Salmos 16
1 Cuídame,
oh Dios, porque en ti confío.
2 Yo
declaro, Señor, que tú eres mi dueño; que sin ti no tengo ningún bien.
3 Poderosos
son los dioses del país, según todos los que en ellos se complacen.
4 ¡Pero
grandes dolores esperan a sus seguidores!
¡Jamás
derramaré ante ellos ofrendas de sangre, ni mis labios pronunciarán sus
nombres!
5 Tú, Señor,
eres mi copa y mi herencia; tú eres quien me sostiene.
6 Por suerte
recibí una bella herencia; hermosa es la heredad que me asignaste.
7 Por eso te
bendigo, Señor, pues siempre me aconsejas, y aun de noche me reprendes.
8 Todo el
tiempo pienso en ti, Señor; contigo a mi derecha, jamás caeré.
9 Gran
regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza,
10 porque no me abandonarás en el sepulcro, ¡no dejarás que sufra corrupción
quien te es fiel.
11 Tú me
enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a
tu lado seré siempre dichoso!
EL SEÑOR ES MI HERENCIA
David confía en el Señor (v.1-11)
·
Declara que es el dueño de todo lo que tiene, es
Su herencia (v.1-2)
·
Admira a los que aman a Dios (v.3)
·
Nunca participará con los idólatras (v.4)
·
Es feliz con la herencia que le ha dado (v.5-6)
·
Dios le aconseja cuando duerme (v.7)
·
Siempre está pensando en Dios, confiando en El
nunca caerá ni será olvidado (v.8-11)
Preg. Aplic.: ¿Estoy
confiando y dependiendo del Señor?, ¿es el Señor mi herencia?, ¿estoy teniendo
como amigos a personas que aman a Dios?, ¿estoy cuidando mi vida para no caer?,
¿tengo contentamiento con lo que Dios me ha dado?, ¿está el Señor aconsejando y
guiando mi vida?, ¿hay en mi vida firmeza y estabilidad, vivo confiado?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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