viernes, 17 de agosto de 2018

Ezequiel 10


Ezequiel 10
1 Me fijé, y vi que en la bóveda que estaba por encima de la cabeza de los querubines había algo parecido a una piedra de zafiro, y que parecía ser un trono. 2 El Señor le dijo entonces al que estaba vestido de lino:
«Métete entre las ruedas que están debajo de los querubines, llénate las manos con las brasas que están entre ellos, y espárcelas sobre la ciudad.»
Yo lo vi meterse entre las ruedas. 3 Cuando se metió, los querubines estaban a la derecha del templo y una nube llenaba el atrio interior. 4 Entonces la gloria del Señor se elevó por encima del querubín que estaba en el umbral de la puerta, y el templo se llenó con la nube, y el atrio se llenó con el resplandor de la gloria del Señor. 5 El estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, y era semejante a la voz del Dios Omnipotente.
6 En el momento en que Dios le ordenó al que estaba vestido de lino, que tomara fuego de entre las ruedas que estaban debajo de los querubines, éste se metió al fuego y se detuvo entre las ruedas. 7 Entonces uno de los querubines extendió su mano hacia el fuego y, luego de tomar fuego de allí, lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, y éste lo tomó y salió. 8 Por debajo de las alas de los querubines podía verse la figura de una mano humana.
9 Yo me fijé, y junto a los querubines vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de los querubines. El aspecto de las ruedas era semejante al crisólito, 10 y las cuatro tenían la misma forma, como si estuvieran la una en medio de la otra. 11 Cuando avanzaban, lo hacían en las cuatro direcciones, sin tener que volverse; seguían a la que iba al frente, sin tener que volverse. 12 Todo su cuerpo y espaldas, lo mismo que sus manos y alas, y las cuatro ruedas estaban llenos de destellos. 13 Pude oír que a las ruedas se les ordenaba girar. 14 Y los querubines tenían cuatro rostros cada uno: el primer rostro era el de un querubín; el segundo, el de un hombre; el tercero, el de un león; el cuarto, el de un águila.
15 Los querubines levantaron vuelo. Eran los mismos que yo había visto junto al río Quebar. 16 Cuando avanzaban, las ruedas avanzaban con ellos, y cuando levantaban sus alas para remontar el vuelo, las ruedas los seguían. 17 Cuando se detenían ellos, se detenían las ruedas; y cuando se elevaban, también las ruedas se elevaban. Y es que el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.
18 La gloria del Señor se elevó por encima del umbral del templo, y fue a posarse sobre los querubines. 19 En ese momento, ante mis ojos los querubines agitaron sus alas y remontaron el vuelo, y las ruedas se elevaron junto con ellos y fueron a detenerse a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor. La gloria del Dios de Israel estaba por encima de ellos.
20 Éstos eran los mismos seres vivientes que vi junto al río Quebar, por debajo del Dios de Israel, y me di cuenta de que eran querubines. 21 Cada uno de ellos tenía cuatro rostros y cuatro alas, y debajo de sus alas podían verse manos humanas. 22 La apariencia de sus rostros y de su cuerpo era la misma que vi junto al río Quebar, y todos ellos caminaban de frente.

DIOS RETIRA SU PRESENCIA DEL TEMPLO DE JERUSALEN
1.       Los querubines y las ruedas (v.1-14)
El Señor manifiesta Su gloria a Ezequiel. En forma figurativa aparecen querubines que adoran a Dios y cuatro ruedas resplandecientes. Los querubines tenían 4 rostros. Una interpretación refiere a los 4 evangelios: rostro querubín o buey, símbolo de servicio- evangelio de Marcos; rostro de hombre: la humanidad de Cristo-evangelio de Lucas; rostro de león, realeza de Cristo-el león de Judá- evangelio de Mateo; y rostro águila: deidad de Cristo-evangelio de Juan.
Preg.Aplic.: ¿Cómo cristiano he aceptado el evangelio de Jesús y he recibido Su Espiritu, entonces tengo a Dios en mi vida?, ¿soy consciente de que vivo ante la presencia de Dios y no hay nada oculto ante El?
2.       La gloria de Dios sale del templo (v.15-22)
Los querubines y las ruedas levantan vuelo. La gloria de Dios sale del templo y se posa sobre los querubines. Nota: Dios había prometido Su presencia en medio de Israel. La gloria Shekinah había estado confinada en el Lugar Santísimo, el lugar que indicaba el acercamiento de este pueblo a Dios. Pero ahora Israel se había revelado a Dios.
Preg.Aplic.: ¿Entiendo que Dios siempre es fiel a sus promesas y a su pacto, pero que es el hombre quien rompe el pacto con Dios?, ¿comprendo que una vida de pecados me aleja de la presencia de Dios?, ¿hay en mi corazón humildad para volver a Dios con verdadero arrepentimiento?, ¿gozo y disfruto de la presencia de Dios en mi vida?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


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