martes, 25 de noviembre de 2014

Salmos 97

Salmos 97
1 ¡El Señor reina! ¡Que se regocije la tierra! ¡Que se alegren las muchas costas!
2 ¡El Señor está rodeado de densas nubes! ¡Su trono se basa en la justicia y el derecho!
3 ¡Un fuego avanza delante de él, que consumirá a los enemigos que lo rodean!
4 ¡Sus relámpagos alumbran el mundo! ¡Al verlos, la tierra se estremece!
5 ¡En presencia del Señor, en presencia del Señor de toda la tierra, los montes se derriten como cera!
6 Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos contemplan su gloria.
7 ¡Avergüéncense todos ustedes, que rinden culto a las imágenes de talla!
¡Y ustedes, que se jactan de los ídolos! ¡Póstrense ante él todos los dioses!
8 Sión lo supo, Señor, y se regocijó; las ciudades de Judá se alegraron por tus juicios, 9 porque tú, Señor, estás por encima de toda la tierra; ¡estás por encima de todos los dioses!
10 Ustedes, los que aman al Señor, ¡aborrezcan la maldad!
El Señor protege la vida de sus fieles, y los libra del poder de los impíos.
11 La luz se difunde sobre los justos, y alegra a los rectos de corazón.
12 Ustedes, los justos, ¡alégrense en el Señor y alaben su santo nombre!

EL DIOS SOBERANO
1.       La soberanía de Dios (v.1-7)
El Señor gobierna en Su creación. El Señor hará Su justicia en la tierra y humillará a los idólatras.
Preg.Aplic.: ¿Estoy reconociendo la soberanía de Dios?, ¿creo y confío en la justicia del Señor?
2.       La adoración de sus fieles (v.8-12)
El salmista llama a adorar al verdadero Dios. Los fieles que Dios protege son aquellos que aborrecen lo malo, son justos y son rectos de corazón.
Preg.Aplic.: ¿Mi vida es de alabanza a Dios?, ¿estoy aborreciendo el pecado, hago justicia y mi corazón es recto ante Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC



martes, 18 de noviembre de 2014

Salmos 96

Salmos 96
1 ¡Canten al Señor un cántico nuevo! ¡Canten al Señor todos en la tierra!
2 ¡Canten al Señor! ¡Bendigan su nombre! ¡Anuncien su salvación todos los días!
3 ¡Proclamen su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre todos los pueblos!
4 El Señor es grande, y digno de alabanza; ¡es temible, más que todos los dioses!
5 Todos los dioses de los pueblos son ídolos, pero el Señor es quien creó los cielos.
6 En su presencia hay alabanza y magnificencia; en su santuario hay poder y gloria.
7 Ustedes, familias de los pueblos, ¡tributen al Señor la gloria y el poder!
8 ¡Tributen al Señor la honra que merece su nombre! ¡Traigan sus ofrendas, y vengan a sus atrios!
9 ¡Adoren al Señor en la hermosura de la santidad! ¡Tiemblen ante él todos en la tierra!
10 Digan entre las naciones: «¡El Señor es rey!
El Señor afirmó el mundo, y no será conmovido; el Señor juzga a los pueblos con justicia.»
11 ¡Que se alegren los cielos y se regocije la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene!
12 ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que todos los árboles del bosque rebosen de gozo 13 delante del Señor, que ya viene! ¡Sí, el Señor viene a juzgar la tierra!
¡Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad!

LAS RAZONES PARA ALABAR AL SEÑOR
El salmista llama a cantar y a alabar a Dios
·         Porque Dios es Todopoderoso y digno de alabanzas.
·         Porque es el Dios verdadero
·         Porque es el creador y Señor
·         Porque es justo
·         Porque viene pronto
Preg.Aplic.:  ¿Estoy tomando tiempo para alabar a Dios?, ¿soy agradecido y reconozco su grandeza en mi vida?, ¿estoy rendido a Su justicia?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC



viernes, 14 de noviembre de 2014

Salmos 95

Salmos 95
1 ¡Vengan y con alegría aclamemos al Señor! ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!
2 ¡Lleguemos ante su presencia con alabanza! ¡Aclamémosle con cánticos!
3 ¡Grande es el Señor, nuestro Dios! ¡Gran Rey es él sobre todos los dioses!
4 En su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
5 Suyo es también el mar, pues él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca.
6 ¡Vengan, y rindámosle adoración! ¡Arrodillémonos delante del Señor, nuestro Creador!
7 El Señor es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos las ovejas de su mano!
«Si hoy escuchan ustedes mi voz, 8 no endurezcan su corazón, como en Meriba, como en el día de Masah, en el desierto.
9 Allí los padres de ustedes me tentaron; me pusieron a prueba, aunque vieron mis obras.
10 Cuarenta años estuve disgustado con esa gente, y me dije: “El corazón de este pueblo divaga; no han conocido mis caminos.”
11 Por eso, en mi furor juré que no entrarían en mi reposo.»

