Marcos 14:32-72
32 Al llegar
a un lugar llamado Getsemaní, Jesús les dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí,
mientras yo voy a orar.»
33 Se llevó
consigo a Pedro, Jacobo y Juan, y comenzó a entristecerse y angustiarse.
34 Les dijo:
«Siento en el alma una tristeza de muerte. Quédense aquí, y manténganse
despiertos.»
35 Se fue un
poco más adelante y, postrándose en tierra, oró que, de ser posible, no tuviera
que pasar por ese momento.
36 Decía:
«¡Abba, Padre! Para ti, todo es posible. ¡Aparta de mí esta copa! Pero que no
sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
37 Volvió
luego a donde estaban sus discípulos, y los encontró dormidos. Entonces le dijo
a Pedro: «¿Duermes, Simón? ¿No has podido mantenerte despierto ni una hora?
38
Manténganse despiertos, y oren, para que no caigan en tentación. A decir
verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.»
39 Una vez
más se retiró para orar, y repitió la misma oración.
40 Cuando
volvió, otra vez los encontró dormidos, porque los ojos de ellos se les
cerraban de sueño, y no sabían qué responderle.
41 Cuando
volvió la tercera vez, les dijo: «Sigan durmiendo y descansando. ¡Ya basta! La
hora ha llegado. ¡Miren al Hijo del Hombre, que es entregado en manos de los pecadores!
42 ¡Vamos,
levántense, que ya se acerca el que me traiciona!»
43 De
pronto, mientras Jesús estaba hablando, llegó Judas, que era uno de los doce.
Con él venía mucha gente armada con espadas y palos, y enviada por los
principales sacerdotes, los escribas y los ancianos.
44 El que lo
estaba traicionando les había dado esta contraseña: «Al que yo le dé un beso,
ése es. ¡Arréstenlo, y llévenselo bien asegurado!»
45 Cuando
Judas llegó, se acercó a Jesús y le dijo: «¡Maestro!» Y le dio un beso.
46 Aquellos
hombres le echaron mano y lo arrestaron. 47 Pero uno de los que estaban allí
sacó la espada e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja.
48 Jesús les
dijo: «¿Han venido a arrestarme con espadas y palos, como si fuera yo un
ladrón? 49 Todos los días estuve con ustedes enseñando en el templo, y no me
aprehendieron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras.»
50 Y todos
los discípulos lo abandonaron y huyeron.
51 Cierto
joven seguía a Jesús, cubierto con sólo una sábana. Cuando lo aprehendieron, 52
el joven dejó la sábana y huyó desnudo.
53 Llevaron
a Jesús ante el sumo sacerdote, y se reunieron todos los principales
sacerdotes, los ancianos y los escribas.
54 Pedro lo
siguió de lejos hasta el interior del patio del sumo sacerdote. Allí se quedó,
sentado con los alguaciles y calentándose junto al fuego.
55 Los
principales sacerdotes y todo el tribunal buscaban alguna prueba contra Jesús,
para poder condenarlo a muerte, pero no la encontraban.
56 Muchos
presentaban falsos testimonios contra él, pero sus testimonios no concordaban.
57 Entonces
algunos se levantaron y presentaron un falso testimonio contra él. Dijeron:
58 «Nosotros
le hemos oído decir: “Yo derribaré este templo hecho por la mano del hombre, y
en tres días levantaré otro sin la intervención humana.”»
59 Pero ni
aun así se ponían de acuerdo en sus testimonios.
60 El sumo
sacerdote se paró en medio del tribunal y le preguntó a Jesús: «¿No vas a
responder? ¡Mira lo que éstos dicen contra ti!»
61 Pero
Jesús guardó silencio, y no contestó nada, así que el sumo sacerdote le volvió
a preguntar: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?»
62 Jesús le
respondió: «Yo soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del
Poderoso, y venir en las nubes del cielo.»
63 El sumo
sacerdote se rasgó entonces sus vestiduras, y dijo: «¿Qué necesidad tenemos de
más testigos?
64 ¡Ustedes
han oído la blasfemia! ¿Qué les parece?» Y todos ellos lo condenaron y
declararon que merecía la muerte.
65 Algunos
comenzaron a escupirlo, y mientras le cubrían el rostro y le daban de
puñetazos, le decían: «¡Profetiza!» Y también los alguaciles le daban de
bofetadas.
66 Mientras
Pedro estaba abajo, en el patio, llegó una de las criadas del sumo sacerdote 67
y, al ver a Pedro calentándose junto al fuego, le dijo: «¡También tú estabas
con Jesús el nazareno!»
