Salmos 119:104-112
Nun
105 Tu
palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!
106 Me
comprometí, y no me arrepiento: voy a obedecer tus justas sentencias.
107 Señor,
me encuentro muy afligido; dame vida, conforme a tu promesa.
108 Señor,
espero que te agraden mis votos; enséñame a entender tus juicios.
109 Mi vida
está siempre en peligro, pero yo no me olvido de tu ley.
110 Gente
malvada me ha tendido trampas, pero yo no me he apartado de tus mandamientos.
111 Tengo tu
palabra como herencia eterna, porque ellos me alegran el corazón.
112 De
corazón me dispongo a cumplir tus estatutos siempre, hasta el fin de mis días.
LAS DECISIONES DEL SALMISTA
El salmista entiende
las riquezas de la ley de Dios: es una lámpara que ilumina y guía su camino
(v.105). El ha tomado decisiones:
1.
Se ha comprometido en obedecer Sus sentencias
(v.106)
2.
Creer en sus promesas y entender Sus juicios a pesar de las pruebas (v.107-108)
3.
No apartarse ni olvidarse de sus mandamientos a
pesar de las injusticias (v.109-110)
4.
Alegrarse en Su herencia que es la Palabra que
le da gozo y que él ha decidido cumplir hasta morir (v.111-112)
Preg. Aplic.: ¿Me he comprometido en
obedecer y guardar los mandamientos del Señor?, ¿me estoy manteniendo en el
Señor a pesar de las pruebas e injusticias?, ¿tengo gozo en mi alma?, ¿hay en
mi vida la decisión de morir obedeciendo Sus mandamientos?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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