Salmos 84
1 Señor de
los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo!
2 ¡Mi alma
anhela ardientemente estar, Señor, en tus atrios!
¡A ti, Dios
de la vida, elevan su canto mi corazón y todo mi ser!
3 Hasta los
gorriones y las golondrinas hallan dónde anidar a sus polluelos:
¡cerca de
tus altares, Señor de los ejércitos, rey mío y Dios mío!
4 ¡Cuán
felices son los que habitan en tu templo!, ¡Todo el tiempo te cantan alabanzas!
5 ¡Cuán
felices son los que hallan fuerzas en ti, los que ponen su corazón en tus
caminos!
6 Cuando
cruzan por el valle de las lágrimas, cambian su aridez en un manantial al
llenar la lluvia los estanques.
7 Van de
victoria en victoria, hasta llegar a verte, oh Dios, en Sión.
8 Señor,
Dios de los ejércitos, ¡oye mi oración!
Dios de
Jacob, ¡escúchame!
9 ¡Míranos,
Dios y escudo nuestro, y posa la mirada en el rostro de tu ungido!
10 Es mejor
pasar un día en tus atrios que vivir mil días fuera de ellos.
¡Prefiero
estar a la puerta de tu templo, oh Dios, que vivir en las mansiones de la
maldad!
11 Tú, Dios
y Señor, eres sol y escudo; tú, Señor, otorgas bondad y gloria a los que siguen
el camino recto, y no les niegas ningún bien.
12 Señor de
los ejércitos, ¡cuán dichoso es el que en ti confía!
LA DICHA DEL SALMISTA
1. El anhelo del salmista (v.1-7)
El
salmista expresa su necesidad de estar ante Dios. Y es feliz al estar en el
templo ante la presencia de Dios. En su altar el Señor los renueva y les da
victoria.
Preg.aplic.: ¿Estoy anhelando y buscando a
Dios con ímpetu?, ¿mi vida de oración es constante?, ¿está el Señor renovando y
guiando mi vida?
2. La petición al Señor (v.8-12)
El
salmista expresa que le está buscando y clamando para que Dios obre en ellos.
Dios es escudo y protección a los rectos de corazón y son dichosos los que confian
en El.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando a Dios en
oración y dejando toda necesidad?, ¿estoy confiando en la protección de Dios?,
¿está en Señor dándome paz?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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