domingo, 23 de agosto de 2020

Mateo 21

 

Mateo 21

1 Cuando se acercaban a Jerusalén, y llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, 2 y les dijo: «Vayan a la aldea que tienen ante ustedes. Allí encontrarán una burra atada, junto con un burrito; desátenla y tráiganmelos.

3 Si alguien les dice algo, respóndanle: “El Señor los necesita. Luego los devolverá.”»

4 Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:

5 «Digan a la hija de Sión:

Tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una burra, Sobre un burrito, hijo de animal de carga.»

6 Los discípulos fueron, e hicieron tal y como Jesús les mandó: 7 trajeron la burra y el burrito, pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima.

8 La multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino.

9 Tanto los que iban delante como los que iban detrás lo aclamaban y decían: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!»

10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, todos en la ciudad se conmocionaron, y decían: «¿Quién es éste?»

11 La multitud decía: «Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.»

12 Al entrar Jesús en el templo de Dios, expulsó de allí a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas; 13 y les dijo: «Está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.»

14 Mientras Jesús estaba en el templo, algunos ciegos y cojos se acercaron, y él los sanó.

15 Pero al ver las cosas maravillosas que hacía, y que los muchachos lo aclamaban en el templo y decían «¡Hosanna al Hijo de David!», los principales sacerdotes y los escribas se indignaron 16 y le dijeron: «¿Oyes lo que éstos dicen?» Y Jesús les dijo: «Lo oigo. ¿Acaso ustedes nunca leyeron:

»“De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”»

17 Y dejándolos, se fue de la ciudad a Betania, donde pasó la noche.

18 Cuando Jesús volvió a la ciudad por la mañana, tuvo hambre.

19 En eso, vio una higuera cerca del camino y se acercó a ella; pero al no hallar en ella nada más que hojas, le dijo: «¡Nunca más vuelvas a dar fruto!» Y al instante, la higuera se secó.

20 Cuando los discípulos vieron ésto, decían asombrados: «¿Cómo es que la higuera se secó tan pronto?»

21 Jesús les respondió: «De cierto les digo, que si ustedes tuvieran fe y no dudaran, no sólo harían esto a la higuera, sino que a este monte le dirían “¡Quítate de ahí y échate en el mar!”, y así se haría.

22 Si ustedes creen, todo lo que pidan en oración lo recibirán.»

23 Cuando Jesús llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio esta autoridad?»

24 Jesús les respondió: «Yo también les haré una pregunta. Si me la contestan, también yo les diré con qué autoridad hago esto.

25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?» Ellos discutían entre sí, y decían: «Si decimos que era del cielo, él nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”

26 Y si decimos que era de los hombres, tenemos miedo de la gente, porque todos consideran que Juan era un profeta.»

27 Por lo tanto, respondieron a Jesús: «No lo sabemos.» Y él también les dijo: «Pues yo tampoco voy a decirles con qué autoridad hago todo esto.»

28 Jesús les preguntó: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos, y se acercó al primero y le pidió: “Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.”

29 El primero le respondió: “No quiero”; pero después se arrepintió y fue.

30 Luego, se acercó al otro hijo, y le pidió lo mismo. Éste le respondió: “Sí, señor, ya voy”; pero no fue.

31 ¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad de su padre?» Ellos respondieron: «El primero». Entonces Jesús les dijo: «De cierto les digo, que los cobradores de impuestos y las rameras les llevan la delantera hacia el reino de Dios.

32 Porque Juan se acercó a ustedes para encaminarlos en la justicia, y no le creyeron; mientras que los cobradores de impuestos y las rameras sí le creyeron. Pero ustedes, aunque vieron esto, no se arrepintieron ni le creyeron.»

33 Escuchen esta otra parábola: «El dueño de una finca plantó una viña; le puso una cerca, cavó en ella un lagar, levantó una torre, y la arrendó a unos labradores. Luego se fue lejos.

34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus siervos para que les entregaran la cosecha.

35 Pero los labradores agarraron a los siervos y a uno lo golpearon, a otro lo mataron, y a otro más lo apedrearon.

36 El dueño envió de nuevo a otros siervos, más que los primeros, y los labradores hicieron lo mismo con ellos.

37 Finalmente, les envió a su hijo, pues decía: “A mi hijo lo respetarán.”

38 Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: “Éste es el heredero. Vamos a matarlo, y así nos quedaremos con su herencia.”

39 Entonces, lo sacaron de la viña y lo mataron.

40 Así que, cuando el señor de la viña venga, ¿qué hará con esos labradores?»

41 Le respondieron: «Destruirá sin misericordia a esos malvados, y arrendará su viña a otros labradores que le entreguen el fruto a su tiempo.»

42 Jesús les dijo: «¿Nunca leyeron en las Escrituras:

»“La piedra que desecharon los constructores, ha venido a ser la piedra angular.

