jueves, 23 de junio de 2016

Proverbios 31

Proverbios 31
1  Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
3 No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
5 No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
6 Dad la sidra al desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.
7 Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.
8 Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos.
9 Abre tu boca, juzga con justicia, Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.

LA MUJER DE DIOS
Los consejos de la madre del rey le enseñan primero que no se aloque por las mujeres, luego que no sea un borracho y que defienda a los débiles (v.1-9).
Asimismo, le comparte las características de la esposa extraordinaria que es una piedra preciosa:
·         Enriquece a su familia (v.11)
·         Es diligente en lo que hace (v.12; 27)
·         Trabaja con alegría (v.13)
·         Provee y administra (v.14-15)
·         Negocia y emprende con responsabilidad (v.16-18)
·         Teje y ayuda a los pobres (v.19-20)
·         Con previsión abriga a su familia para el invierno (v.21)
·         Se viste con elegancia (v.22)
·         Su esposo es importante y reconocido (v.23)
·         Confecciona y vende ropa (v.24)
·         Tiene carácter y confía en Dios su futuro (v.25)
·         Habla con sabiduría y enseña con amor a sus hijos (v.26)
·         Come de su trabajo (v.27b)
·         Su esposo y sus hijos la alaban porque supera a las otras mujeres (v.28-29)
·         No basa su seguridad en su belleza externa sino en su temor a Dios (v.30)
·         Es alabada porque es una mujer de Dios (v.31)
Preg. Aplic.: Como hombre: ¿me estoy alocando y escogiendo como esposa a cualquier mujer?, ¿es mi esposa una mujer digna de alabanza?, ¿cómo estoy ayudando a mi esposa para que lo sea?.
Como mujer: ¿Estoy basando mi seguridad en mi belleza y apariencia superficial?, ¿estoy realmente temiendo a Dios en todo lo que hago?, ¿soy una buena administradora de mi hogar?, ¿me estoy fijando en hombres por su apariencia o por su temor de Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán

Equipo AATC

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