lunes, 30 de marzo de 2020

Mateo 9


Mateo 9
1 Después de esto, Jesús subió a la barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad.
2 Allí le llevaron un paralítico, tendido sobre una camilla. Cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: «Ten ánimo, hijo; los pecados te son perdonados.»
3 Algunos de los escribas se decían a sí mismos: «Éste blasfema.»
4 Pero Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, dijo: «¿Por qué piensan mal dentro de ustedes mismos?
5 ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga “los pecados te son perdonados”, o que le diga “levántate y anda”?
6 Pues para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, entonces éste le dice al paralítico: “Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.”»
7 Entonces el paralítico se levantó y se fue a su casa.
8 Al ver esto, la gente se quedó asombrada y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.
9 Al continuar su camino, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Y Mateo se levantó y lo siguió.
10 Estando Jesús en la casa, sentado a la mesa, muchos cobradores de impuestos y pecadores que habían venido se sentaron también a la mesa, con Jesús y sus discípulos.
11 Cuando los fariseos vieron esto, dijeron a los discípulos: «¿Por qué come su Maestro con cobradores de impuestos y con pecadores?»
12 Al oír esto, Jesús les dijo: «No son los sanos los que necesitan de un médico, sino los enfermos.
13 Vayan y aprendan lo que significa “Misericordia quiero, y no sacrificio”. Porque no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.»
14 Los discípulos de Juan se le acercaron entonces, y le preguntaron: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no?»
15 Jesús les respondió: «¿Acaso los invitados a una boda pueden estar de luto mientras el esposo está con ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán días, cuando el esposo les será quitado. Entonces ayunarán.»
16 Nadie remienda un vestido viejo con un paño de tela nueva, porque la tela nueva estira la tela vieja, y la rotura se hace peor.
17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres, y entonces el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, y tanto lo uno como lo otro se conserva juntamente.
18 Mientras él les decía estas cosas, un magistrado vino y se arrodilló ante él, y le dijo: «Mi hija acaba de morir; pero ven y pon tu mano sobre ella, y ella volverá a la vida.»
19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
20 En eso, una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, 21 pues pensaba: «Si alcanzo a tocar tan sólo su manto, me sanaré.»
22 Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: «Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.» Y a partir de ese momento la mujer quedó sana.
23 Cuando Jesús entró en la casa del magistrado, vio a los que tocaban flautas y a la gente que hacía alboroto, 24 y les dijo: «Váyanse, porque la niña no está muerta, sino dormida.» Ellos se burlaron de él.
25 Pero luego de despedir a la gente, él entró y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.
26 Esta noticia se difundió por toda aquella región.
27 Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron, y a gritos le decían: «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!»
28 Cuando Jesús llegó a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?» Ellos dijeron: «Sí, Señor.»
29 Entonces les tocó los ojos, y les dijo: «Que se haga con ustedes conforme a su fe.»
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pero Jesús les encargó con mucha firmeza: «Asegúrense de que nadie sepa esto.»
31 Sin embargo, en cuanto ellos salieron, divulgaron la fama de él por toda aquella región.
32 En el momento en que salían, le trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado.
33 En cuanto el demonio fue expulsado, el mudo comenzó a hablar. Y la gente se asombraba y decía: «¡Nunca se ha visto nada igual en Israel!»
34 Pero los fariseos decían: «Éste expulsa a los demonios por el poder del príncipe de los demonios.»
35 Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, y enseñaba en las sinagogas de ellos, predicaba el evangelio del reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo.
36 Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor.
37 Entonces dijo a sus discípulos: «Ciertamente, es mucha la mies, pero son pocos los segadores.
38 Por tanto, pidan al Señor de la mies que envíe segadores a cosechar la mies.»

