miércoles, 6 de julio de 2016

Eclesiastés 1

Eclesiastés 1
1  Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
12 Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén.
13 Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.
14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.
16 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.
17 Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.
18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

LA REALIDAD DE LA VIDA
Estas son palabras de Salomón, el hombre más rico y sabio de su tiempo (v.1). 
1.       La vanidad del trabajo por dinero (v.2-11)
De que vale tanto afán por trabajar. La vida en la tierra se termina con la muerte, por lo que la vida debería disfrutarse “viviendo”. La tierra y la naturaleza se mantienen con sus ciclos normales. Y la historia humana se repite y en esencia no hay nada nuevo, pero el hombre sigue afanado y turbado por material que se va acabar.
Preg.Aplic.: ¿Estoy cayendo en afán y ansiedad por lo material?, ¿estoy poniendo mi preocupación más en lo material que en la vida misma?, ¿estoy “viviendo” o sobreviviendo?
2.       La vanidad de querer conocer todo (v.12-18)
Salomón al ser tan sabio quiso conocer y saber todo. Y lo peor es que no se puede cambiar lo torcido. Las ansias por saber lo llevaron a estar tenso y ansioso, y nunca estar satisfecho. Y lo peor es que conocer más, le traía más problemas.
Preg.Aplic.: ¿Creo que estudiar de todo me va a dar satisfacción?, ¿estoy poniendo limite a mi autosuficiencia?, ¿estoy cayendo en afán y ansiedad por conocer más?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC