Salmos 61
1 Dios mío,
¡escucha mi clamor!, ¡Atiende mi oración!
2 ¡Clamo a
ti desde los confines de la tierra, pues ya mi corazón desfallece!
Llévame a
una roca más alta que yo, 3 porque tú eres mi refugio, ¡eres fuerte torre que
me protege del enemigo!
4 Yo
habitaré en tu templo para siempre; bajo la sombra de tus alas estaré seguro.
5 Tú, Dios
mío, has escuchado mis votos, y has dado a los que temen tu nombre la tierra
que les prometiste.
6 Al rey le
has concedido más días de vida, y vivirá sus años de una a otra generación.
7 Siempre
reinará delante de ti, Dios nuestro, protegido por tu misericordia y tu verdad.
8 Y yo,
siempre cantaré salmos a tu nombre, y todos los días te cumpliré mis votos.
EL CLAMOR DEL SALMISTA
1. El clamor del salmista (v.1-3)
El
salmista clama con todo al Señor porque El es su roca, su refugio y su torre
fuerte.
Preg.Aplic.: ¿Es el Señor mi roca?, ¿es mi
refugio?, ¿es mi torre fuerte?, ¿estoy confiando totalmente en el Señor?
2. Las decisiones del salmista (4-8)
El
salmista va a estar consagrado siempre a Dios y tiene confianza en Su guía y que
reinará dependiendo del Señor. El salmista vivirá en adoración y en fidelidad.
Preg.Aplic.: ¿Está mi vida rendida y
consagrada a Dios?, ¿estoy dependiendo en todo al Señor?, ¿mi vida es de
adoración al Señor?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
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