convertida en desierto. De su gloria pasada, ya no queda nada.
Preg.Aplic.: ¿Estoy viviendo de mi pasado “glorioso”?, ¿me estoy ajustando al juicio de Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


viernes, 7 de septiembre de 2018

Video de aplicación de Ezequiel 18

Aplicacion de Ezequiel 18

Ezequiel 18


Ezequiel 18
1 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
2 «Ustedes en la tierra de Israel acostumbran repetir aquel refrán que dice: “Los padres se comieron las uvas agrias, y a los hijos les dio la dentera.” ¿En verdad lo creen? 3 Vivo yo, que ese refrán nunca más volverá a repetirse en Israel.
Palabra de Dios el Señor.
4 »Todos ustedes son míos. Lo mismo el padre que el hijo. Sólo morirá quien peque. Nadie más.
5 El hombre justo es aquel que actúa con apego al derecho y la justicia, 6 que no come sobre los montes ni dirige la mirada a los ídolos del pueblo de Israel; que no viola a la mujer de su prójimo, ni tiene relaciones sexuales durante la menstruación de la mujer; 7 que no oprime a nadie, ni retiene la prenda del deudor, ni comete robo alguno; que comparte su pan con el hambriento, y cubre y viste al desnudo; 8 que no presta dinero por interés o por usura, y que se aleja de la maldad y es imparcial al juzgar entre hombre y hombre; 9 que sigue mis ordenanzas, cumple mis decretos y actúa con rectitud. Ése es un hombre justo, y ese hombre vivirá.
Palabra de Dios el Señor.
10 »Pero si ese hombre engendra un hijo ladrón, o asesino, o que incurre en alguna de estas cosas 11 pero no en otras, sino que come sobre los montes, o viola a la mujer de su prójimo, 12 u oprime al pobre y menesteroso, o comete robos, o no devuelve la prenda, o dirige la mirada hacia los ídolos e incurre en actos repugnantes, 13 o presta dinero por interés y usura, ese hijo no merece vivir, y no vivirá. Por incurrir en todos estos actos repugnantes, tendrá que morir, y su muerte será culpa suya.
14 »Pero si este malvado engendra un hijo que, al ver todos los pecados que su padre cometió, no los imita 15 sino, por el contrario, no come sobre los montes, ni dirige la mirada a los ídolos del pueblo de Israel, ni viola a la mujer de su prójimo, 16 ni oprime a nadie, ni retiene la prenda, ni comete ningún robo, sino que comparte su pan con el hambriento, y cubre y viste al desnudo, 17 y se aparta del mal, y no cobra interés por sus préstamos, y cumple mis decretos y sigue mis ordenanzas, ese hijo no morirá por la maldad de su padre, sino que merece vivir. 18 Su padre, en cambio, morirá por causa de su maldad, por los agravios cometidos, por despojar con violencia a su prójimo y por hacer lo malo entre la gente de su propio pueblo.
19 »Tal vez dirán ustedes: “¿Por qué no paga el hijo por el pecado de su padre?” Pues porque el hijo actuó en apego al derecho y la justicia, cumplió y practicó todos mis estatutos. Por eso merece vivir. 20 Sólo el que peque merece la muerte. Ningún hijo pagará por el pecado de su padre, ni tampoco ningún padre pagará por el pecado de su hijo. El hombre justo será juzgado por su justicia, y el malvado será juzgado por su maldad.
21 »Pero si el malvado da la espalda a todos los pecados que cometió, y cumple todos mis estatutos y actúa con apego al derecho y la justicia, no morirá, sino que vivirá. 22 No le será tomada en cuenta ninguna de las transgresiones que haya cometido, sino que vivirá por actuar con justicia. 23 ¿Acaso me es placentero que el malvado muera? Más bien, quiero que se aparte de su maldad y que viva.
Palabra de Dios el Señor.
24 »Pero si el justo deja de actuar con justicia y perpetra todos los hechos malvados y repugnantes que el impío suele cometer, ¿cómo podrá vivir? Ya no se le tomará en cuenta su justicia, sino su rebeldía y su maldad. Así que morirá por el pecado cometido.
25 »Escúchenme ahora, pueblo de Israel. Tal vez digan: “Los caminos del Señor no son rectos.” ¿Pero en verdad no son rectos? ¿No es, más bien, que los caminos de ustedes son torcidos? 26 Si el justo deja de ser justo, e incurre en actos malvados, merece la muerte, ¡y morirá por la maldad que cometió! 27 Pero si el malvado se aparta de su maldad y se apega al derecho y a la justicia, habrá salvado su vida 28 por fijarse en todas las transgresiones que había cometido y apartarse de ellas. Así que no morirá, sino que vivirá.
29 »Pero si aun así el pueblo de Israel sigue diciendo: “Los caminos del Señor no son rectos”, ¿en verdad no son rectos mis caminos, pueblo de Israel? ¡Lo cierto es que son los caminos de ustedes los que no son rectos! 30 Así que, pueblo de Israel, voy a juzgar a cada uno de ustedes según sus caminos. Por lo tanto, vuélvanse a mí y apártense de todas sus transgresiones, para que su maldad no sea la causa de su ruina.
Palabra de Dios el Señor.
31 »Pueblo de Israel, ¿por qué tienen que morir? Apártense de todas las transgresiones que han cometido, y forjen en ustedes un corazón y un espíritu nuevos, 32 porque yo no quiero que ninguno de ustedes muera. Así que vuélvanse a mí, y vivirán.
Palabra de Dios el Señor.