JESUS SIGUE HACIENDO MILAGROS Y SANANDO
1.       Jesús sana a un paralitico (v.1-8)
Unas personas llevaron a Jesús a un paralítico. Al ver su fe de ellos, le dice que le perdona sus pecados al enfermo. Al saber que unos escribas lo juzgaban el Señor afirma que El tiene la autoridad para perdonar pecados y sanar. Le dice al paralitico que se levante y vaya a su casa. La gente glorifico a Dios por el poder de Jesús.
Preg.Aplic.: ¿He reconocido a Jesús como mi Señor y Salvador?, ¿he recibido el perdón de pecados por Cristo?, ¿el Señor me ha sanado de toda enfermedad y dolencia?, ¿creo en el poder de Jesús de sanarme?
2.       Jesús llama a Mateo el publicano (v.9-13)
Jesús vio a Mateo y lo llamo. Mateo le siguió y le invitó a su casa con publicanos y gente de mala fama. Los fariseos lo juzgan ante sus discípulos por estar con esos pecadores. El Seños afirma que ha venido por los enfermos. Cita Os.6:6 “Misericordia quiero, y no sacrificio”. Dios no llama a los que se creen justos sino a que saben que son pecadores.
Preg.Aplic.: ¿De dónde me ha sacado Dios, de que vida pasada?, ¿juzgo a los demás por su vida pasada?, ¿me creo justo y juzgo a los demás?, ¿reconozco que soy pecador y que estoy en proceso de transformación, soy pobre en espíritu?
3.       Discusión acerca del ayuno (v.14-17)
Los fariseos los juzgan porque sus discípulos no ayunan como ellos. El Señor les responde que hoy está con ellos pero ayunaran cuando sea muerto (quitado). Cita Is.53:8.  Jesús señala que las enseñanzas del reino de Dios (tela nueva, vino nuevo) no son compatibles con las tradiciones de los fariseos (tela vieja, odres viejos).
Preg.Aplic.: ¿Juzgo a los demás porque no siguen mis tradiciones religiosas?, ¿estoy viviendo en el reino de Dios siguiendo las reglas del Señor o me muevo más en legalismo y en reglas religiosas humanas?
4.       Jesús resucita a una niña y sana a una mujer (v.18-26)
Viene el jefe de la sinagoga y le dice que su hija ha muerto y le pide que vaya a su casa para que la resucite. Llegaron al velorio, pero Jesús afirma que no está muerta. El toma a la niña y ella resucita (v.18-19; 23-26).  Una mujer toca el fleco del manto de Jesús porque tenía la fe que se sanaría de sus hemorragias de 12 años. El Señor la anima, y le dice que su fe la salvó, y ella quedó sana (v.20-22)
Preg.Aplic.: ¿Creo que Dios puede resucitar a alguien de los muertos si así lo determina?, ¿creo que para Dios no hay nada imposible?, ¿hay humildad en mi corazón de que Dios puede obrar en lo más pequeño?, ¿tengo fe de que el Señor me puede sanar de toda dolencia?
5.       Jesús sana a dos ciegos y libera a un mudo y hace señales (v.27-35)
Dos ciegos le siguen y le gritan que los sane. El Señor les pregunta si creen que los puede sanar, ellos afirman que sí. Y acorde a su fe, los sanó. Luego, le trajeron un mudo endemoniado. Cuando lo libero, el mudo comenzó a hablar. La gente se sorprendió por el poder de Jesús, pero los fariseos criticaban diciendo que expulsa por el poder del diablo. El Señor predicaba del reino de Dios y sanaba toda enfermedad y dolencia.
Preg.Aplic.: ¿Creo que el Señor me puede sanar de toda enfermedad?, ¿está el Señor respondiendo a mi fe hoy?, ¿estoy predicando del reino de Dios?
6.       La necesidad de obreros  (v.36-38)
El Señor ve a la gente desamparada, abatida y confundida como oveja sin pastor. Hay mucha cosecha, pero pocos trabajadores. Pidan al Señor de la cosecha que mande más trabajadores a recogerla.
Preg.Aplic.: ¿Hoy en medio de la crisis del coronavirus como ves a la gente?, ¿está desamparada, abatida y confundida?, ¿me estoy rindiendo y entregando mi vida a Dios para ser un obrero que trabaje en la cosecha de almas?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Pueden ver el video de la aplicación del devocional en el link:

