Salmos 43
1 Dios mío,
¡hazme justicia!, ¡Defiéndeme!, ¡Líbrame de gente impía, mentirosa e inicua!
2 Tú eres mi
Dios, mi fortaleza; ¿por qué me has abandonado?, ¿Por qué debo andar acongojado
y sufrir por la opresión del enemigo?
3 Envía tu
luz y tu verdad; ellas me guiarán hasta tu santo monte, me conducirán hasta el
templo donde habitas.
4 Me
acercaré entonces a tu altar, mi Dios, y allí, mi Dios, te alabaré al son del
arpa, pues tú eres mi Dios, mi gozo y alegría.
5 ¿Por qué
te desanimas, alma mía?, ¿Por qué te inquietas dentro de mí?.
Espera en
Dios, porque aún debo alabarlo.
¡Él es mi
Dios! ¡Él es mi salvador!
MI FORTALEZA
·
El salmista expresa su necesidad (v.1-). Pide
justicia y defensa ante gente impía que busca hacerle daño
·
El salmista cree en el Señor (v.2-4). A pesar de
su desánimo reconoce que Dios es su fortaleza, gozo y alegría, y pide que lo
guíe en su adoración a El
·
El salmista reacciona y se anima en Dios (v.5).
Escucha al Señor y reconoce que debe esperar en la salvación de Dios y creer en
El
Preg.Aplic.: ¿Estoy abriendo mi corazón en
oración al Señor?, ¿es el Señor mi fortaleza y gozo?, ¿estoy descansando y esperando
en Dios?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
No hay comentarios:
Publicar un comentario