LA ALABANZA AL SEÑOR
1.       La adoración al rey (v.1-7a)
Cantar con júbilo al Señor que es grande y tiene control de su creación. Llama a adorar y humillarse ante Dios.
Preg.Aplic.: ¿Mi vida es de adoración constante a Dios?, ¿m estoy humillando y rindiendo a El?
2.       La lección de Israel (v.7b-11)
No hay que endurecer el corazón como lo hizo Israel en el desierto ni tentar a Dios cuestionándolo.
Preg.Aplic.: ¿Estoy siendo humilde en confiar y depender de Dios?, ¿me estoy sujetando a Su voluntad?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


jueves, 13 de noviembre de 2014

Salmos 94

Salmos 94
1 Tú, Señor, eres el Dios de las venganzas; ¡muéstrate, pues eres el Dios de las venganzas!
2 Tú eres el Juez de la tierra; ¡ven y dales su merecido a los soberbios!
3 ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuando se regocijarán los impíos?
4 ¿Hasta cuándo esos malhechores seguirán jactándose de sus crímenes?
5 A tu pueblo, Señor, lo oprimen; a los que son tuyos los afligen.
6 A las viudas y a los extranjeros los matan; a los huérfanos les quitan la vida, 7 y todavía dicen: «El Señor no nos verá; el Dios de Jacob no se dará cuenta.»
8 ¡Entiéndanlo bien, gente necia e insensata!
¿Cuándo van a actuar con sabiduría?
9 ¿Acaso no oirá el que hizo los oídos? ¿Acaso no verá el que hizo los ojos?
10 ¿No va a reprender el que castiga a las naciones? ¿Acaso no sabe de ciencia el maestro del género humano?
11 El Señor conoce la mente humana, y sabe que sólo piensa tonterías.
12 Señor, ¡cuán dichosos son aquellos a quienes corriges e instruyes en tu ley!
13 En tiempos difíciles les das tranquilidad, mientras que para el impío se cava una fosa.
14 Tú, Señor, no abandonas ni desamparas al pueblo que has hecho tuyo.
15 La justicia volverá a ser justicia, y los de recto corazón irán tras ella.
16 ¿Quién me defenderá de los malvados?
¿Quién se pondrá de mi parte contra los inicuos?
17 Si el Señor no me ayudara, pronto mi ser se quedaría en silencio.
18 Cuando dije: «Estoy a punto de caer», tú, Señor, por tu bondad me sostuviste.
19 Cuando me vi abrumado por la angustia, tú me brindaste consuelo y alegría.
20 Tú no eres amigo de esos reyes inicuos que con la ley en la mano violan la ley.
21 Ellos conspiran contra la vida del justo, y condenan a muerte al que es inocente.
22 Pero tú, Señor, eres mi refugio; eres mi Dios y la roca en que confío.
23 Tú les devolverás su iniquidad, y los destruirás con su propia maldad.
¡Tú, Señor y Dios nuestro, los destruirás!

LA INTERVENCION DEL DIOS JUSTO
1.       La justicia de Dios (v.1-11; 20-21; 23)
Dios es justo y es juez en la tierra. Hará justicia a los malos que afligen a los débiles y son injustos con los inocentes. Ellos creen que Dios no va a intervenir y son unos tontos, Dios los destruirá.
Preg.Aplic.: ¿Estoy siendo injusto?, ¿he caído en pecados que afectan a otros?, ¿hay en mi corazón un verdadero arrepentimiento?
2.       El reconocimiento de Dios (v.12-19; 22)
Que dichosos son a los que Dios guía en Su ley, que les da tranquilidad en tiempos difíciles y no abandona. El salmista reconoce que sin Dios estaría muerto, pero ha sido Dios quien lo ha sostenido y dado alegría.
Preg.Aplic.: ¿Está mi vida en paz en medio de las dificultades?, ¿estoy rendido totalmente confiando en el Señor?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Salmos 93