Equipo AATC

domingo, 29 de marzo de 2020

Mateo 8


Mateo 8
1 Al descender Jesús del monte, lo seguía mucha gente.
2 Un leproso se le acercó, se arrodilló ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»
3 Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero. Ya has quedado limpio.» Y al instante su lepra desapareció.
4 Entonces Jesús le dijo: «Ten cuidado de no decirle nada a nadie. Más bien, ve y preséntate ante el sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para que les sirva de testimonio.»
5 Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un centurión, y le rogó:
6 «Señor, mi criado yace en casa, paralítico y con muchos sufrimientos.»
7 Jesús le dijo: «Iré a sanarlo.»
8 El centurión le respondió: «Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa. Pero una sola palabra tuya bastará para que mi criado sane.
9 Porque yo también estoy bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes. Si a uno le digo que vaya, va; y si a otro le digo que venga, viene; y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, lo hace.»
10 Al oír esto Jesús, se quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «De cierto les digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
11 Yo les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12 pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.»
13 Luego dijo Jesús al centurión: «Ve, y que se haga contigo tal y como has creído.» Y en ese mismo momento el criado del centurión quedó sano.
14 Jesús fue a la casa de Pedro, y encontró a la suegra de éste postrada en cama y con fiebre.
15 Cuando Jesús le tocó la mano, la fiebre se le quitó. Entonces ella se levantó y los atendió.
16 Al caer la noche, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su sola palabra, expulsó a los demonios y sanó a todos los enfermos.
17 Esto, para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.»
18 Al verse Jesús rodeado de tanta gente, dio órdenes de cruzar el lago.
19 Entonces se le acercó un escriba, y le dijo: «Maestro, yo te seguiré adondequiera que vayas.»
20 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.»
21 Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.»
22 Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
23 Luego subió a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
24 En esto se levantó en el lago una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca, pero él dormía.
25 Sus discípulos lo despertaron y le dijeron: «¡Señor, sálvanos, que estamos por naufragar!» 26 Él les dijo: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, reprendió al viento y a las aguas, y sobrevino una calma impresionante.
27 Y esos hombres se quedaron asombrados, y decían: «¿Qué clase de hombre es éste, que hasta el viento y las aguas lo obedecen?»
28 Cuando llegó a la otra orilla, que era la tierra de los gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y se le acercaron. Eran tan feroces que nadie se atrevía a pasar por aquel camino.
29 Y entre gritos le dijeron: «Hijo de Dios, ¿qué tienes que ver con nosotros? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?»
30 Lejos de ellos había un hato de muchos cerdos, que pacían.
31 Y los demonios le rogaron: «Si nos expulsas, permítenos ir a aquel hato de cerdos.»
32 Él les dijo: «Vayan.» Ellos salieron, y se fueron a los cerdos, y todo el hato se lanzó al lago por un despeñadero, y perecieron ahogados.
33 Los que cuidaban de los cerdos huyeron y fueron corriendo a la ciudad, y allí contaron todas estas cosas, incluso lo que había pasado con los endemoniados.
34 Y todos en la ciudad fueron a ver a Jesús y, cuando lo encontraron, le rogaron que se fuera de sus contornos.

