jueves, 5 de octubre de 2017

Jeremias 32

Jeremías 32
1 La palabra del Señor vino a Jeremías en el año décimo de Sedequías rey de Judá, que fue el año decimoctavo de Nabucodonosor. 2 El ejército del rey de Babilonia tenía entonces sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que estaba en el palacio del rey de Judá. 3 Sedequías rey de Judá lo había encarcelado porque cuestionaba lo que Jeremías había profetizado, y que era lo siguiente:
«Así ha dicho el Señor: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y éste la conquistará. 4 Sedequías rey de Judá no podrá escapar de las manos de los caldeos. Más bien, será entregado en manos del rey de Babilonia, y tendrá que enfrentarse a él cara a cara. 5 Además, Sedequías será llevado cautivo a Babilonia, y allá se quedará hasta que yo lo visite. Y si ustedes les declaran la guerra a los caldeos, no les irá bien.”»
—Palabra del Señor.
6 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
7 «Jeremías, toma en cuenta que Janamel, el hijo de tu tío Salún vendrá a verte, y te pedirá que le compres el terreno que tiene en Anatot, pues tú tienes sobre él derecho de comprar.»
8 En efecto, y conforme a la palabra del Señor, mi primo Janamel fue a verme al patio de la cárcel, y me dijo:
«Cómprame el terreno que tengo en Anatot, en tierra de Benjamín, pues tú tienes derecho de compra sobre él, así que a ti te corresponde rescatarlo. Cómpralo para ti.»
Con esto reconocí que ésta era palabra del Señor, 9 y compré el terreno de mi primo Janamel, el cual estaba en Anatot, y le pagué por él diecisiete monedas de plata. 10 Preparé la carta de compraventa y la sellé, la certifiqué en presencia de testigos, y le pesé el dinero. 11 Una vez sellada la carta de compraventa, conforme al derecho y la costumbre, la tomé junto con la copia abierta, 12 y se la di a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maseías, en presencia de mi primo Janamel y de los testigos que la habían suscrito, así como de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. 13 También en presencia de ellos le di a Baruc las siguientes instrucciones:
14 «Así ha dicho el Señor de los ejércitos y Dios de Israel: “Toma estas cartas, es decir, la carta de compraventa sellada, y la copia abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven durante mucho tiempo. 15 Porque el Señor de los ejércitos y Dios de Israel ha dicho que en este país todavía se comprarán casas, terrenos y viñas.”»
16 Después de darle a Baruc hijo de Nerías la carta de compraventa, oré al Señor. Le dije:
17 «¡Señor, Señor! Tú, con tu gran poder y con tu brazo extendido, hiciste el cielo y la tierra. No hay para ti nada que sea difícil. 18 Tú muestras tu misericordia a miles de gente, y castigas la maldad de los padres en sus hijos. Dios grande y poderoso, tu nombre es Señor de los ejércitos. 19 Tus planes son impresionantes, tus hechos son portentosos; siempre estás atento a los actos del género humano, y a cada uno de nosotros nos das lo que merecemos, según lo que cada uno haya hecho. 20 Tú hiciste señales y portentos en tierra de Egipto, y hasta este día sigues haciéndolos en Israel; te has ganado el reconocimiento de toda la humanidad, como puede verse el día de hoy. 21 Con señales y portentos, con mano fuerte y brazo extendido, e infundiendo gran terror, sacaste de Egipto a tu pueblo Israel 22 y le diste esta tierra, la cual fluye leche y miel, tierra que habías jurado a sus padres que se la darías, 23 y ellos entraron en ella y disfrutaron de ella. Pero no atendieron tu voz, ni siguieron tu ley. No hicieron nada de lo que les mandaste hacer, y por eso les has enviado todo este mal.
24 »¡Mira! La ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos, que pelean contra ella y que con arietes la atacan para tomarla. Por causa de la espada, del hambre y de la peste ha venido a suceder lo que dijiste que sucedería, ¡y ya lo estás viendo!
25 »¡Señor, Señor! ¿Cómo pudiste decirme que compre para mí el terreno, y que lo pague ante testigos, si la ciudad va a caer en manos de los caldeos?»
26 Y la palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
27 «Jeremías, yo soy el Señor, el Dios de toda la humanidad. ¿Acaso hay algo que me sea difícil? 28 Yo, el Señor, declaro que voy a entregar esta ciudad en manos de los caldeos, y que Nabucodonosor rey de Babilonia la tomará. 29 Los caldeos que atacan esta ciudad vendrán y le prenderán fuego. La quemarán junto con las casas sobre cuyas azoteas provocaron mi ira al ofrecer incienso a Baal y derramar libaciones a dioses ajenos. 30 Desde su juventud, los hijos de Israel y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo delante de mis ojos. Los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con las obras de sus manos.
—Palabra del Señor.
31 »Desde el día en que esta ciudad fue edificada, y hasta el día de hoy, lo único que ha hecho es provocar mi enojo y mi furor. Por eso la borraré de mi presencia, 32 por toda la maldad que, para hacerme enojar, han cometido los hijos de Israel y de Judá, junto con sus reyes, príncipes, sacerdotes, profetas, varones de Judá y habitantes de Jerusalén. 33 Me dieron la espalda y no la cara; no quisieron escuchar ni recibir corrección, aun cuando una y otra vez les enseñaba. 34 Al contrario, contaminaron la casa en donde se invoca mi nombre, al poner allí sus ídolos repugnantes; 35 para hacer pecar a Judá edificaron lugares altos en honor de Baal, los cuales aún están en el valle del Ben Jinón, y en honor a Moloc hicieron pasar por el fuego a sus hijos y sus hijas, un hecho repugnante que nunca les mandé hacer, ni me pasó por la mente que harían.»
36 Por todo eso, ahora el Señor y Dios de Israel dice a esta ciudad, acerca de la cual ustedes dicen que, por causa de la espada, el hambre y la peste, va a caer en manos del rey de Babilonia:
37 «Voy a reunirlos de todos los países por los que, en mi furor y gran indignación, los esparcí, y los haré volver a este lugar para que vivan tranquilos. 38 Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 39 Yo les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman perpetuamente, para bien de ellos y de sus hijos. 40 Haré con ellos un pacto eterno, y nunca dejaré de hacerles bien. Pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí, 41 y en verdad me regocijaré de hacerles bien. Con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré en esta tierra.»
42 Así ha dicho el Señor:
«Así como descargué todo este gran mal sobre este pueblo, así también derramaré sobre ellos todo el bien que les he prometido. 43 Y aunque al hablar de esta tierra ustedes dicen que está desierta, y sin gente ni animales, y que caerá en manos de los caldeos, yo les digo que volverán a poseerla. 44 En el territorio de Benjamín y en los contornos de Jerusalén volverán a comprarse terrenos por dinero, y se harán las escrituras y se sellarán en presencia de testigos. Y esto mismo se hará en las ciudades de Judá, y en las ciudades de las montañas, de la Sefela y del Néguev; porque yo haré volver a sus cautivos.»
—Palabra del Señor.