Salmos 93
1 ¡El Señor reina! ¡El Señor se ha vestido de magnificencia! ¡El Señor se ha revestido de gran poder! ¡El Señor afirmó el mundo, y éste no se moverá!
2 Su trono es firme desde el principio. ¡El Señor es el Rey eterno!
3 Los ríos levantaron, Señor; los ríos levantaron su voz; los ríos levantaron sus olas.
4 Tú, Señor, en las alturas, eres más poderoso que el estruendo de los mares; ¡más poderoso que las fieras olas del mar!
5 Tus testimonios, Señor, permanecen firmes; la santidad es el adorno de tu templo, por siempre y para siempre.

EL GIGANTE DIOS
·         El reina con todo poder!!!
·         Es soberano: su trono es firme!!!
·         Domina la naturaleza
·         Su Palabra permanece
·         Es eterno
Preg.Aplic.: ¿De qué tamaño es mi Dios?, ¿El tiene control de mi vida?, ¿estoy rendido confiando en el en todo?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


lunes, 10 de noviembre de 2014

Salmos 92

Salmos 92
1 ¡Cuán bueno es alabarte, Señor!
Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre, 2 anunciar tu misericordia por la mañana, y tu fidelidad todas las noches, 3 en el decacordio y en el salterio, y con tono suave en el arpa.
4 Tú, Señor, me has alegrado con tus obras; yo me regocijo por las obras de tus manos.
5 Muy grandes son tus obras, Señor, y muy profundos tus pensamientos.
6 La gente necia no lo sabe; la gente insensata no lo entiende: 7 si los impíos brotan como la hierba, y todos los inicuos prosperan, es para ser destruidos para siempre.
8 ¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas!
9 Bien puedo ver, Señor, a tus enemigos; bien puedo ver que tus enemigos perecerán, ¡que todos los malvados serán esparcidos!
10 Pero tú me darás las fuerzas del búfalo, y me ungirás con aceite fresco.
11 Mis ojos verán la derrota de mis enemigos; ¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!
12 Los justos florecerán como las palmeras; crecerán como los cedros del Líbano.
13 Serán plantados en la casa del Señor, y florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en su vejez darán frutos y se mantendrán sanos y vigorosos 15 para anunciar que el Señor es mi fortaleza, y que él es recto y en él no hay injusticia.

LA PROTECCION DE DIOS
1.       La alabanza al Señor (v.1-5)
Es bueno alabar y cantar al Señor todos los días!!!. Dios alegra nuestras vidas con sus grandes obras y su sabiduría!!!
Preg.aplic.: ¿Estoy alabando y cantando a Dios frecuentemente?, ¿estoy teniendo gozo y paz en el Señor?
2.       La protección de Dios (v.6-14)
Los inicuos prosperan, pero caen. Dios derrotará a los enemigos de Su pueblo, y les dará fuerzas como las de un búfalo, los hará florecer y les dará larga vida con la fortaleza de El.
Preg.Aplic.: ¿Estoy confiando en la protección de Dios?, ¿está el Señor floreciendo mi vida?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


viernes, 7 de noviembre de 2014

Salmos 91

Salmos 91
1 El que habita al abrigo del Altísimo y se acoge a la sombra del Omnipotente, 2 dice al Señor: «Tú eres mi esperanza, mi Dios, ¡el castillo en el que pongo mi confianza!»
3 El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora.
4 El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas.
¡Su verdad es un escudo protector!
5 No tendrás temor de los terrores nocturnos, ni de las flechas lanzadas de día; 6 no temerás a la peste que ronda en la oscuridad, ni a la mortandad que destruye a pleno sol.
7 A tu izquierda caerán mil, y a tu derecha caerán diez mil, pero a ti no te alcanzará la mortandad.
8 ¡Tú lo verás con tus propios ojos! ¡Tú verás a los impíos recibir su merecido!
9 Por haber puesto al Señor por tu esperanza, por poner al Altísimo como tu protector, 10 no te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa.
11 El Señor mandará sus ángeles a ti, para que te cuiden en todos tus caminos.
12 Ellos te llevarán en sus brazos, y no tropezarán tus pies con ninguna piedra.
13 Aplastarás leones y víboras; ¡pondrás tu pie sobre leones y serpientes!
14 «Yo lo pondré a salvo, porque él me ama. Lo enalteceré, porque él conoce mi nombre.
15 Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré.
16 Le concederé muchos años de vida, y le daré a conocer mi salvación.»