EL SEÑOR JESUS SANA ENFERMOS
1.       Jesús sana un leproso (v.1-4)
Un leproso con humildad le pide a Jesús que si quiere puede limpiarlo, “Quiero, se limpio” fue la respuesta del Señor y la lepra se sanó. Le pide que no haga publicidad, pero vaya al sacerdote y cumpla con la ley de purificación para testimonio.
Preg.Aplic.: ¿Creo que Dios me puede sanar de toda enfermedad?, ¿estoy orando con esperanza de la pronta respuesta del Señor?, ¿estoy siendo obediente a la Palabra de Dios?
2.       Jesús se admira de la fe del centurión y sana a su criado (v.5-13)
Un centurión le pide a Jesús por un criado paralitico, pero no se atreve a recibirlo en su casa, más bien cree que la palabra y autoridad de Jesús sanara al enfermo. Jesús se admira de su fe. El Señor enseña que muchos gentiles entrarán en reino de los cielos, pero otros serán condenados. El Señor sana al criado conforme a la fe del centurión.
Preg.Aplic.: ¿Estoy teniendo fe como el centurión que cree en la autoridad del Señor sobre todo?, ¿estoy orando a Dios por los enfermos?, ¿he creído en Cristo y soy parte del reino de los cielos?, ¿estoy orando por los perdido y predicando el evangelio de salvación en Jesús?
3.       Jesús sana a la suegra de Pedro y a otros enfermos (v.14-17)
El Señor visita a Pedro y su suegra está con fiebre, Jesús la toca y se sana. Luego, le llevaron endemoniados y los expulso, y sanó a todos los enfermos. Y se cumplió la profecía de Is.53:4 “El Mesías llevó nuestras enfermedades y dolores”.
Preg.Aplic.: ¿Creo que Dios me puede sanar al momento?, ¿Creo que el Señor puede sanar toda enfermedad y atadura?, ¿Creo, confío y oro en fe de que Jesús llevó todas mis enfermedades, aflicciones y dolores’
4.       El costo de seguir a Jesús (v.18-22)
Un escriba promete seguirle siempre. Pero Jesús le dice que no tiene un lugar para descansar. Otro discípulo pide enterrar a su padre, pero el Señor le dice que la prioridad es expandir el reino y deje que otros sin Cristo entierren a sus muertos.
Preg.Aplic.: ¿Elevo promesas fácilmente a Dios?, ¿estoy entendiendo la prioridad de expandir el reino de Cristo?
5.       El Señor calma la tempestad (v.23-27)
El Señor cruza el lago en una barca. Y hay una gran tempestad, pero con desesperación despiertan a Jesús para que los salve. El Señor les cuestiona su poca fe y reprende al viento y el mar, y queda todo calmado. Los hombres quedaron asombrados por el poder de Jesús.
Preg.Aplic.: ¿Que estoy haciendo hoy en medio de las tempestades de la vida: me estoy ahogando en dudas y temores o estoy reafirmando mi fe en Cristo?, ¿creo en el poder de Dios para detener toda tempestad y dar calma, estoy confiando y creyendo en El?
6.       El Señor libera a endemoniados gadarenos (v.28-34)
Los demonios de los poseídos le gritan a Jesús reconociendo que El es Hijo de Dios, tiemblan ante El y le piden entrar a la manada de cerdos. Jesús libera al hombre y los demonios van a los cerdos que mueren. Los cuidadores de cerdos cuentan todo lo que paso a otros y la liberación de los endemoniados. La gente de la zona tenía temor de El.
Preg.Aplic.: ¿Reconozco la autoridad de Jesús sobre los demonios?, ¿Creo que Jesús puede liberar a los endemoniados?, ¿estoy orando por sanidad por los poseídos para que el Señor los libere?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Pueden ver el video de la aplicación del devocional en el link:

Equipo AATC




miércoles, 25 de marzo de 2020

Mateo 7


Mateo 7
1 »No juzguen, para que no sean juzgados. 2 Porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, serán medidos.
3 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿Cómo dirás a tu hermano: “Déjame sacar la paja de tu ojo”, cuando tienes una viga en el tuyo?
5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 »No den ustedes lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan contra ustedes y los despedacen.
7 »Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre.
9 ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente?
11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan!
12 Así que, todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, porque en esto se resumen la ley y los profetas.
13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran.
15 »Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Ustedes los conocerán por sus frutos, pues no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos.
17 Del mismo modo, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 El buen árbol no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que ustedes los conocerán por sus frutos.
21 »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 En aquel día, muchos me dirán: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
23 Pero yo les diré claramente: “Nunca los conocí. ¡Apártense de mí, obreros de la maldad!”
24 »A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Por otro lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena.
27 Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa.»
28 Cuando Jesús terminó de hablar, la gente se admiraba de su enseñanza, 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.

