viernes, 13 de julio de 2018

Lamentaciones 4


Lamentaciones 4
1 ¡Cómo se ha empañado el oro!
¡El oro fino ha perdido su brillo!
¡Las piedras del santuario se hallan esparcidas por todas las calles y encrucijadas!
2 Los hijos de Sión, más preciados y estimados que el oro puro, ¡ahora son vistos como vasijas de barro, como hechura de un alfarero!
3 Aun los chacales cuidan de sus cachorros, pero mi amada ciudad es cruel como avestruz del desierto.
4 Tanta sed tienen los niños de pecho que la lengua se les pega al paladar; los pequeñitos piden de comer, ¡y no hay quien los alimente!
5 Tendidos por las calles yacen los que comían delicados platillos; los que antes se vestían de púrpura, hoy se aferran a los basureros.
6 La maldad de Jerusalén fue mayor que el pecado de Sodoma; ¡en un instante quedó en ruinas, sin la intervención humana!
7 Sus nobles eran más claros que la nieve y más blancos que la leche; de piel más rosada que el coral, de talle más delicado que el zafiro.
8 ¡Pero han quedado irreconocibles!
¡Se ven más oscuros que las sombras!
¡Tienen la piel pegada a los huesos!
¡Están secos como un leño!
9 Más dichosos fueron los que cayeron en batalla que los que fueron muriendo de hambre, porque éstos fueron muriendo lentamente por no tener para comer los frutos de la tierra.
10 Con sus propias manos, mujeres piadosas cocinaron a sus hijos.
El día que mi ciudad amada fue destruida, sus propios hijos les sirvieron de alimento.
11 El Señor derramó el ardor de su ira y satisfizo su enojo; ¡encendió en Sión un fuego que redujo a cenizas sus cimientos!
12 Jamás creyeron los reyes de la tierra, ni los habitantes del mundo, que nuestros enemigos lograrían pasar por las puertas de Jerusalén.
13 ¡Pero fue por los pecados de sus profetas!
¡Fue por las maldades de sus sacerdotes, que en sus calles derramaron sangre inocente!
14 Tropezaban por las calles, como ciegos.
¡Tan manchadas de sangre tenían las manos que no se atrevían a tocar sus vestiduras!
15 «¡Apártense, gente impura!», les gritaban; «¡Apártense, no toquen nada!»
Y se apartaron y huyeron.
Y entre las naciones se dijo:
«Éstos jamás volverán a vivir aquí.»
16 El Señor, en su enojo, los dispersó y no volvió a tomarlos en cuenta, pues no respetaron a los sacerdotes ni se compadecieron de los ancianos.
17 Nuestros ojos desfallecen, pues en vano esperamos ayuda; en vano esperamos el apoyo de una nación incapaz de salvarnos.
18 Vigilan todos nuestros pasos; no podemos salir a la calle; el fin de nuestros días se acerca; ¡nuestra vida ha llegado a su fin!
19 Los que nos persiguen son más ligeros que las águilas del cielo.
Nos persiguen por los montes, y en el desierto nos han tendido trampas.
20 Atrapado entre sus redes quedó el ungido del Señor, el que daba aliento a nuestra vida; aquél del cual decíamos:
«Bajo su sombra protectora viviremos entre las naciones.»
21 ¡Alégrate ahora, Edom, tú que habitas en la región de Uz!
¡Ya te llegará la hora de beber la copa de la ira, hasta que la vomites!
22 Tu castigo, Sión, ya se ha cumplido, y nunca más volverán a llevarte cautiva.
Pero a ti, Edom, el Señor castigará tu iniquidad y pondrá al descubierto tus pecados.

EL LIMITE DEL JUICIO DE DIOS CONTRA ISRAEL
1.       Las consecuencias del juicio de Dios (v.1-14)
Israel perdió brillo, sufrió hambruna y pobreza, causada por sus pecados contra Dios. Pecados de sacerdotes que han derramado sangre inocente. Sus nobles están humillados. Por el hambre han cocinado hasta sus hijos.
Preg.Aplic.: ¿Estoy padeciendo y sufriendo por consecuencia de mis pecados?, ¿cómo está mi conducta ante Dios?, ¿hay en mi corazón humildad para volver a Dios?
2.       Dios ha puesto limite a su juicio (v.15-22)
Israel sufre de soledad y están esparcidos. Han perdido esperanza y son presos de sus enemigos. Ha caído hasta el rey de Israel. Dios ha puesto límite al juicio contra Israel, también juzgará a las naciones opresoras.
Preg.Aplic.: ¿Estoy perdiendo esperanza o creo en el pronto obrar de Dios?, ¿confío en la soberanía de Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


1 comentario:

  1. Gracias por hacer esta reflexión, quedó todo mayormente claro! Bendiciones

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