Dios es mi castillo de protección, es mi lugar seguro y de confianza
·         Me librará de trampas, lugares oscuros y enfermedades mortales (v.3)
·         Nunca dejará de cuidarme (v.4)
·         No me preocuparé ni de día ni de noche de estar en peligro de muerte ni de ninguna desgracia (v.5-6)
·         Así hayan miles de muertos, la mortandad no me tocará ni me pasará nada (v. 7)
·         El Señor es mi refugio y protección  y ningún desastre vendrá a mi hogar (v.9-10)
·         Los ángeles de Dios me cuidarán en todos mis caminos y me sostendrán para no tropezar con nada (v.11-12)
·         Caminaré y aplastaré leones y víboras (v.13)
·         Dios me protegerá y salvará (v.14)
·         Responderá mis oraciones (v.15)
·         Estará conmigo en la angustia (v.15)
·         Dios me rescatará y me honrará (v.15)
·         Me dará muchos años de vida (v.16)
·         Me gozaré en Su salvación (v.17)
Preg.Aplic.:  ¿Es el Señor mi castillo, refugio y lugar seguro?, ¿estoy confiando y dependiendo totalmente del Señor?, ¿creo en todas sus promesas de este salmos 91?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC



jueves, 6 de noviembre de 2014

Salmos 90

Salmos 90
1 Señor, tú has sido nuestro refugio de una generación a otra generación.
2 Antes de que nacieran los montes y de que formaras la tierra y el mundo; desde los tiempos primeros y hasta los tiempos postreros, ¡tú eres Dios!
3 Nos devuelves al polvo cuando dices:
«¡De vuelta al polvo, seres mortales!»
4 Para ti, mil años son, en realidad, como el día de ayer, que ya pasó; ¡son como una de las vigilias de la noche!
5 ¡Nos arrebatas como una violenta corriente! ¡Somos etéreos como un sueño! ¡Somos como la hierba que crece en la mañana!
6 Por la mañana crecemos y florecemos, y por la tarde se nos corta, y nos secamos.
7 Con tu furor somos consumidos; con tu ira quedamos desconcertados.
8 Tienes ante ti nuestras maldades; ¡pones al descubierto nuestros pecados!
9 Nuestra vida declina por causa de tu ira; nuestros años se esfuman como un suspiro.
10 Setenta años son los días de nuestra vida; ochenta años llegan a vivir los más robustos.
Pero esa fuerza no es más que trabajos y molestias, pues los años pronto pasan, lo mismo que nosotros.
11 ¿Quién conoce la fuerza de tu ira, y hasta qué punto tu enojo debe ser temido?
12 ¡Enséñanos a contar bien nuestros días, para que en el corazón acumulemos sabiduría!
13 Señor, ¿hasta cuándo te volverás a nosotros?
¡Calma ya tu enojo con tus siervos!
14 ¡Sácianos de tu misericordia al empezar el día, y todos nuestros días cantaremos y estaremos felices!
15 ¡Danos la alegría que no tuvimos todo el tiempo que nos afligiste, todos los años en que experimentamos el mal!
16 ¡Haz que tus obras se manifiesten en tus siervos, y que tu gloria repose sobre sus hijos!
17 Señor y Dios nuestro, ¡muéstranos tu bondad y confirma la obra de nuestras manos!
¡Sí, confirma la obra de nuestras manos!

EL RECONOCIMIENTO DE DIOS
1.       La realidad del hombre ante de Dios (v.1-12)
Dios es eterno, en cambio el hombre es limitado y perecedero, y sufre el juicio de Dios por su rebeldía. Además, el hombre vive sufriendo, y, por ello, el salmista pide que Dios le enseñe a vivir con sabiduría.
Preg.Aplic.: ¿Estoy reconocimiento mis limitaciones ante Dios?, ¿estoy pidiendo guía a Dios para vivir con Su sabiduría?
2.       El clamor a Dios (v.13-17)
El salmista pide piedad y misericordia, que les de la alegría de Su restauración y que se glorifique en la vida y obra de ellos.
Preg.Aplic.: ¿Estoy encontrando paz y gozo en el Señor?, ¿está mi vida glorificando a Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Salmos 89

