martes, 15 de julio de 2014

Job 30

Job 30
1 »Pero hoy tengo que soportar las burlas de jovencitos a quienes doblo la edad; ¡a sus padres jamás les habría encomendado cuidar de los perros de mis rebaños!
2 ¿De qué me habría servido contar con ellos, si en los brazos no tenían ninguna fuerza?
3 Vagaban solitarios, muertos de hambre, huyendo de las sombras y de la soledad, 4 recogiendo hierbas del campo y haciendo fuego con raíces de enebro, 5 siendo rechazados por todo el mundo, y tratados a gritos, como si fueran ladrones; 6 viviendo en las barrancas de los arroyos, o en cuevas y entre las rocas, 7 aullando en medio de la maleza, y reuniéndose entre los espinos.
8 Gente envilecida, carente de nombre, de instintos tan bajos que no merecían vivir.
9 »Pero ahora soy su hazmerreír; soy para ellos objeto de burla.
10 Me rechazan, se alejan de mí, y aun se atreven a escupirme en la cara.
11 Como Dios me humilló y me soltó de su mano, me han perdido el respeto y se burlan de mí.
12 Me tienen rodeado, como una chusma, y me empujan de un lado a otro para hacer que yo caiga y me pierda.
13 Me cierran el paso, para destruirme, ¡se aprovechan de mi sufrimiento sin que nadie se lo impida!
14 ¡Se lanzan furiosos contra mí, como soldados que asaltan una muralla!
15 La confusión me domina; han lanzado mi honra por los aires; ¡mis riquezas se esfumaron como nubes!
16 »Una gran tristeza embarga mi alma; todo el tiempo me domina la aflicción.
17 Por las noches, el dolor me corroe los huesos, el sueño se me va, y ya no encuentro reposo.
18 ¡Tú, Dios mío, me sujetas la ropa por el cuello con tal violencia que siento que me ahogo!
19 Tú me has derribado por el suelo, y ahora soy como el polvo, ¡sólo soy ceniza!
20 Clamo a ti, y no me escuchas; a ti recurro, y ni siquiera me miras.
21 Te has vuelto muy cruel conmigo, pues me atacas con tu mano poderosa.
22 Me has hecho volar por los aires, y por los aires vuelo, como nada.
23 Bien sé que me llevas a la muerte, a la mansión reservada para todos los mortales.
24 »¿Acaso no se tiende la mano al necesitado cuando en su angustia reclama ayuda?
25 ¿Acaso no me apiadé del afligido y tuve compasión del que nada tenía?
26 Cuando yo esperaba el bien, me vino el mal; cuando esperaba la luz, me cayó la oscuridad.
27 Siento en mi interior una gran agitación; tiempos de aflicción me tienen abrumado.
28 Ando en penumbras, sin la luz del sol; en medio de la congregación me levanto y clamo,
29 Ahora soy compañero de los chacales y amigo de los avestruces.
30 La piel se me reseca, y se me desprende, y en los huesos siento un ardor insoportable.
31 De mi arpa brotan notas de tristeza; ¡de mi flauta salen cantos de lamento!

JOB SE DEFIENDE
Nuevamente Job expone su sentir para que entiendan su sufrimiento y sus amigos tengan piedad de él.
1.       Job es rechazado por los marginados (v.1-14)
Job es objeto de burlas y deprecio de jóvenes marginados de la comunidad judía. No le respetan ni lo honran, más bien lo atacan sin piedad.
P.A.: ¿He sido rechazado por alguien?, ¿me vengo de mi rechazo contra alguien más débil que yo?, ¿tengo piedad del sufrimiento del otro?
2.       Job expresa lo que siente (v.15-17; 24-31)
Job está triste y afligido, con dolores y sin dormir. Siente que nadie tiene piedad de él. Está afligido y en oscuridad con enfermedad y lamento.
P.A.: ¿Estoy respetando el dolor de los que sufren?, ¿qué estoy haciendo con los que padecen enfermedad o algún sufrimiento?, ¿los estoy consolando o los estoy atacando religiosamente?
3.       Job reclama a Dios (v.18-23)
Job señala que Dios ha sido violento con él, que lo ha derribado y no lo escucha. Considera que es cruel con él y está por morir.
P.A.: ¿Estoy reclamando a Dios por mi sufrimiento?, ¿soy honesto al orar y abrir mi corazón a Dios?, ¿creo que Dios puede obrar en mi vida y cambiar las cosas?

Oremos,

Equipo AATC


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