LA RESPONSABILIDAD DE CADA UNO
Este capítulo 18 nos enseña que cada uno es responsable por sus pecados y conducta (v.1-4)
1.       Las características del hombre justo (v.5-9)
·         Actúa con apego al derecho y justicia
·         No come sobre los montes ni adora a los ídolos
·         No viola a la mujer de su prójimo
·         No tiene relaciones sexuales en la menstruación de la mujer (cuida la salud)
·         No oprime a nadie
·         No retiene garantía al deudor
·         No roba
·         Comparte su pan con el hambriento
·         Cubre y viste al desnudo
·         Presta sin usura y sin interés
·         Se aleja de la maldad
·         Es imparcial al juzgar a otros
·         Sigue las ordenanzas y leyes de Dios
·         Actúa con rectitud
Preg.Aplic.: ¿Soy una persona recta ante Dios?, ¿soy idólatra?, ¿mi conducta es sana y ordenada?, ¿pago lo justo?, ¿me quedo con las garantías?, ¿hago algo por los pobres y débiles?, ¿presto con intereses?, ¿juzgo o soy imparcial?, ¿soy obediente a la Palabra de Dios?
2.       Los padres e hijos serán responsables por su conducta (v.10-20)
Si un padre tiene un hijo que no es justo e incumple en actos contrarios a lo listado en punto 1, morirá y será su responsabilidad. O si un padre injusto que tiene un hijo que es justo y cumple con las características del punto 1, vivirá y su padre morirá por sus pecados. Cada uno será juzgado por su justicia o por su maldad.
Preg.Aplic.: ¿Estoy teniendo una conducta ejemplar a mis hijos?, ¿Cómo hijo estoy influyendo con mi conducta justa ante Dios?
3.       El llamado de Dios a arrepentirse (v.21-30)
Si el malvado se arrepiente y comienza a actuar con justicia y en obediencia a Dios, vivirá por la misericordia del Señor. Pero si un justo se rebela y actúa con injusticia, morirá por sus actos. El Señor actúa con justicia y verdad, y llama a su pueblo al arrepentimiento, a tener un nuevo corazón y espíritu, y a vivir con El.
Preg.Aplic.: ¿Estoy escuchando el llamando de Dios al arrepentimiento?, ¿estoy viviendo una nueva vida en Cristo y tengo un nuevos corazón y Dios me ha dado vida a mi espíritu?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC