Salmos 146
1 Alaba, oh
alma mía, a Jehová.
2 Alabaré a
Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.
3 No
confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
4 Pues sale
su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.
5
Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en
Jehová su Dios,
6 El cual
hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay;
Que guarda
verdad para siempre, 7 que hace justicia a los agraviados, que da pan a los
hambrientos.
Jehová
liberta a los cautivos; 8 Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a
los caídos;
Jehová ama a
los justos. 9 Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda
sostiene,
Y el camino de
los impíos trastorna.
10 Reinará
Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.
Aleluya.
LA VERDADERA SALVACION
EL salmista
muestra la contradicción entre la confianza en el hombre o en Dios. El ha
decidido confiar en el Señor (v.1-2):
1. La limitación del hombre (v.3-4)
El
salmista llama a no confiar en autoridades humanas ni confiar en los hombres
porque ellos no dan salvación y no tienen poder porque son limitados.
Preg.Aplic.: ¿Estoy buscando “contactos de
alto nivel” y confiando que me van a solucionar mis problemas?, ¿estoy
depositando mi confianza en un hombre (o mujer) y esperando todo de él (ella)?
2. La grandeza de Dios (v.5-10)
El
salmista llama felices a los de confían y depender del Señor, quien es el
creador de todo, que dice la verdad (no miente), que es justo y misericordioso,
que es sanador, que es sostén y refugio a los débiles, y que reinará por
siempre.
Preg.Aplic.: ¿Estoy confiando y dependiendo
del Todopoderoso?, ¿creo en mi Dios justo y sanador?, ¿estoy siendo levantado
por mi Dios?
Oremos,
Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC
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