Esto lo ha hecho el Señor, y a nuestros ojos es una maravilla”?

43 Por tanto les digo, que el reino de Dios les será quitado a ustedes, para dárselo a gente que produzca los frutos que debe dar.

44 El que caiga sobre esta piedra será quebrantado, y aquél sobre quien ella caiga quedará desmenuzado.»

45 Cuando los principales sacerdotes y los fariseos oyeron sus parábolas, entendieron que hablaba de ellos.

46 Entonces quisieron aprehender a Jesús, pero tuvieron miedo, porque la gente lo consideraba un profeta.

 

CAMINO DE JESUS A JERUSALEN Y EL CUESTIONAMIENTO A LOS RELIGIOSOS

1.       El ingreso de Jesús a Jerusalén (v.1-11)

El Señor manda a sus discípulos a traer una burra y su burrito, prestados, para que lo transporten a Jerusalén. Ellos hicieron los que les mandó y el Señor se sentó encima de la burra cumpliéndose la profecía de Zacarías 9:9. El Señor Jesús ingresa triunfante a Jerusalén. La multitud lo aclama y lo reconoce como el enviado de Dios. Muchos se conmocionan y señalan que es el profeta de Nazaret, y se cumple lo que dice en Deuteronomio 18:14-22 que vendrán el profeta de Dios, el Mesías.

Preg.Aplic.: ¿Creo en la Palabra de Dios?, ¿confío y dependo de las promesas de Dios?, ¿he creido en Cristo como el Mesías y mi salvador?

2.       El Señor hecha a los cambistas y vendedores del templo (v.12-17)

El Señor entra al templo y expulsa a los cambistas y vendedores de animales, eran ladrones con los sobre precios y con sucios negocios en el templo. El Señor sanó ahí a muchos enfermos. Los sacerdotes y escribas se indignan, pero Jesús acepta la alabanza de Hosanna cumpliendo el Salmo 8:2. Se fue a Betania.

Preg.Aplic.: ¿Estoy haciendo negocios y riquezas en base a injusticias y de robar a otros?, ¿estoy juzgando a otros por hacer el bien?, ¿soy un adorador de Dios?

3.       La lección de la higuera (v.18-22)

Volvió a Jerusalén y tuvo hambre, y vio una higuera que solo tenía hojas sin frutos, y le dijo a la planta que no iba a tener frutos y la planta se secó. Los discípulos se asombraron y el Señor les dice que si tuviera fe y no dudaran, no sólo haría con la higuera sino que mandarían al monte y que se mueva al mar, y se haría. Si creen, todo lo que piden en oración lo recibirán.

Preg.Aplic.: ¿Tengo fe que Dios puede obrar en los imposibles?, ¿creo que Dios puede sanar hoy a los enfermos del coronavirus?, ¿estoy desarrollando una fe práctica y real?

4.       El Señor confronta a lo sacerdotes y fariseos (v.23-32)

Los sacerdotes y ancianos le cuestionan con qué autoridad hace todos los milagros. El Señor les responde que les dará una respuesta si ellos le responden de donde era el bautismo de Juan del cielo o de los hombres. Y ellos por miedo, le responden que no lo saben. El Señor relata la historia de hombre con dos hijos: a uno le pide que trabaje, primero no quiere, pero luego se arrepiente y va; y el otro acepta ir, pero nunca va. El Señor pregunta quien hace la voluntad de su padre, todos dicen el primer hijo. Y el Señor los confronta a los religiosos, ya que los publicanos y rameras escucharon el mensaje de Juan y arrepintieron, pero no así los religiosos judíos.

Preg.Aplic.: ¿Soy legalista y religioso?, ¿me declaro pobre en espíritu y me he arrepentido de todos mis pecados y entregado mi vida a Cristo?

5.       La lección del señor de su tierra y los malvados labradores (v.33-46)

El enseña otra parábola. Un señor plantó una viña, puso cerca y un lagar lo arrendó a labradores. En tiempo de la vendimia, mandó a recoger la cosecha, pero los labradores golpearon a sus siervos y mataron a uno. Mandó a otro grupo, e igual hicieron. Por último mandó a su hijo, pero los labradores lo mataron porque querían quedarse con la herencia. Jesús pregunta el señor que hará con esos malvados, le responden que los destruirá y les dará la tierra a otros labradores fieles. El Señor afirma lo que dice en Salmos 118:22-23 que Cristo es la piedra angular que ha sido rechazada por judíos. El Señor les va a dar el reino a los que dan fruto, los que choquen con el van a ser quebrantados. Los sacerdotes entendieron que Jesús se refería a ellos, pero por miedo al pueblo no lo apresaron.

Preg.Aplic.: ¿Soy una persona injusta que me apropio de lo que no es mio?, ¿he conocido a Cristo como mi salvador?, ¿hay mi corazón rebeldía o humildad ante su Palabra?

 

Oremos,

 

Pedro A. Torres Guzmán

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