Salmos 89
1 Por siempre alabaré la misericordia del Señor; de una generación a otra, mis labios exaltarán tu fidelidad.
2 Por siempre afirmaré que tu misericordia se mantendrá firme en los cielos, y que en ellos se afirmará tu verdad.
3 Tu dijiste: «He hecho un pacto con mi escogido. A mi siervo David le hice este juramento:
4 “Confirmaré tu descendencia para siempre, y afirmaré tu trono por todas las generaciones.”»
5 Señor, los cielos celebran tus maravillas; la congregación de los santos proclama tu verdad.
6 ¿Quién, Señor, se iguala a ti en los cielos? ¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses?
7 ¡Dios temible en el concilio de los santos! ¡Dios grande y terrible sobre cuantos lo rodean!
8 Poderoso Señor, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? ¡Tu fidelidad te rodea!
9 Tú dominas la violencia del mar; cuando sus ondas se agitan, tú las sosiegas.
10 Tú aplastaste a Rajab y lo heriste de muerte; con tu brazo poderoso dispersaste a tus enemigos.
11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra y el mundo y su plenitud, pues tú lo fundaste.
12 Tú creaste el norte y el sur; los montes Tabor y Hermón alaban tu nombre.
13 Tuyo es el brazo poderoso; fuerte es tu mano, y exaltada tu diestra.
14 Tu trono se basa en la justicia y el derecho; la misericordia y la verdad son tus heraldos.
15 ¡Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y que anda, Señor, a la luz de tu rostro.
16 En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido.
17 Tú eres la gloria de nuestro poder; por tu buena voluntad acrecientas nuestra fuerza.
18 Tú, Señor, eres nuestro escudo; tú, Santo de Israel, eres nuestro rey.
19 En una visión a tus santos, y dijiste: «He brindado mi apoyo a un guerrero; he escogido a un joven de mi pueblo. 20 He encontrado a mi siervo David, y lo he ungido con mi santa unción.
21 Mi mano estará siempre con él; mi brazo siempre lo fortalecerá.
22 No lo sorprenderá el enemigo, ni le hará daño ningún malvado; 23 más bien, él derrotará a sus enemigos y herirá de muerte a los que lo aborrecen.
24 Mi verdad y misericordia estarán con él, y su poder será exaltado en mi nombre.
25 Con su mano izquierda dominará sobre el mar, y con su mano derecha dominará sobre los ríos.
26 Él me dirá: “Tú eres mi padre. Eres mi Dios, la roca de mi salvación”, 27 y yo lo declararé mi primogénito, ¡el más excelso de los reyes de la tierra!
28 Siempre seré con él misericordioso, y mi pacto con él se mantendrá firme.
29 Su descendencia permanecerá para siempre, y su trono durará mientras el cielo exista.
30 »Pero si sus hijos se apartan de mi ley y no andan conforme a mis decretos, 31 si transgreden mis estatutos y no cumplen mis mandamientos, 32 yo los castigaré por su rebelión; ¡los azotaré por sus iniquidades!
33 »Pero no apartaré de David mi misericordia, ni faltaré a mi verdad.
34 No me olvidaré de mi pacto, ni me retractaré de lo que he prometido.
35 Una vez he jurado por mi santidad, y no le mentiré a David.
36 Su descendencia permanecerá para siempre; su trono estará ante mí, como el sol; 37 firme para siempre, como la luna; ¡como un testigo fiel en el cielo!»
38 ¡Pero tú has rechazado a tu ungido! ¡Lo has menospreciado! ¡Te has enojado con él!
39 Has roto el pacto con tu siervo; ¡has echado por tierra su corona!
40 Has derribado todas sus murallas; ¡has destruido sus fortalezas!
41 Todos los que van por el camino lo saquean; los pueblos vecinos se burlan de él.
42 Has exaltado el poder de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios.
43 Le quitaste el filo a su espada, y no lo levantaste en la batalla.
44 Pusiste fin a su motivo de orgullo, y echaste por tierra su trono.
45 Has acortado los días de su vida, y lo has cubierto de vergüenza.
46 Señor, ¿hasta cuándo seguirás escondido? ¿Arderá tu ira para siempre, como el fuego?
47 Recuerda que mi vida es muy breve; ¿Por qué creaste tan frágil al género humano?
48 ¿Quién puede vivir sin ver la muerte? ¿Quién puede salvarse del poder del sepulcro?
49 Señor, ¿dónde están tus misericordias de antaño, que una vez juraste a David por tu verdad?
50 ¡Acuérdate, Señor, del oprobio de tus siervos, del oprobio de muchos pueblos, que llevo en el pecho!
51 Tus enemigos, Señor, nos han deshonrado; ¡tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido!
52 ¡Bendito sea el Señor para siempre! ¡Amén, y Amén!

