jueves, 30 de enero de 2014

2 Crónicas 28

2 Crónicas 28
1 Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén dieciséis años; pero, a diferencia de su antepasado David, no hizo lo recto a los ojos del Señor, 2 sino que siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel y, además, hizo imágenes fundidas en honor de los baales, 3 quemó incienso en el valle de Ben Jinón, y hasta ofreció a sus hijos en holocausto, siguiendo las repugnantes prácticas de las naciones que el Señor había arrojado de la presencia de los israelitas. 4 Así mismo, ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
5 Por eso el Señor su Dios lo dejó caer en manos del rey de Siria, y los sirios lo derrotaron y lo llevaron a Damasco, junto con un gran número de prisioneros.
Ajaz también cayó en manos del rey de Israel, el cual lo derrotó y le causó gran mortandad. 6 Por haberse apartado del Señor, el Dios de sus padres, en un solo día Pecaj hijo de Remalías mató en Judá a ciento veinte mil valientes.
7 De igual manera Zicri, que era un efraimita muy aguerrido, dio muerte a Maseías, que era hijo del rey; a Azricán, que era su mayordomo; y a Elcana, segundo en poder después del rey.
8 Los israelitas también tomaron cautivos a doscientos mil de sus parientes, además de mujeres, niños y niñas, y de arrebatarles un gran botín de guerra que se llevaron a Samaria.
9 Había en Samaria un profeta del Señor. Se llamaba Obed. Y cuando el ejército iba entrando en Samaria, Obed salió y se enfrentó a ellos, y les dijo:
«Tomen en cuenta que el Señor, el Dios de sus padres, ha entregado en manos de ustedes a Judá porque está enojado contra ellos; ¡pero ustedes los han matado con una ira que ha llegado hasta el cielo!
10 Ahora ustedes han decidido esclavizar a los de Judá y Jerusalén, pero ¿acaso ustedes no han pecado contra el Señor su Dios?
11 Así que escúchenme: dejen libres a sus parientes que han hecho cautivos, porque el Señor está enojado contra ustedes.»
12 Entonces Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salún, y Amasa hijo de Jadlay, que eran algunos de los efraimitas más importantes, salieron al encuentro de los que venían de la guerra 13 y les dijeron:
«No traigan aquí a los cautivos, porque pesa sobre nosotros el pecado cometido contra el Señor. Ya es muy grande nuestro delito, y grande también la ardiente ira de Dios contra Israel, y ustedes quieren añadir más a nuestros pecados y nuestras culpas.»
14 Entonces el ejército dejó libres a los cautivos, y depositó el botín ante los príncipes y toda la multitud.
15 Los hombres ya mencionados se dedicaron a atender a los cautivos, y con los despojos vistieron a los que estaban desnudos, y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, los limpiaron con aceite; a los más débiles los montaron en asnos y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmeras, para acercarlos a sus parientes, y ellos regresaron a Samaria.
16 En aquel tiempo el rey Ajaz pidió la ayuda de los reyes de Asiria, 17 pues también los edomitas habían venido y atacado a los de Judá, y se habían llevado muchos cautivos.
18 También los filisteos se habían extendido por las ciudades de la llanura y del sur de Judá, y habían capturado Bet Semes, Ayalón, Gederot, Soco y sus aldeas, Timna y sus aldeas, y Gimzo y sus aldeas, y se habían quedado a vivir en ellas.
19 Y es que por culpa del rey Ajaz de Israel el Señor había humillado a Judá, pues la conducta de Ajaz en Judá había sido desenfrenada, y Ajaz había pecado gravemente contra el Señor.
20 También el rey Tiglat Piléser de Asiria atacó a Ajaz y lo mantuvo sitiado, sin brindarle ningún apoyo.
21 Y aunque Ajaz saqueó el templo del Señor, y el palacio real y las mansiones de los príncipes, y todo se lo dio al rey de Asiria, éste no lo ayudó.
22 Para colmo, mientras más lo presionó el rey de Asiria, mayor fue el pecado del rey Ajaz contra el Señor, 23 pues Ajaz ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y dijo:
«Ya que los dioses de Siria ayudan a sus reyes, yo también voy a ofrecerles sacrificios para que me ayuden.»
Pero esos dioses fueron la ruina de Ajaz y la de todo Israel.
24 Además de todo esto, Ajaz recogió los utensilios del templo de Dios, y los hizo pedazos; luego cerró las puertas del templo del Señor y se hizo altares por todos los rincones de Jerusalén.
25 También levantó lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a dioses extraños, con lo que provocó la ira del Señor, el Dios de sus padres.
26 Los demás hechos de Ajaz, y todos sus actos, primeros y últimos, se hallan escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. 27 Finalmente, Ajaz descansó entre sus antepasados, y fue sepultado en la ciudad de Jerusalén, aunque no lo pusieron en los sepulcros de los reyes de Israel. En su lugar reinó Ezequías, su hijo.

EL REINADO DE AJAZ
1.     El inicio del reinado del malo Ajaz (v.1-4)
Ajaz gobernó por 16 años e hizo todo lo malo ante Dios: cayó en idolatría, hizo baales, quemó incienso y sacrificios en lugares altos y ofreció a sus hijos en holocausto.
P.A.: ¿Me estoy apartando de Dios al caer en idolatría y amar más el dinero/posesiones/ministerios/personas?, ¿qué estoy haciendo para volver a Dios?
2.     Juicio de Dios contra Judá (v.5-8)
Como consecuencia de dejar a Dios: el rey de Siria los atacó y se llevó muchos prisioneros; el rey de Israel mató a 120,000 soldados y se llevó a 200,000 hombres más mujeres y niños; y Zicri mató al príncipe, mayordomo y primer ministro de Judá.
P.A.: ¿Estoy sufriendo muchas adversidades producto de mi pecado?, ¿qué estoy haciendo para humillarme y volver a Dios?
3.     Dios llama la atención a Israel (v.9-15)
Obed llama la atención por la crueldad de Israel y por hacer cautivos a sus hermanos de Judá. Deben dejarlos ir sino la ira de Dios vendrá contra ello. Cuatro líderes de Efrata llaman la atención a Israel y estos dejar ir a los cautivos. Y estos cuatro curan y ayudan a los heridos.
P.A.: ¿Estoy siendo cruel con los que sufren, me gozo con la debilidad de otros?, ¿estoy siendo misericordioso con los caídos?, ¿estoy cuestionando las injusticias?, ¿estoy curando y sanando las heridas de los vencidos?
4.     La ruina de Ajaz (v.16-27)
Ajaz pide ayuda al rey de Siria sin resultado, ya que era atacado por edomitas, filisteos y asirios. Cayó en idolatría rindiendo culto a los dioses asirios buscando apoyo en ellos. Destruyó los utensilios del templo, cerró el templo e hizo altares en Jerusalén y lugares altos en Judá.
P.A.: ¿Estoy buscando ayuda a otros y no estoy clamando a Dios?, ¿estoy confiando y cayendo en idolatría y dejando a Dios de lado?, ¿estoy reconociendo mis pecado y decidiendo volver a Dios?

Oremos,
Pedro


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