lunes, 16 de junio de 2014

Job 5

Job 5
1 »Grita cuanto puedas; a ver quién te responde. ¿A qué dioses puedes apelar?
2 Es un hecho que al necio lo mata la ira, y a los que todo codician los mata la envidia.
3 He visto cómo prospera el malvado, pero al mismo tiempo he deseado su desgracia; 4 he deseado que sus hijos vivan inseguros, y que en el tribunal no se les haga justicia, que no haya quién los defienda; 5 que los hambrientos se coman su cosecha, y que ellos la rebusquen entre los espinos; que los sedientos los dejen en la ruina.
6 Ni la aflicción ni los sufrimientos brotan de la tierra sin razón alguna; 7 en cambio nosotros somos como las chispas: saltamos por el aire tan sólo para morir.
8 »Yo, en tu lugar, recurriría a Dios y me pondría en sus manos.
9 Dios hace cosas grandes e incomprensibles; ¡imposible contar las maravillas que realiza!
10 Con su lluvia cubre toda la tierra; con el agua empapa los campos.
11 A los humildes los enaltece, y a los afligidos los consuela; 12 Desbarata los planes de los astutos, y hace que sus proyectos fracasen; 13 atrapa a los malvados con sus propias artimañas
y desbarata sus planes perversos.
14 En pleno día caminan como ciegos; a pleno sol andan a tientas, como de noche.
15 Dios libra a los pobres del poder de los impíos; los libra del poder de los violentos
y de sus lacerantes ofensas.
16 Dios es la esperanza de los débiles; Dios les tapa la boca a los malvados.
17 »¡Dichoso aquél a quien Dios corrige!
Así que agradece la corrección del Todopoderoso.
18 Dios abre heridas, pero también las sana; hiere tu cuerpo, pero te devuelve la salud.
19 Cuando te vengan seis desgracias, en la séptima te librará del mal.
20 Aunque haya hambre, él te dará vida; aunque haya guerra, te librará de la espada.
21 Te librará de la gente de lengua mordaz, y ante un desastre no tendrás nada que temer.
22 Podrás reírte de la destrucción y del hambre; no temerás que te ataquen las fieras salvajes.
23 Estarás en paz con las piedras del campo, y los animales salvajes serán tus amigos.
24 Sabrás lo que es vivir en paz, tendrás tu propio ganado, y nada te faltará.
25 Disfrutarás de una vasta descendencia, que crecerá como la hierba del campo.
26 Morirás tras haber vivido una larga vida; en plena madurez, como las espigas de trigo.
27 Esto lo hemos indagado, y sabemos que es verdad; óyelo bien, pues tú mismo puedes comprobarlo.»

CONSEJOS DE ELIFAZ 1
Elifaz continúa con su discurso.
1.       Elizaf desarrolla tu teoría (v.1-7)
Elizaf piensa que el origen del sufrimiento está en las obras, ya que nada sucede al azar. Aunque es contradictorio como los malvados prosperan.
Nota: No necesariamente el origen del sufrimiento está en el pecado, pueden ser pruebas que Dios permite para bien. Asimismo, la prosperidad material no es sinónimo de fidelidad de Dios ni que estamos en comunión con él.
P.A.: ¿Estoy padeciendo dificultades por mis pecados?, ¿estoy sufriendo por mi fe y por seguir a Cristo?, ¿el Señor está usando las dificultades para cambiarme?, ¿estoy asociando la prosperidad a lo material?, ¿estoy “envidiando” a los malvados por “su prosperidad”?
2.       Elizaf anima a Job a buscar a Dios (v.8-27)
Elizaf le sugiere que busque a Dios: bendice con la lluvia, enaltece al humilde, da esperanza y consuelo, los libra de los malos, desbarata los planes de los malos, corrige a los que ama, Dios te sanará y proveerá y te bendecirá.
Nota: Elizaf sigue creyendo que la bendición de Dios está asociada a las obras del hombre. Si eres bueno, te irá bien en todo; si eres malo, te irá mal en todo. Su visión es limitada ya que se fija en que la prosperidad es sólo material y física.
P.A.: ¿Estoy buscando a Dios en medio de las dificultades?, ¿estoy rendido a Su misericordia?, ¿me estoy sujetando a soberanía de Dios?

Oremos,


Pedro

No hay comentarios:

Publicar un comentario