EL JUICIO DE DIOS A SU PUEBLO
1.       La alabanza al Dios de Israel (v.1-18)
Dios es firme por siempre. Afirmará su pacto con Israel. El salmista alaba y reconoce la grandeza de Dios: tiene dominio de Su creación, es justo y merece alabanza y es escudo a Su pueblo.
Preg.Aplic.: ¿Estoy alabando al Señor y reconociendo Su grandeza?, ¿es el Señor mi escudo?
2.       La promesa de Dios (v.19-37)
Dios ha escogido a David como rey y siempre estará con él. Dios lo hará poderoso y cumplirá su pacto firme. Si sus hijos se apartan del Señor, los castigará. Pero cumplirá su promesa con David.
Preg.Aplic.: ¿Estoy confiando en la fidelidad de Dios?, ¿estoy siendo fiel y obediente a Su palabra?
3.       El reclamo del salmista por el juicio de Dios(v.38-44)
El Señor ha rechazado a su ungido, Dios lo ha destruido y humillado a Israel porque ha pecado. Le pide que tenga misericordia de su pueblo, que se acuerde de sus promesas y levante a Israel.
Preg.aplic.: ¿Estoy sufriendo las consecuencias de mis pecados?, ¿estoy arrepentido y buscando a Dios de verdad?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


martes, 4 de noviembre de 2014

Salmos 88

Salmos 88
1 Señor, Dios de mi salvación, delante de ti clamo noche y día.
2 Permite que mi oración llegue a tu presencia; ¡inclina tu oído a mi clamor!
3 Las calamidades me abruman; ¡ya me encuentro al borde del sepulcro!
4 ¡Hay quienes ya me dan por muerto, pues las fuerzas me abandonan!
5 Me encuentro relegado entre los muertos; como los caídos en batalla que yacen sepultados, y de los cuales ya no te acuerdas, pues fueron arrebatados de tu mano.
6 Me arrojaste en profunda fosa; ¡en el lugar de las tinieblas más profundas!
7 Has descargado tu enojo sobre mí; ¡me has afligido con tus embates de ira!
8 Has alejado de mí a mis conocidos; me has hecho repugnante a sus ojos.
Me encuentro encerrado, y no puedo salir; 9 La aflicción me nubla los ojos.
A ti, Señor, clamo todos los días; ¡a ti extiendo mis manos!
10 ¿Acaso manifiestas tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos a alabarte?
11 ¿Acaso en el sepulcro se alaba tu misericordia? ¿Se proclama acaso tu verdad entre los muertos?
12 ¿Hay en las tinieblas quien reconozca tus maravillas, o quien proclame tu justicia en la tierra del olvido?
13 ¡Pues yo sí clamo a ti, Señor! ¡Por la mañana dirijo a ti mis oraciones!
14 Señor, ¿por qué me rechazas? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Entre aflicciones, necesidades y temores, desde mi juventud he soportado terribles penas.
16 Tu ira pesa sobre mí, y me abruma; tus terribles ataques me han vencido.
17 Como un diluvio, a todas horas me rodean; ¡me tienen completamente cercado!
18 Has alejado de mí a mis amigos y compañeros, ¡y las tinieblas son mi sola compañía!

EL CLAMOR DEL SALMISTA
1.       El clamor en oración del salmista (v.1-2; 9b; 13)
Clama al Señor día y noche, pide que el Señor incline su oído. Al Señor extiende sus manos y a El ora.
Preg.Aplic.: ¿Estoy clamando a Dios día y noche?, ¿estoy dependiendo de Dios totalmente?
2.       Lo que el salmista está padeciendo (v.3-12; 14-18)
Las calamidades lo han abrumado, se encuentra herido. Siente que es Dios quien ha sido implacable con él, incluso le reclama y se queja porque está solo sin sus conocidos.
Preg.Aplic.: ¿Estoy padeciendo dificultades?, ¿estoy cuestionando a Dios por lo que está pasando?, ¿es Dios responsable de todo?, ¿hay en mi humildad de corazón o queja?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC