Salmos 1
1
Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados, ni se detiene a
hablar con pecadores, ni se sienta a conversar con blasfemos.
2 Que, por
el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella.
3 Ese hombre
es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento da su fruto, y
sus hojas no se marchitan.
¡En todo lo
que hace, prospera.
4 Con los
malvados no pasa lo mismo; ¡son como el tamo que se lleva el viento!
5 Por eso
los malvados y pecadores no tienen arte ni parte en el juicio ni en las
reuniones de los justos.
6 El Señor
conoce el camino de los justos, pero la senda de los malos termina mal.
EL HOMBRE JUSTO V.S. LOS MALOS
En este
Salmos 1 no se refiere a que los hombres son unos mejores que otros en el
sentido de obras, porque las obras no salvan, se refieren a hombre pecadores
(malvados) que han sido justificado (perdonado sus pecados) y que han alcanzado
la gracia salvadora de Dios.
1. LOS JUSTIFICADOS (v. 1-3; 6b)
Un
hombre justificado por Dios no anda en consejos de malos ni malas compañías
sino que ama la Palabra de Dios y la estudia día y noche. Su vida es como un
árbol sembrado a la orilla de un arroyo (Dios), que da su fruto a su tiempo,
con hojas verdes (buen carácter) y que le va bien (prospera) en lo emprende
porque Dios los cuida.
P.A.: ¿Qué tipo de consejeros estoy
buscando?, ¿qué personas me están influyendo?, ¿estoy amando y estudiando la
biblia?, ¿estoy dependiendo de Dios diariamente?, ¿mi vida está llena de
frutos?, ¿mi vida refleja un buen carácter?, ¿está el Señor prosperando lo que
hago?
2. LOS DECIDEN SEGUIR EN MALDAD (v. 4-5; 6a)
Los
hombres que no deciden arrepentirse y seguir en pecado son inestables y
llevados por el viento. Serán juzgados y nadie los salvará porque no aceptaron la
salvación de Dios y no disfrutarán de la redención y van camino a la perdición
eterna.
P.A.: ¿Estoy siendo duro y sin
arrepentimiento ante Dios?, ¿estoy teniendo una vida inestable y sin fruto?
Nota: ¿Por qué no tomo un tiempo y me
arrepiento y vuelvo a Dios?
Oremos,
Equipo AATC
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