68 Pero
Pedro lo negó, y dijo: «No lo conozco, ni sé de qué hablas.» Y se dirigió a la
entrada. En ese momento cantó el gallo.
69 Pero la
criada volvió a verlo, y comenzó a decir a los que estaban allí: «¡Éste es uno
de ellos!»
70 Pedro
volvió a negarlo. Pero poco después los que estaban allí volvieron a decirle:
«La verdad es que eres uno de ellos, pues eres galileo.»
71 Pedro
comenzó entonces a maldecir y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre, del que
ustedes hablan!»
72 En ese
mismo instante el gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro se acordó de lo
que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás
negado tres veces.» Y al pensar en esto, se echó a llorar.
JESUS ES CONDENADO A LA MUERTE POR LOS SACERDOTES
1.
Jesús ora en Getsemaní (v.32-42)
Jesús
fue a Getsemaní a orar con sus discípulos Pedro, Jacobo y Juan les manifestó
que estaba triste de muerte y angustiado. Los dejó en un lado y se fue a orar
pidiendo al Padre si es posible no pasar este sufrimiento pero no lo que El
quiere sino lo que Padre quiera.
Vuelve
y los haya dormidos, los desafía a mantenerse despiertos para no caer en tentación
ya que la carne es débil pero el espíritu está dispuesto. Oró de la misma forma
hasta tres veces, y siempre estaban dormidos. En la última señala ya la hora de
que sea entregado.
Preg.Aplic.: ¿Tengo
un grupo de soport?, ¿estoy siendo honesto con los demás sobre mis angustias?,
¿estoy desarrollando una vida de oración?, ¿cómo es mi forma de orar: pedir solamente
o sujetarme a su voluntad?, ¿estoy cayendo en tentaciones o me fortalezco en el
Señor?
2.
Arresto de Jesús (v.43-53)
Vino
una multitud armada con Judas y con un beso entregó al Señor. Lo arrestaron, pero uno por defender cortó la
oreja al siervo del sumo sacerdote. El Señor les increpa que han venido a
arrestarlo como ladrón, cuando antes estuvo en el templo, pero es para que se
cumpla las Escrituras. Los discípulos lo abandonaron y huyeron. Y lo llevaron
ante el sumo sacerdote con los sacerdotes, ancianos y escribas.
Preg.Aplic.: ¿Soy
una persona leal o traicionera?, ¿estoy buscando mi propia justicia?, ¿estoy
creyendo la verdad de la Palabra de Dios?, ¿estoy cumpliendo mi palabra?, ¿soy
miedoso y cobarde y huyo de mis promesas?
3.
Acusación y sentencia de muerte
a Jesús (v.54-65)
Pedro
seguía Jesús de lejos. En el tribunal buscaban pruebas y había falsos
testimonios como uno que dijo que iba a destruir el templo y que lo levantará
en tres días. El sumo sacerdote lo interroga de por qué no responde a las
acusaciones. Ante su silencio le pregunta si es el Cristo, el hijo del Bendito.
Jesús respondió: “Yo soy, y lo verán sentando a la derecha del Poderoso y
vendrá en las nubes” . El sumo sacerdote se rasga las vestiduras y todos lo
condenan muerte y le comenzaron a golpear, insultar y escupir.
Preg.Aplic.: ¿Estoy
buscando un justo juicio o me guio por mentiras?, ¿he creído en Jesús como el
Cristo, el Mesías prometido?, ¿busco la justicia humano o clamo por la justicia
divina?
4. Pedro niega a Jesús(v.66-72)
Una
criada del sumo sacerdote reconoce a Pedro y le dice que estaba con Jesús.
Pedro responde que no lo conoce y se retiró. El gallo cantó por primera vez.
La
criada insistía, pero Pedro lo negaba. Otros le dicen que es uno de ellos,
porque es galileo. Pedro maldecía y juraba que no conocía a Jesús. El gallo
cantó por segunda vez. Pedro se acordó de las palabras de Jesús de que lo iba a
negar tres veces y echó a llorar.
Preg.Aplic.: ¿Reconozco
que soy pecador y que en mis fuerzas nunca podré ser fiel al Señor?, ¿estoy
basando mi fe en la religiosidad o dependo de Dios?, ¿estoy dejando a Dios toda
arrogancia y autosuficiencia?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
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Pueden ver el video de la aplicación del devocional
en el link:
https://www.youtube.com/watch?v=0bjiv84Zcno
Equipo AATC
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