Salmos 58
1 Ustedes
los jueces ¿en verdad hacen justicia?. Ustedes, simples mortales, ¿juzgan con
rectitud?
2 Más bien,
en su corazón urden hacer el mal, y luego actúan con violencia en la tierra.
3 Los impíos
se desencaminan desde la matriz; se descarrían y mienten desde que nacen.
4 Son
venenosos como serpientes; se tapan los oídos; son como un áspid sordo 5 que no
escucha la voz de los magos, de los hábiles encantadores.
6 Dios mío,
¡rómpeles los dientes!. Señor, ¡rómpeles a esos leones los colmillos!
7 ¡Que se
diluyan, como el agua que corre!, ¡Que sus saetas se hagan pedazos al
dispararlas!
8 ¡Que se
disuelvan como los caracoles!, ¡Que sean como abortivos y jamás vean el sol!
9 ¡Que antes
de darse cuenta ardan como espinos!, ¡Que aun con vida el viento los arrebate!
10 Al verse
vengados, los justos se alegrarán y se empaparán los pies en la sangre del
impío.
11 Entonces
se dirá:
«Ciertamente,
los justos serán recompensados; ciertamente, hay un Dios que juzga en la
tierra.»
LA JUSTICIA DE DIOS
1. El malvado se cree juez (v.1-5)
Los
malvados son injustos y violentos. Han nacido en maldad y son hábiles
encantadores para destrucción.
Preg.aplic.: ¿Estoy cayendo continuamente en
pecados?, ¿hay en mi corazón verdadero arrepentimiento para un cambio
verdadero?
2. El salmista ora por justicia divina (v.6-11)
El
salmista pide a Dios que haga su justicia contra los malvados. Y sabe que el
Señor responderá y recompensará a sus fieles.
Preg.Aplic.: ¿Estoy confiando y dependiendo
de la justicia de Dios?, ¿estoy teniendo fe y creyendo en las respuestas de
Dios?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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