EL SERMON DEL MONTE 3
1.       Mandamiento sobre no juzgar a otros (v.1-6)
El Señor llama a no juzgar a los demás porque si no seremos juzgados del mismo modo. A veces, nos fijamos en la astilla del otro, pero tenemos un tronco en nuestros ojos. Saquemos el tronco de nosotros. No hay que insistir en personas que no desean cambiar.
Preg.Aplic.: ¿Estoy juzgando a los demás y no evaluando mi vida?, ¿me creo mejor que otros?, ¿estoy dispuesto a volver al Señor para pedirle un cambio real en mi vida?
2.       Mandamiento sobre la oración (v.7-11)
Nuestra oración deber ser pedir, buscar y llamar al Señor que responderá. Nuestro Padre nos va dar lo que pedimos ya que tiene mayor cuidado que los padres terrenales.
Preg.Aplic.: ¿Tengo cargas y necesidades en mi corazón?, ¿estoy dejando todas mis necesidades en oración al Señor?, ¿estoy pidiendo y clamando a Dios?, ¿creo y tengo fe que el Señor va a responder?
3.       La regla de oro (v.12)
Lo que quieres que te hagan, hazlo a los demás. Esa es la justicia que enseña la ley de Dios.
Preg.Aplic.: ¿Estoy siendo justo con los demás?, ¿estoy teniendo un buen trato con los demás?, ¿estoy tratando a los demás con prudencia y empatía?
4.       La puerta de salvación es angosta (v.13-14)
La puerta del cielo es angosta, pero la que lleva al infierno es amplia y la mayoría va por ella. La puerta de vida es estrecha y el camino es difícil y pocos la encuentran.
Preg.Aplic.: ¿Estoy caminando por fe por la puerta estrecha?, ¿me estoy dejando ganar por los afanes del mundo y estoy caminando a la puerta ancha donde la mayoría va?, ¿estoy entendiendo que seguir a Cristo tiene un costo y es valioso seguirle?
5.       La vida cristiana se refleja con frutos (v.15-20)
Debemos cuidarnos de los falsos profetas conociendo su conducta. Los buenos arboles (creyentes) dan buenos frutos relejados en acciones que agradan a Dios. El Señor va a juzgar a los falsos profetas y al que no da buen fruto, con acciones lejos de Dios.
Preg.Aplic.: ¿Estoy siguiendo a cualquier profeta y/o pastor?, ¿estoy conociendo que más que lo que habla es su conducta de temor a Dios?, ¿estoy siendo un creyente que vive agrandando a Dios con mis acciones?
6.       Los verdaderos discípulos (v.21-23)
No será salvo el que solo nombra a Dios sino el que hace la voluntad del Señor. En el tiempo final, muchos pedirán a Dios su salvación porque profetizaron, liberaron demonios e hicieron milagros en Su nombre. Pero, el Señor los rechazará porque nunca los conoció y actuaron para su gloria sin temor de Dios.
Preg.Aplic.: ¿Soy cristiano religioso y de título o mi ve refleja mi conducta de obediencia a la voluntad de Dios?, ¿estoy buscando más las señales y milagros que ha Dios?
7.       Mandamiento a edificar bien (v.24-29)
Si somos obedientes a los mandamientos del Señor y hacemos la voluntad de Dios estamos edificando una casa sobre la roca que no cae por ninguna prueba ni azote. Pero si no obedezco ni vivo los mandamientos del Señor es como edificar una casa en arena que se va a caer por las pruebas. La enseñanza de Jesús era con autoridad.
Preg.Aplic.: ¿Mi vida está edificado en la roca que es Cristo?, ¿estoy obedeciendo los mandamientos de Dios viviendo su voluntad?, ¿estoy padeciendo pruebas y me estoy sosteniendo en Cristo?, ¿o estoy teniendo pruebas y me alejo rebelde de Dios o me estoy ahogando porque no estor obedeciendo a Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Pueden ver el video de la aplicación del devocional en el link:

Equipo AATC


martes, 24 de marzo de 2020

Mateo 6


Mateo 6
1 »Cuidado con hacer sus obras de justicia sólo para que la gente los vea. Si lo hacen así, su Padre que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.
2 Cuando tú des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. De cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa.
3 Pero cuando tú des limosna, asegúrate de que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha; 4 así tu limosna será en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
5 »Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea; de cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa.
6 Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 »Cuando ustedes oren, no sean repetitivos, como los paganos, que piensan que por hablar mucho serán escuchados.
8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe de lo que ustedes tienen necesidad, antes de que ustedes le pidan.
9 Por eso, ustedes deben orar así:
“Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación, sino líbranos del mal.”
[Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.]
14 Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes.
15 Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre de ustedes les perdonará sus ofensas.
16 »Cuando ustedes ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se han ganado su recompensa.
17 Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, 18 para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
19 »No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan.
20 Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. 21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
22 »La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad!
24 »Nadie puede servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas.
25 »Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de ustedes, por mucho que lo intente, puede añadir medio metro a su estatura?
28 ¿Y por qué se preocupan por el vestido? Observen cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan, 29 y aun así ni el mismo Salomón, con toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
30 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se echa en el horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?
31 Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”
32 Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas.
33 Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
34 »Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!

