jueves, 5 de septiembre de 2013

1 Crónicas 4
1 Los hijos de Judá fueron Fares, Jesrón, Carmi, Jur y Sobal. 2 Reaía hijo de Sobal fue el padre de Yajat, y Yajat fue el padre de Ajumay y de Lajad. Éstas fueron las familias de los soratitas.
3 Los descendientes de Etam fueron Jezrel, Isma e Ibdas. Su hermana se llamaba Jaslelponí.
4 Penuel fue padre de Gedor, y Ezer fue padre de Jusá. Éstos fueron los hijos de Jur, el primogénito de Efrata, padre de Belén.
5 Asjur, el padre de Tecoa, tuvo dos mujeres, Hela y Nará. 6 Nará dio a luz a Ajusán, Jéfer, Temeni y Ajastari. Éstos fueron los hijos de Nará.
7 Los hijos de Hela fueron Séret, Yesojar y Etnán.
8 Cos fue el padre de Anub, de Sobebá y de la familia de Ajarjel hijo de Harún.
9 Jabés fue el más destacado de sus hermanos. Su madre lo llamó Jabés, porque dijo: «Yo lo di a luz con dolor.»
10 Y Jabés invocó al Dios de Israel. Dijo:
«¡Cómo quisiera que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo
y que me libres del mal, para que no sufra yo ningún daño!»
Y Dios le concedió lo que pidió.
11 Quelub, el hermano de Sujá, fue el padre de Mehír, que fue el padre de Estón. 12 Estón fue el padre de Bet Rafá, de Paseaj y de Tejiná, el fundador de la ciudad de Najás. Éstos son los varones de Reca.
13 Los hijos de Cenaz fueron Otoniel y Seraías.
Los hijos de Otoniel fueron Jatat 14 y Meonotay, que fue el padre de Ofrá.
Seraías fue el padre de Joab, antepasado de los habitantes del valle de Jarasín,[b] los cuales eran artífices.
15 Los hijos de Caleb hijo de Yefune fueron Iru, Elá y Noam.
El hijo de Elá fue Cenaz.
16 Los hijos de Yalelel fueron Zif, Zifa, Tirías y Asareel.
17 Los hijos de Esdras fueron Jéter, Mered, Efer y Jalón. Esdras fue también padre de María, de Samay y de Isbaj, el padre de Estemoa.
18 Jehudaía, su mujer, dio a luz a Jered, el padre de Gedor, a Jéber, el padre de Soco, y a Jecutiel, el padre de Zanoaj. Éstos fueron los hijos de Bitia, la hija de Faraón, con la cual se casó Mered.
19 Los hijos de la mujer de Hodías, la hermana de Naján, fueron el padre de Keila el garmita y Estemoa el macatita.
20 Los hijos de Simón fueron Amnón, Rina, Ben Janán y Tilón.
Los hijos de Isguí fueron Zojet y Ben Zojet.
21 Los hijos de Sela, el hijo de Judá fueron Er, el padre de Leca; Laada, el padre de Maresa, las familias de los que trabajan el lino en Bet Asbea, 22 Joacín, y Joás y Saraf, los varones de Cozeba, que según los registros antiguos dominaron en Moab y volvieron a Lehem. 23 Éstos eran alfareros, y habitaban en medio de plantíos y cercados, y estaban al servicio del rey.
24 Los hijos de Simeón fueron Nemuel, Jamín, Jarib, Zeraj, Saúl, 25 su hijo Salún, su hijo Mibsán, y su hijo Misma.
26 Los hijos de Misma fueron Jamuel, Zacur y Simey.
27 Simey tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni su familia se multiplicó como los hijos de Judá. 28 Habitaron en Berseba, Molada, Jasar Súal, 29 Bilá, Esén, Tolad, 30 Betuel, Jormá, Siclag, 31 Bet Marcabot, Jasar Susín, Bet Biray y Sagarayin. Éstas fueron sus ciudades, hasta el reinado de David. 32 Sus aldeas fueron Etam, Ayin, Rimón, Toquén y Asán, es decir, cinco pueblos, 33 y todas las aldeas que rodeaban estas ciudades, hasta Baal. Éste fue su lugar de residencia, y ésta fue su descendencia.
34 Mesobab, Jamlec, Josías hijo de Amasías, 35 Joel, Jehú hijo de Josibías, hijo de Seraías, hijo de Asiel, 36 Elioguenay, Jacoba, Yesojaías, Asaías, Adiel, Jesimiel, Benaías, 37 Ziza hijo de Sifi, hijo de Alón, hijo de Jedaías, hijo de Simerí, hijo de Semaías. 38 Todos ellos, por sus nombres, eran jefes entre sus familias; y las casas de sus padres fueron multiplicadas en gran manera. 39 Llegaron hasta la entrada de Gedor y hasta el oriente del valle, en busca de pastos para sus ganados, 40 y hallaron pastos gruesos y buenos, y una tierra ancha y espaciosa, quieta y reposada, porque anteriormente la habitaban los de Cam. 41 Éstos, cuyos nombres han quedado registrados, llegaron en los días de Ezequías, rey de Judá, y desbarataron las tiendas y las cabañas que encontraron allí, y las destruyeron, como hasta el día de hoy se ve, y habitaron allí en lugar de ellos, porque allí había pastos para sus ganados. 42 Además, quinientos hombres de los hijos de Simeón fueron al monte de Seir, capitaneados por Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, hijos de Isguí, 43 y acabaron con los amalecitas que habían quedado, y allí se quedaron a vivir, hasta el día de hoy.

LOS DESCENDIENTES DE JUDA Y SIMEON
Lamentablemente este capítulo no es muy claro ni ordenado para armar un cuadro sinóptico que nos permite ver la descendencia de Judá y Simeón. Una causa de ello son los manuscritos que no han permitido armar un mejor orden. Pero a pesar de ello hay grandes lecciones:
1.     En Judá destaca Jabes por su fe (v.9-10)
La oración de Jabes es fabulosa y es un modelo a seguir. El invoca al Señor:
1.1.                    Pide a Dios que le bendiga. Que implica que Jabes quiere hacer la voluntad de Dios.
A: ¿Estoy pidiendo a Dios hacer su voluntad?
1.2.                    Que Dios ensanche su territorio. Esta petición incluye que Dios amplie su visión que pueda ver los grandes planes que el Señor tiene para Jabes.
A: ¿Estoy pidiendo a Dios que abra mis ojos y pueda ver lo que El ve?, ¿estoy ampliando la visión de mi vida con la guía de Dios?
1.3.                    Que la mano de Dios esté con él. Ello significa que Dios guie su actuar y caminar.
A: ¿Está el Señor guiando mi actuar?,  ¿estoy andando en integridad ante Dios?
1.4.                    Que el Señor le libre del mal. Pide que el Señor lo cuide de toda tentación para que no caída en pecado.
A: ¿Estoy dependiendo de Dios para no caer en tentación y en pecados?
1.5.                    Que no sufra daño. Le pide protección contra cualquier peligro que pueda enfrentar.
A: ¿Estoy confiando en la protección de Dios?

2.     En Simeon por la valentía de sus hombres en tomar la tierra prometida (v.28-33; 38-43)
Las familias de Simeon al tomar aldeas, ciudades y tierras de los amalecitas muestran no sólo fe sino la valentía. Este arrojo se concretó en acciones de tomar la tierra que Dios ya les había dado.
A: ¿Estoy creyendo en las promesas de Dios?, ¿qué acciones concretas estoy haciendo para tomar las promesas de Dios?

Bendiciones,


Pedro

No hay comentarios:

Publicar un comentario