viernes, 16 de mayo de 2014

Ester 5

Ester 5
1 Al tercer día, Ester se puso su vestido real y entró en el patio interior de la casa del rey, justamente frente al aposento real. Allí, en el aposento real, estaba el rey sentado en su trono, 2 y al ver a la reina Ester en el patio, la vio con mucho agrado y extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó entonces y tocó la punta del cetro, 3 mientras el rey le decía:
«¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Qué es lo que deseas? ¡Aun la mitad del reino te será concedido!»
4 Y Ester dijo:
«Dígnese Su Majestad asistir hoy con Amán al banquete que para Su Majestad he preparado.»
5 El rey respondió:
«De prisa, llamen a Amán, y hagan lo que Ester ha dicho.»
Y así el rey fue con Amán al banquete que Ester había preparado.
6 Ya en el banquete, y mientras bebían vino, el rey le dijo a Ester:
«¿Cuál es tu petición, que te será concedida? ¿Qué es lo que deseas? ¡Aun la mitad del reino te será concedido!»
7 Ester respondió:
«Ésta es mi petición. Éste es mi deseo: 8 Si merezco que Su Majestad me vea con buenos ojos, y si Su Majestad se digna concederme lo que pido y deseo, le ruego venir con Amán a otro banquete que les prepararé mañana, y entonces haré lo que el rey ha ordenado.»
9 Ese día Amán salió contento y rebosante de alegría; pero cuando vio que Mardoqueo estaba a la puerta del palacio del rey, y que no se levantaba ni se movía de su lugar, se llenó de ira contra él.
10 Sin embargo, contuvo su enojo y se fue a su casa; allí mandó llamar a sus amigos y a Zeres, su mujer, 11 y les habló de sus muchas riquezas y de sus muchos hijos, y de todo aquello con que el rey le había engrandecido y honrado por encima de los príncipes y siervos del rey. 12 Y añadió:
«Incluso la reina Ester no invitó a nadie más al banquete que ella había preparado para el rey, sino sólo a mí; y también me ha invitado para el banquete de mañana con el rey. 13 Pero todo esto no me sirve de nada cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.»
14 Entonces Zeres, su mujer, le aconsejó, y también todos sus amigos:
«Que hagan una horca de cincuenta codos de altura. Y mañana, cuando veas al rey, pídele que cuelguen allí a Mardoqueo. Y tú, ve con el rey al banquete, y alégrate y pásalo bien.»
Esto le pareció bien a Amán, y mandó preparar la horca.

ESTER INTERVIENE
1.     Ester se presenta ante el rey (v.1-2)
Luego de 3 días de orar y prepararse se presenta ante el rey y él le extiende su cetro y ella se acercó al rey.
P.A.: ¿Antes de tomar decisiones estoy orando y buscando a Dios?, ¿Soy una persona constante en la oración?, ¿estoy tomando riesgos por fe en la voluntad de Dios?
2.     Ester agasaja al rey (v.3-8)
El rey le dice a Ester que pida lo que quiere y que él está dispuesto a darle hasta la mitad de su reino. Ella le invita a un banquete con Amán. Luego, el rey le dice a Ester que pida lo que quiera. Ella le dice que si le va a dar lo que señala, entonces que vaya con Amán a un segundo banquete en su honor.
P.A.: ¿Está el Señor utilizando a los no creyentes para bendecir mi vida?, ¿tengo un buen testimonio ante mis autoridades?, ¿estoy siendo paciente y prudente para pedir un favor?, ¿soy sabio para la toma de decisiones?
3.     Amán planea la muerte de Mardoqueo (v.9-14)
Amán se llena de ira al ver a Mardoqueo en la casa del rey. Reúne a sus amigos y a su mujer Zeres, y se pavonea de sus riquezas y lo alto que ha llegado. Y se siente especial por haber sido invitado por Ester. Pero está amargo por Mardoqueo. Zeres le aconseja que haga una horca para él y que pida al rey que lo maten. Lo cual así hace.
P.A.: ¿Estoy teniendo ira y enojo contra alguien?, ¿estoy orgullo y altivo por lo que he logrado: títulos, bienes, posiciones, etc.?

Oremos,


Pedro

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