SERMON DEL MONTE-Parte 2
1.       Mandamiento sobre la ayuda a necesitados (v.1-4)
Hay que cuidarnos de dar sólo para que la gente nos vea. Cuando demos ayuda no toquemos trompeta como otros que buscan alabanza de otros. Demos en secreto, y Dios nos premiará.
Preg.Aplic.: ¿Estoy ayudando a los necesitados para que otros me vean?, ¿estoy haciendo publicidad de las ayudas que realizo?, ¿estoy siendo cuidadoso y busco hacerlo en secreto?
2.       Mandamientos sobre la oración (v.5-18)
Cuando ores no lo hagas para que otros te vean. Ora en tu aposento a puerta cerrada y en secreto busca a Dios. El te va a recompensar en público. No debes orar con palabrería sino con humildad. Nuestro modelo de oración es el Padre Nuestro:
·         Adoración: Padre en los cielos, santificado tu nombre
·         Sujeción al rey: Venga tu reino. Hágase tu voluntad hoy en mi vida
·         Petición: Danos el pan hoy
·         Confesión: Perdónanos nuestros pecados. Y decidimos con la ayuda de Dios a perdonar a los que nos han ofendido hoy
·         Protección: Líbranos del mal y protección de toda tentación
·         Adoración: Tuyo es el reino y poder por siempre.
Cuando ayunemos no lo hagamos para que otros nos vean. Muéstrate normal y que sea un secreto ante el Padre, El te va a recompensar en público.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando a Dios en lo secreto?, ¿estoy usando palabrerías cuando oro o soy humilde y prudente?, ¿estoy utilizando el modelo del Padre Nuestro en mis oraciones?, ¿estoy ayunando para que me vean?, ¿me gusta hacer publicidad de mi vida espiritual?
3.       Mandamientos sobre las riquezas (v.19-24)
No te almacenes de muchas riquezas materiales, sino invierte en reino de los cielos. Porque nuestro afán va a mostrar nuestro corazón. Por ello, debo tener mis ojos buenos, pensar bien y dar luz a mi vida. Debemos amar a Dios y no a las riquezas.
Preg.Aplic.: ¿Está mi vida enfocada en el almacenamiento de cosas materiales?, ¿estoy invirtiendo mi tiempo en buscar a Dios y expandir su reino?, ¿son mis ojos buenos o malos?, ¿amo a Dios y está en primer lugar de mi vida o amo más a las riquezas?, ¿mi conducta y quehacer diario reflejar mi amor a Dios o una vida materialistas?
4.       Mandamiento sobre confiar en Dios y no afanarnos (v.25-34)
No debo afanarme, por la vida, por comer o beber o por vestir. La vida es más importante que lo material.
·         Las aves del cielo, no siembran ni cosechan ˃˃˃ Padre los alimenta ˃˃Uds. valen mas
·         Afanarse en aumentar la estatura a la fuerza es imposible
·         Los lirios del campo, no trabajan ni hilan ni Salomón se visitó como ellos ˃˃˃Dios viste a la hierba que será quemada ˃˃ Dios hará más, no dudemos ni tengamos poca fe
·         No te afanes por el mañana que comer, beber o vestir ˃˃˃ Padre conoce tus necesidades
·         Buscar el reino de Dios sobre todo (prioridad) y tener una vida justa˃˃˃ Dios dará todo lo que necesitamos
·         No te afanes por el mañana, enfócate en hoy, cada día tiene su afán
Preg.Aplic.: ¿Estoy siendo agradecido a Dios por la vida que tengo hoy?, ¿estoy afanado por la situación de hoy que voy a comer o vestir?, ¿estoy dejando a Dios todos mis miedos y temores?, ¿estoy teniendo fe de que Dios va a proveer para todas mis necesidades?, ¿estoy buscado a Dios y viviendo en el reino de Dios como prioridad en mi vida?, ¿estoy, con la ayuda de Dios, viviendo una vida justa y acorde al reino de Dios?, ¿estoy enfocándome en el hoy y dejando el mañana al Señor?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Pueden ver el video de la aplicación del devocional en el link:

Equipo AATC

lunes, 23 de marzo de 2020

Mateo 5


Mateo 5
1 Cuando Jesús vio a la multitud, subió al monte y se sentó. Entonces sus discípulos se le acercaron, 2 y él comenzó a enseñarles diciendo:
3 «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 »Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 »Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
6 »Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 »Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos serán tratados con misericordia.
8 »Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 »Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 »Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 »Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. 12 Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.
13 »Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la gente.
14 »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa.
16 De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos.
17 »No piensen ustedes que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.
18 Porque de cierto les digo que, mientras existan el cielo y la tierra, no pasará ni una jota ni una tilde de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que, cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los demás, será considerado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los practique y los enseñe, será considerado grande en el reino de los cielos.
20 Yo les digo que, si la justicia de ustedes no es mayor que la de los escribas y los fariseos, ustedes no entrarán en el reino de los cielos.
21 »Ustedes han oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y que cualquiera que mate será culpable de juicio.
22 Pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio, y cualquiera que a su hermano le diga “necio”, será culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga “fatuo”, quedará expuesto al infierno de fuego.
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve y reconcíliate primero con tu hermano, y después de eso vuelve y presenta tu ofrenda.
25 Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, mientras estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado el último centavo.
27 »Ustedes han oído que fue dicho: “No cometerás adulterio”.
28 Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseos a una mujer, ya adulteró con ella en su corazón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y deshazte de él; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y deshazte de ella; es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
31 »También fue dicho: “Cualquiera que se divorcia de su mujer, debe darle un certificado de divorcio.”
32 Pero yo les digo que el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere, y el que se casa con la divorciada, comete adulterio.
33 »Ustedes han oído también que se dijo a los antiguos: “No perjurarás, sino que cumplirás tus juramentos al Señor.”
34 Pero yo les digo: No juren en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios, 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36 No jurarás ni por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello tuyo. 37 Cuando ustedes digan algo, que sea “sí, sí”, o “no, no”; porque lo que es más de esto, proviene del mal.
38 »Ustedes han oído que fue dicho: “Ojo por ojo, y diente por diente.”
39 Pero yo les digo: No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 al que quiera provocarte a pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 »Ustedes han oído que fue dicho: “Amarás a tu prójimo, y odiarás a tu enemigo.”
44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, 45 para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿Acaso no hacen lo mismo los cobradores de impuestos?
47 Y si ustedes saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de más? ¿Acaso no hacen lo mismo los paganos?
48 Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre que está en los cielos es perfecto.