EL MENSAJE DE RESTAURACION DE DIOS A JEREMIAS Y A ISRAEL
1.       Jeremías preso por Sedequías (v.1-5)
Cuando Nabucodonosor sitia a Jerusalén estaba Jeremías en la cárcel porque el rey de Sedequías cuestionaba su profecía respecto a la caída de Israel.
Preg.Aplic.: ¿Estor confiando o cuestionando la Palabra de Dios?, ¿me sujeto o me rebelo a la voluntad de Dios?
2.       Jeremías compra un terreno (v.6-15)
El Señor le muestra que su primo Janamel le ofrecerá comprar un terreno. Justamente, el primo lo busca en la cárcel y le ofrece el terreno y entiende que es la voluntad de Dios, y lo compra con las formalidades de Israel. Pide guardar el contrato de compra en una vasija.
Preg.Aplic.: ¿Estoy escuchando atentamente la Palabra de Dios?, ¿estoy aprovechando las oportunidades que Dios me da?, ¿me conduzco en la voluntad de Dios?. ¿soy serio y formal en mis negocios?
3.       Jeremías ora y se cuestiona por la compra del terreno (v.16-25)
Jeremías ora y reconoce la grandeza de Dios y sus planes impresionantes. El liberó a Israel de Egipto y le dio herencia, pero no obedecieron y ahora enfrentan Su juicio. Es por ello, que Jeremías tiene dudas de la compra porque Babilonia los va a destruir.
Preg.Aplic.: ¿Estoy desarrollando una vida de oración?, ¿estoy alabando y reconociendo la grandeza de Dios?, ¿me angustio por las circunstancias y dudo de la voluntad de Dios?
4.       El Señor enseñan a Jeremías (v.26-44)
El Señor le confirma que Babilonia destruirá a Jerusalén. El juicio viene porque Israel ha hecho lo malo ante El. Pero, les anuncia que El los hará volver y los restaurará:
·         Serán el pueblo de Dios (v.38)- Obra de Cristo
·         Les dará un solo corazón (v.39) – Nuevo nacimiento
·         Les dará un solo camino (v.39)- Cristo
·         Tendrán temor perpetuo por Dios para bien de sus familias (v.39)- Obra del Espiritu Santo
·         Hará un pacto eterno (v.40)- La salvación en Cristo Jesús
·         Dios siempre les hará bien (v.40)- Misericordia
·         Pondrá el temor de Dios en su corazón para no apartarse de El (v.41)- Obra del Espiritu Santo
·         Les volverá dar nuevas herencias. La compra de Jeremías es una señal de lo que vendrá (v. 42-44)- Volver al origen: promesa de Genesis 1
Preg.Aplic.: ¿Estoy sufriendo por mis pecados?, ¿estoy disfrutando de la salvación en Cristo?, ¿estoy confiando y dependiendo del Espiritu Santo?, ¿estoy cada día creciendo en fi en Cristo?, ¿estoy disfrutando de las bendiciones de Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán

Equipo AATC

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