Salmos
119:49-56
49 Recuerda
las promesas que me hiciste, en las cuales he puesto mi esperanza.
50 En mi
aflicción, ellas son mi consuelo; pues tu palabra me infunde nueva vida.
51 Los
soberbios se burlan mucho de mí, pero ni así me aparto de tu ley.
52 Mi
consuelo, Señor, es recordar que tu justicia es siempre la misma.
53 Me
horroriza pensar que hay malvados que se mantienen alejados de tu ley.
54 Aunque en
este mundo estoy de paso, mis canciones son tus estatutos.
55 Por las
noches pienso en ti, Señor, pues quiero obedecer tu ley.
56 Esto es
lo que me ha tocado: poner en práctica tus mandamientos.
LOS DESEOS DEL SALMISTA
El salmista expresa
en una oración a Dios sus deseos:
1.
La Palabra le trae esperanza y consuelo
(v.49-50)
2.
Se esfuerza por ser fiel y confía en la justicia
de Dios (v.51-52)
3.
Su deseo es cantar sus mandamientos, obedecerlos
y ponerlos en práctica (v.53-56)
Preg. Aplic.: ¿Tengo esperanza y consuelo en
mi corazón?, ¿estoy dependiendo de Dios?, ¿confio en la justicia de Dios?, ¿estoy
poniendo en práctica los mandamientos del Señor?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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