EL SERMON DEL MONTE
El Señor Jesús comenzó a enseñar en el monte (v.1-2)
1.       Las bienaventuranzas (v.3-12)
Bienaventurados= afortunados, felices:
·         Los pobres en espíritu ˃˃˃ Son del reino de los cielos (v.3)
·         Los que lloran                   ˃˃˃ Recibirán consolación (v.4)
·         Los mansos (humildes)                ˃˃˃ Heredarán la tierra (v.5)
·         Hambre y sed de justicia ˃˃˃ Serán saciados (v.6)
·         Misericordiosos               ˃˃˃ Serán tratados con misericordia (v.7)
·         Limpio corazón                ˃˃˃ Verán a Dios (v.8)
·         Pacificadores                    ˃˃˃ Serán llamados hijos de Dios (v.9)
·         Padecen persecución por la justicia ˃˃˃ De ellos es el reino de los cielos (v.10)
·         Por Cristo los insulten, persigan, mientan los maldigan ˃˃˃ Gozo y alegría porque ya tienen un galardón al igual que los profetas (v.11-12)
Preg.Aplic.: ¿He reconocido mi pobreza espiritual y el Señor me ha salvado?, ¿estoy recibiendo consolación en medio de las pruebas?, ¿soy materialista o soy prudente y espero en la provisión de Dios?, ¿estoy buscando que Dios haga su justicia o busco hacer mi propia justicia?, ¿soy misericordioso con los demás?, ¿he confesado todo pecado al Señor y el me ha dado un limpio corazón?, ¿busco la paz o soy conflictivo?, ¿soy perseguido por hacer lo correcto?, ¿estoy siendo marginado por mi fe en Cristo?, ¿estoy confiando totalmente en el Señor?
2.       Sal y Luz (v.13-16)
Los cristianos somos la sal de la tierra y debemos obedecer al Señor para tener sabor. Somos la luz que alumbra a los demás con buenas obras y la gente glorifica Dios por nuestro testimonio.
Preg.Aplic.:  ¿Mi vida está teniendo el sabor porque dependo del Señor?, ¿mi fe en Cristo se refleja en mi conducta con buenas obras que lo glorifican?, ¿mi testimonio es de impacto a los demás?
3.       La obediencia practica y enseñanza de la ley del A.T. (v.17-20)
Cristo vino a cumplir la ley del A.T. porque se cumplirán todos los mandamientos y profecías. Debemos practicar y enseñar los mandamientos, vivir lo que decimos a diferencia de los fariseos que no se salvarán.
Preg.Aplic.: ¿Estoy pidiendo ayuda al Espíritu Santo para cumplir los mandamientos?, ¿está mi conducta reflejando mi obediencia a los mandamientos del Señor?
4.       Mandamiento “No matarás” (v.21-26)
El Señor Jesús enseña que el matar es más que solo el acto de asesinato. Enseña que enojarse y llamar a su hermano necio o fatuo está es estar en pecado. Al traer ofrendas a Dios, hay que examinarnos y ver si alguien tiene algo con nosotros, debemos ir a reconciliarnos, y luego llevar la ofrenda. Nos llama a solucionar conflictos antes que vengan más problemas e incluso legales.
Preg. Aplic.: ¿Estoy enojado y resentido con alguien?, ¿si he detectado algún problema con alguien y le he buscado para una reconciliación?, ¿he solucionado todo conflicto familiar, comercial para no llegar a lo legal?
5.       Mandamiento “No cometerás adulterio” (v.27-30)
El Señor enseña que el adulterio es más que sólo el acto de infidelidad. Enseña que si ve con lascivia y deseos a una mujer que no es su esposa, ya adultero en su corazón.  Hay que ser radicales con las debilidades de nuestros ojos y manos, y disciplinar nuestra conducta con la ayuda de Dios y con la voluntad rendida a El.
Preg.Aplic.: ¿Qué estoy llenando en mi mente para tener malos pensamientos?, ¿estoy viendo pornografía o erotismo que tuercen mi mal pensamiento?, ¿Qué estoy haciendo para pensar bien?, ¿estoy memorizando la Palabra de Dios?, ¿estoy orando a Dios y dejando todo mal pensamiento y cortando con todo aquello que estorba mi conducta?




6.       Mandamiento sobre el divorcio (v.31-32)
El Señor enseña que solo se puede dar el divorcio por infidelidad y no ligeramente divorciarse por cualquier razón. El Señor destaca el valor del matrimonio.
Preg.Aplic.: ¿Estoy construyendo un matrimonio serio o me caso con la puerta de atrás como divorcio?, ¿está siendo mi matrimonio construido en Cristo y estoy pidiéndole dirección y buena voluntad para construir un hogar sólido?
7.       Mandamiento sobre el juramento (v.33-37)
El Señor enseña a no jurar ni por Dios ni por nadie para cumplir la palabra y/o acuerdos. Nuestra palabra debe ser “Si” o “No”, y cumplir lo que decimos con nuestra responsabilidad.
Preg.Aplic.: ¿Necesito jurar para cumplir con mi palabra?, ¿soy una persona de fiar o soy incumplido en mi palabra?, ¿soy una persona del SI y NO?, ¿soy serio en mis compromisos?
8.       Mandamiento sobre la venganza (v.38-42)
El Señor enseña a no tomar venganza. Al contrario, si alguien agrede muéstrale tu perdón y misericordia. No devuelvas al que mal ha actuado contra ti de la misma forma. Tus acciones deben reflejar gracia y perdón.
Preg.Aplic.: ¿Estoy tomando venganza de los que han hecho mal?, ¿estoy actuando con perdón y gracia contra los que me han agredido?, ¿he dejado al Señor toda ira y confio en su justicia?
9.       Mandamiento sobre el amor a los enemigos (v.43-48)
El Señor enseña a amar a los enemigos, bendecirlos, hacerles el bien y orar por ellos. Debemos actuar como el Señor con madurez e integridad.
Preg.Aplic.: ¿Estoy amando a mis enemigos o a los que me desean el mal?, ¿estoy pidiendo a Dios que me ayude a actuar como El a tener madurez e integridad?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Pueden ver el video de la aplicación del devocional en el link:

Equipo AATC