viernes, 20 de junio de 2014

Job 9

Job 9
1 Entonces Job le respondió:
2 «Esto es verdad, y lo sé. ¿Cómo puede el hombre justificarse ante Dios?
3 De ninguna manera pretendo contender con él, porque no podría responderle una cosa entre mil.
4 Su corazón es sabio, y grande es su poder; nadie puede desafiarlo y salir bien librado.
5 En su furor, hace polvo las montañas, y nadie sabe quién las hizo añicos.
6 Hace que la tierra se sacuda, y que sus bases se estremezcan; 7 ordena al sol no salir, y éste no sale; a las estrellas les quita su brillo; 8 extiende los cielos como un manto, y se pasea sobre las olas del mar; 9 él hizo la Osa, las Pléyades y el Orión, y las constelaciones del sur; 10 sus grandes maravillas nadie las puede entender; son tan numerosas que nadie las puede contar.
11 Si él pasara frente a mí, no lo podría contemplar; no soy capaz de entender su presencia.
12 Si él arrebata, ¿quién le hará restituir? ¿Quién puede cuestionarlo por lo que hace?
13 »Dios no se retracta, si se enoja; ante él se humillan incluso los más soberbios.
14 ¿Cómo podría yo responderle? ¡No podría hallar las palabras para contradecirle!
15 Aun si yo fuera inocente, no me puedo defender; más bien, le rogaría que me tuviera compasión.
16 Si yo quisiera hablarle, y él me respondiera, me es difícil creer que me hiciera caso.
17 Ya me ha enviado una lluvia de quebrantos, y sin razón me ha causado muchas heridas.
18 ¡Son tantas mis amarguras que ni tiempo tengo de recobrar el aliento!
19 Si hablamos de su poder, él es más poderoso; si hablamos de llevarlo a juicio, ¿quién lo emplazará?
20 Si me declaro inocente, mi propia boca me condena; si me declaro perfecto, eso me hace culpable.
21 Aunque sea yo inocente, eso no importa, pues tengo mi vida en poca estima.
22 »Pero hay algo más que quiero decir: Dios destruye tanto al bueno como al malo.
23 Cuando ocurre algún desastre repentino, él parece burlarse de la angustia del inocente.
24 Cuando la tierra cae en poder de los malvados, él les cierra los ojos a los jueces.
Y si esto no lo hace Dios, ¿entonces quién?
25 »Veo que mis días se van con gran rapidez; se van sin que yo haya sabido qué es ser feliz.
26 Pasan las horas como naves fugaces, como águilas que raudas caen sobre su presa.
27 Si yo dijera: “Voy a olvidar mis lamentos, y a poner una cara alegre para seguir adelante”,
28 aún me perturbarían todos mis dolores, pues nadie cree que sea yo inocente.
29 Y como nadie cree en mi inocencia, ¿para qué voy a esforzarme en vano?
30 Aunque me lave con jabón, y me restriegue las manos con lejía, 31 aun así me arrojarías al muladar, ¡y mis vestidos resultarían repugnantes!
32 Dios no es como yo, un simple hombre a quien yo pueda acusar y llevar a juicio.
33 Tampoco hay un juez entre nosotros, ante el cual podamos dirimir nuestro caso.
34 Nada le impide a Dios castigarme y llenarme de terror.
35 ¡Cómo quisiera poder hablar sin temor, pero no estoy en condiciones de hacerlo!

JOB RESPONDE A BILDAD
1.       Job reconoce la grandeza de Dios (v.1-13)
El Señor es muy grande nadie puede contender ante El. Es sabio y la creación depende de El. Nadie lo puede entender y cuestionar, no cambia y humilla a los soberbios.
P.A.: ¿Conozco al Dios de la biblia?, ¿estoy cuestionando a Dios por lo que me está pasando a mí?, ¿estoy reconociendo la grandeza y soberanía de El?, ¿me humillo ante Su presencia?
2.       Job se siente corto ante Dios (v.14-21)
Aunque Job es justo (v.17) él se ve corto ante Dios debido a sus sufrimientos, ya que no puede contradecirlo, no se puede defender (aunque le pediría compasión), no sabe si lo escuchará ya que ha sido quebrantado, no puede cuestionarlo, pero piensa que su vida tiene poco valor.
P.A.: ¿Estoy sufriendo a pesar que soy integro ante Dios?, ¿siento que mi vida no tiene valor porque veo que estoy sufriendo más de la cuenta?, ¿por qué no me rindo ante el Señor y me sujeto a sus propósitos?
3.       Job acepta que está sujeto a la soberanía de Dios (v.22-35)
Job expone: los sufrimientos ocurren para buenos y malos, Dios es soberano de la justicia, del tiempo, nadie cree en su inocencia más bien igual lo van a castigar, Dios no es como yo tiene todo el control y no puedo hablar sin temor ante El.
P.A.: ¿Soy consciente que no soy el único que sufro?, ¿está el Señor permitiendo las pruebas en mi vida para cambiarme y depender más de El?, ¿estoy cuestionando a Dios y poniéndolo a “mi altura”?, ¿por qué no me rindo ante el Señor?

Oremos,


Pedro

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