jueves, 3 de septiembre de 2020

Mateo 23


 

Mateo 23

1 Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos:

2 «Los escribas y los fariseos se apoyan en la cátedra de Moisés.

3 Así que ustedes deben obedecer y hacer todo lo que ellos les digan, pero no sigan su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra.

4 Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos no mueven ni un dedo para levantarlas.

5 Al contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea. Ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos, 6 y les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse en las primeras sillas de las sinagogas, 7 y que la gente los salude en las plazas y los llame: “¡Rabí, Rabí!”

 8 Pero ustedes no busquen que los llamen “Rabí”, porque sólo uno es el Maestro de ustedes, y ése es el Cristo; y todos ustedes son hermanos.

9 Ni llamen “padre” a nadie en la tierra, porque sólo uno es el Padre de ustedes, y él está en los cielos.

10 Tampoco se hagan llamar “maestros”, porque sólo uno es su Maestro, y es el Cristo.

11 El que sea más importante entre ustedes, sea siervo de todos.

12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

13 »Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque le niegan a la gente la entrada al reino de los cielos, y ni ustedes entran, ni tampoco dejan entrar a los que quieren hacerlo.

14 [¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoran las casas de las viudas, y como pretexto hacen largas oraciones. Por esto, mayor será su condenación.]

15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra en busca de seguidores, y una vez que los consiguen, los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes.

16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos! Pues dicen: “Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, debe cumplir el juramento.”

17 ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿El oro, o el templo que santifica al oro?

18 También dicen: “Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre el altar, debe cumplir el juramento.”

19 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más importante? ¿La ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

20 Porque el que jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre el altar.

21 Y el que jura por el templo, jura por el templo y por el que lo habita.

22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.

23 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque pagan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y soslayan lo más importante de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe. Es necesario que hagan esto, pero sin dejar de hacer aquello.

24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!

25 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de robo y de injusticia.

26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero el vaso y el plato por dentro, para que también quede limpio por fuera.

27 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque son como los sepulcros blanqueados, que por fuera se ven hermosos pero por dentro están llenos de carroña y de total impureza.

28 Así también ustedes, por fuera se presentan ante todos como hombres justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

29 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30 y dicen: “Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la muerte de los profetas.”

31 Con esto dan testimonio contra ustedes mismos, de que son hijos de aquellos que mataron a los profetas.

32 ¡Terminen de hacer lo que sus padres comenzaron!

33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparán de la condenación del infierno?

34 Por eso, yo les enviaré profetas, sabios y escribas. De ellos, ustedes matarán y crucificarán a algunos, y a otros los azotarán en sus sinagogas, y los perseguirán de ciudad en ciudad, 35 para que recaiga sobre ustedes toda la sangre inocente que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el templo y el altar.

36 De cierto les digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como junta la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

38 ¡Miren cuán desolada se queda la casa de ustedes!

39 Porque yo les digo que no volverán a verme, hasta que digan: “Bendito el que viene en el nombre del Señor.”»

 

JESUS DESENMASCARA A LOS ESCRIBAS Y FARISEOS Y SEÑALA EL JUCIO DE DIOS

1.       La falsa religiosidad de los escribas y fariseos (v.1-12)

Jesús afirma que se debe obedecer la ley de Moisés, pero no seguir el ejemplo de los fariseos porque son incongruentes. Exigen cargas a otros, que ellos ni mueven. Todo hacen para la gente los vea: ensanchan los flecos de sus mantos, ocupan los primeros lugares y le encantan que les llamen Rabí. El Señor advierte que no se debe llamar Rabi a otros, porque Cristo es el Maestro; no llamar padre a cualquiera, sólo a Dios que es el Padre. El que quiera ser grande debe ser siervo, el que se enaltece será humillado, y el que se humilla, enaltecido.

Preg.Aplic.: ¿Estoy obedeciendo la Palabra de Dios?, ¿soy religioso y presiono a otros para que cumplan ritos religiosos que yo no cumplo?, ¿quiero que la gente vea mi religiosidad “mostrando mi fe en público”?, ¿me gusta y vivo para la apariencia y los demás?, ¿me creo con autoridad para que me enaltezcan?, ¿soy siervo o busco ser amo?, ¿soy humilde y busco a Dios de verdad?

2.       La condenación de los escribas y fariseos (v.13-35)

El Señor condena a los escribas y fariseos porque desvían y condenan a otros y los hacen peores que ellos, andan jurando y nunca cumplen y meten a Dios en su religiosidad; exigen el diezmo al detalle, pero dejan la justicia, misericordia y la fe, deben cumplir todo; limpian detalles externos, pero adentro hay robo e injusticia (limpiar por dentro); son como sepulcros blanqueados que se muestran justos, pero están llenos de hipocresía y maldad; levantan monumentos a profetas, pero no siguen sus ejemplos y con sus actos son cómplices de sus muertes. Están condenados al infierno. Dios les envió profetas con la buena enseñanza, pero los persiguieron y mataron.

Preg.Aplic.: ¿Guio a otros a la salvación y libertad en Cristo o lleno a otros de religiosidad que los aparta del Señor?, ¿soy fiel en el diezmo, pero he dejado el ser justo, misericordioso y fe en Dios?, ¿soy apariencia, pero tengo en mí hipocresía y maldad?, ¿estoy obedeciendo a Dios?

3.       Cristo pronto volverá (v.36-39)

El Señor lo que ha señalado lo va a cumplir.  El ha enviado a Israel a sus profetas para que vuelvan a Dios, pero los han perseguido y matado. Ya no lo volverán a ver hasta que en su segunda venida sea reconocido como el Mesías.

Preg.Aplic.: ¿Creo y confio en la Palabra de Dios?, ¿estoy obedeciendo sus mandamientos?, ¿he reconocido a Cristo como mi Señor y Salvador?

 

Oremos,

 

Pedro A. Torres Guzmán

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