martes, 4 de noviembre de 2014

Salmos 88

Salmos 88
1 Señor, Dios de mi salvación, delante de ti clamo noche y día.
2 Permite que mi oración llegue a tu presencia; ¡inclina tu oído a mi clamor!
3 Las calamidades me abruman; ¡ya me encuentro al borde del sepulcro!
4 ¡Hay quienes ya me dan por muerto, pues las fuerzas me abandonan!
5 Me encuentro relegado entre los muertos; como los caídos en batalla que yacen sepultados, y de los cuales ya no te acuerdas, pues fueron arrebatados de tu mano.
6 Me arrojaste en profunda fosa; ¡en el lugar de las tinieblas más profundas!
7 Has descargado tu enojo sobre mí; ¡me has afligido con tus embates de ira!
8 Has alejado de mí a mis conocidos; me has hecho repugnante a sus ojos.
Me encuentro encerrado, y no puedo salir; 9 La aflicción me nubla los ojos.
A ti, Señor, clamo todos los días; ¡a ti extiendo mis manos!
10 ¿Acaso manifiestas tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos a alabarte?
11 ¿Acaso en el sepulcro se alaba tu misericordia? ¿Se proclama acaso tu verdad entre los muertos?
12 ¿Hay en las tinieblas quien reconozca tus maravillas, o quien proclame tu justicia en la tierra del olvido?
13 ¡Pues yo sí clamo a ti, Señor! ¡Por la mañana dirijo a ti mis oraciones!
14 Señor, ¿por qué me rechazas? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Entre aflicciones, necesidades y temores, desde mi juventud he soportado terribles penas.
16 Tu ira pesa sobre mí, y me abruma; tus terribles ataques me han vencido.
17 Como un diluvio, a todas horas me rodean; ¡me tienen completamente cercado!
18 Has alejado de mí a mis amigos y compañeros, ¡y las tinieblas son mi sola compañía!

EL CLAMOR DEL SALMISTA
1.       El clamor en oración del salmista (v.1-2; 9b; 13)
Clama al Señor día y noche, pide que el Señor incline su oído. Al Señor extiende sus manos y a El ora.
Preg.Aplic.: ¿Estoy clamando a Dios día y noche?, ¿estoy dependiendo de Dios totalmente?
2.       Lo que el salmista está padeciendo (v.3-12; 14-18)
Las calamidades lo han abrumado, se encuentra herido. Siente que es Dios quien ha sido implacable con él, incluso le reclama y se queja porque está solo sin sus conocidos.
Preg.Aplic.: ¿Estoy padeciendo dificultades?, ¿estoy cuestionando a Dios por lo que está pasando?, ¿es Dios responsable de todo?, ¿hay en mi humildad de corazón o queja?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


viernes, 31 de octubre de 2014

Salmos 87

Salmos 87
1 Dios mismo fundó la ciudad de Jerusalén sobre su montaña.
2 No hay en todo Israel otra ciudad más amada por Dios que la ciudad de Jerusalén.
3 Ciudad de Dios, de ti se dicen cosas muy bellas.
4-5 Dios ha dicho:
«Entre los pueblos que me adoran se encuentran Egipto y Babilonia, Tiro, Etiopía y Filistea.
La gente de esas naciones dirá:
“¡Conocí a Dios en Jerusalén!”
Y lo mismo dirán los del monte Sión.
»Yo, el Dios altísimo, fundé Jerusalén con mis propias manos.
6 En mi lista de naciones, yo mismo escribí:
“Toda esta gente me conoció en Jerusalén”».
7 Y entre cantos y danzas, esas naciones dirán:
«Conocimos a Dios en Jerusalén».

JERUSALEN: LA CIUDAD DE DIOS
·         El Señor fundó Jerusalén Jerusalén en el monte Sión. Es una ciudad amada por El (v.1-2)
·         El Señor se mostró desde ahí a todas las naciones (v.3-5)
·         Las naciones darán testimonio que conocieron a Dios en Jerusalén (v.6-7
Preg.Aplic.: ¿Entiendo el amor de Dios para mi vida y cómo El me ha formado?, ¿está mi vida siendo de testimonio a los demás?, ¿estoy dando a conocer el reino de Dios a mis prójimos?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


jueves, 30 de octubre de 2014

Salmos 86

Salmos 86
1 Señor, inclina tu oído y escúchame, pues me encuentro afligido y necesitado.
2 Sálvame la vida, pues te soy fiel. Dios mío, salva a tu siervo, que en ti confía.
3 Señor, ten misericordia de mí, porque a ti clamo todo el día.
4 Alegra la vida de este siervo tuyo, porque a ti, Señor, elevo mi alma.
5 Tú, Señor, eres bondadoso y sabes perdonar; ¡grande es tu misericordia para los que te invocan!
6 Señor, escucha mi oración y atiende a la voz de mis súplicas.
7 Cuando me encuentro angustiado, te llamo porque tú me respondes.
8 Señor, no hay entre los dioses otro como tú, ni hay obras que se comparen con tus obras.
9 Todas las naciones que tú, Señor, has creado vendrán y se postrarán delante de ti y glorificarán tu nombre, 10 porque sólo tú eres Dios; tú eres grande, y haces maravillas.
11 Enséñame, Señor, tu camino, para que camine yo en tu verdad.
Dale firmeza a mi corazón, para que siempre tema tu nombre.
12 Señor y Dios mío, yo te alabaré con todo el corazón, y por siempre glorificaré tu nombre.
13 Grande es tu misericordia para conmigo, pues me has librado de caer en el sepulcro.
14 Dios mío, gente soberbia se levanta contra mí; gente violenta hace planes para quitarme la vida. Son gente que no te toma en cuenta.
15 Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y clemente, lento para la ira, pero grande en misericordia y verdad.
16 ¡Dígnate mirarme, y ten misericordia de mí! ¡Lléname de tu poder, pues soy tu siervo! ¡Protégeme, pues soy el hijo de tu sierva!
17 ¡Dame una prueba de tu bondad! ¡Que sean avergonzados los que me odian al ver que tú, Señor, me ayudas y me consuelas!

LA CONFIANZA EN DIOS
1.       El clamor del salmista (v.1-7; 16-17)
El salmista clama a Dios y le pide: que se incline, que lo escuche porque está necesitado, que lo salve (él es fiel), que tenga misericordia y que lo alegre. Espera su pronta respuesta y cree en El. Y manifiesta su humildad y confianza en Dios.
Preg.Aplic.: ¿Estoy rendido confiando totalmente en Dios?, ¿estoy dejando en oración todo deseo y necesidad ante el Señor?, ¿soy humilde en depender de Dios?
2.       Reconoce la grandeza de Dios (v.8-15)
El salmista reconoce la grandeza de Dios. Pide que le guie por Su camino y le de firmeza. Le alaba por su misericordia. Pide protección y confía en Su misericordia.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando a Dios para hacer Su voluntad?, ¿está el Señor dándome firmeza para seguirle?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


miércoles, 29 de octubre de 2014

Salmos 85

Salmos 85
1 Señor, tú has sido propicio a tu tierra: has hecho volver a Jacob de su cautividad, 2 has perdonado la iniquidad de tu pueblo, has perdonado todos sus pecados, 3 has reprimido completamente tu enojo, has alejado de ti el ardor de tu ira.
4 ¡Ahora restáuranos, Dios de nuestra salvación! ¡Deja ya de estar airado contra nosotros!
5 ¿Acaso vas a estar enojado con nosotros siempre? ¿Mantendrás tu ira de una generación a otra?
6 ¿Acaso no volverás a darnos vida, para que este pueblo tuyo se regocije en ti?
7 Señor, ¡danos muestras de tu misericordia! ¡Concédenos tu salvación!
8 Escucharé lo que Dios el Señor va a decir; va a hablar de paz a su pueblo y a sus santos, para que no caigan en la locura.
9 Su salvación está cerca de quienes le temen, para que su gloria se asiente en nuestra tierra.
10 Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la justicia y la paz.
11 Desde la tierra brotará la verdad, y desde los cielos observará la justicia.
12 Además, el Señor nos dará buenas cosas, y nuestra tierra producirá buenos frutos.
13 Delante de él irá la justicia, para abrirle paso y señalarle el camino.

LA PROVISION DE DIOS
1.       La misericordia de Dios (v.1-7)
Dios ha tenido misericordia de su pueblo y ha perdonado sus pecados. Pide que Dios los restaure y los salve.
Preg.Aplic.: ¿Esto arrepentido de todos mis pecados?, ¿confío en la misericordia de Dios?, ¿está el Señor restaurando mi vida?
2.       La provisión de Dios (v.8-13)
El salmista se dispone a escuchar al Señor y temerle. Dios hará justicia y el proveerá, y guiará a Su pueblo.
Preg.Aplic.: ¿Estoy escuchando y obedeciendo a Dios?, ¿estoy confiando en provisión del Señor?, ¿está guiando Dios mi vida?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


martes, 28 de octubre de 2014

Salmos 84

Salmos 84
1 Señor de los ejércitos, ¡cuán grato es habitar en tu templo!
2 ¡Mi alma anhela ardientemente estar, Señor, en tus atrios!
¡A ti, Dios de la vida, elevan su canto mi corazón y todo mi ser!
3 Hasta los gorriones y las golondrinas hallan dónde anidar a sus polluelos:
¡cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, rey mío y Dios mío!
4 ¡Cuán felices son los que habitan en tu templo!, ¡Todo el tiempo te cantan alabanzas!
5 ¡Cuán felices son los que hallan fuerzas en ti, los que ponen su corazón en tus caminos!
6 Cuando cruzan por el valle de las lágrimas, cambian su aridez en un manantial al llenar la lluvia los estanques.
7 Van de victoria en victoria, hasta llegar a verte, oh Dios, en Sión.
8 Señor, Dios de los ejércitos, ¡oye mi oración!
Dios de Jacob, ¡escúchame!
9 ¡Míranos, Dios y escudo nuestro, y posa la mirada en el rostro de tu ungido!
10 Es mejor pasar un día en tus atrios que vivir mil días fuera de ellos.
¡Prefiero estar a la puerta de tu templo, oh Dios, que vivir en las mansiones de la maldad!
11 Tú, Dios y Señor, eres sol y escudo; tú, Señor, otorgas bondad y gloria a los que siguen el camino recto, y no les niegas ningún bien.
12 Señor de los ejércitos, ¡cuán dichoso es el que en ti confía!

LA DICHA DEL SALMISTA
1.       El anhelo del salmista (v.1-7)
El salmista expresa su necesidad de estar ante Dios. Y es feliz al estar en el templo ante la presencia de Dios. En su altar el Señor los renueva y les da victoria.
Preg.aplic.: ¿Estoy anhelando y buscando a Dios con ímpetu?, ¿mi vida de oración es constante?, ¿está el Señor renovando y guiando mi vida?
2.       La petición al Señor (v.8-12)
El salmista expresa que le está buscando y clamando para que Dios obre en ellos. Dios es escudo y protección a los rectos de corazón y son dichosos los que confian en El.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando a Dios en oración y dejando toda necesidad?, ¿estoy confiando en la protección de Dios?, ¿está en Señor dándome paz?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


lunes, 27 de octubre de 2014

Salmos 83

Salmos 83
1 Dios mío, ¡no guardes silencio!. Dios mío, ¡no te quedes callado!
2 Date cuenta de que tus enemigos rugen, de que te desafían los que te aborrecen.
3 Con astucia y en secreto conspiran contra tu pueblo; se han juntado y hacen planes contra tus protegidos.
4 Amenazantes dicen: «¡Vamos a destruir a Israel!, ¡Borremos de la memoria el nombre de esa nación!»
5 Conspiran con un solo propósito: establecen alianzas para luchar en contra tuya 6 los campamentos edomitas e ismaelitas, y también los moabitas y los agarenos, 7 los de Gebal, los de Amón y de Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro.
8 También los asirios se les han unido, y brindan su apoyo a los descendientes de Lot.
9 ¡Haz con ellos lo que hiciste con Madián!, ¡Trátalos como a Sísara y Jabín en el arroyo de Cisón!
10 Ellos fueron derrotados en Endor, y se convirtieron en estiércol para la tierra.
11 ¡Trata a sus capitanes y a todos sus príncipes como trataste a Oreb y a Zeeb, a Zebaj y a Salmuná, 12 esos que amenazantes decían:
«¡Vamos a adueñarnos de los pastizales de Dios!»
13 Dios mío, ¡envuélvelos en un torbellino!, ¡Arrástralos como hojas secas lanzadas al viento!
14 ¡Que ardan como el fuego que consume el monte!, ¡Que ardan como las llamas que abrasan el bosque!
15 ¡Persíguelos con tu tempestad!, ¡Hazlos temblar de miedo con tu torbellino!
16 ¡Llénales la cara de vergüenza, para que busquen, Señor, tu nombre!
17 ¡Que sean avergonzados y turbados para siempre!, ¡Que sean deshonrados, y perezcan!
18 ¡Que reconozcan que tu nombre es el Señor, y que sólo tú, Altísimo, estás sobre toda la tierra!

LOS ENEMIGOS DE ISRAEL
1.       Los enemigos conspiran contra Israel (v.1-8)
Los enemigos hacen planes para atacar a Israel y buscan alianzas contra el pueblo de Dios.
Preg.Aplic.: ¿Estoy padeciendo dificultades e injusticias?, ¿estoy buscando a Dios para intervenga en mi vida?
2.       El salmista pide que intervenga Dios (v.9-18)
El salmista pide que Dios intervenga y humille a los enemigos del pueblo del Señor. Con el fin de que busquen a Dios y reconozcan que El es el Señor.
Preg.aplic.: ¿Estoy confiando en la justicia de Dios?, ¿estoy cayendo en pecados y dureza de corazón?, ¿hay verdadero arrepentimiento en vida para volver a Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC



sábado, 25 de octubre de 2014

Salmos 82

Salmos 82
1 Dios preside la reunión de los dioses, y en medio de ellos emite su sentencia:
2 «¿Hasta cuándo ustedes juzgarán con injusticia, y tratarán como inocentes a los impíos?
3 ¡Defiendan a los pobres y a los huérfanos!, ¡Hagan justicia a los afligidos y a los menesterosos!
4 ¡Liberen a los afligidos y a los necesitados!, ¡Pónganlos a salvo del poder de los impíos!
5 »Pero ustedes no saben ni entienden; ¡andan en completa oscuridad!, ¡Por eso la tierra tiembla hasta sus cimientos!
6 »Alguna vez les dije: “Ustedes son dioses. Todos ustedes son hijos del Altísimo.”
7 ¡Pero ahora morirán como cualquier hombre!, ¡Morirán como cualquiera de los príncipes!»
8 ¡Levántate, oh Dios, y juzga la tierra!, ¡Tuyas son todas las naciones!

EL JUICIO DE DIOS A LOS GOBERNANTES
·         Cuestiona su injusticia e imparcialidad, porque no han defendido a los pobres y necesitados (v.2-4)
·         Son ciegos e injustos, afectando la tierra (v.5)
·         Al final, morirán como cualquiera sin ninguna diferencia a pesar de su autoridad (6-7)
·         El salmista clama para que Dios haga justicia (v.8)
Preg.Aplic.: ¿Estoy como líder siendo justo e imparcial?, ¿estoy cayendo en soberbia y falta de sabiduría en mis decisiones?, ¿estoy clamando y confiando en la justicia de Dios y no la de los hombres?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC