martes, 7 de junio de 2011

Salmos 38

Salmos 38
1 Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira.
2 Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.
3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.
5 Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura.
6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.
7 Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne.
8 Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
9 Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto.
10 Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.
11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado.
12 Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.
13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca.
14 Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.
15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.
16 Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.
17 Pero yo estoy a punto de caer, Y mi dolor está delante de mí continuamente.
18 Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.
19 Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.
20 Los que pagan mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
21 No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.
22 Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación.

UN MODELO DE VERDADERO ARREPENTIMIENTO
Este salmo 38 es un gran ejemplo que nos ayuda a trabajar en nosotros el verdadero arrepentimiento:
1.      Expresa un verdadero arrepentimiento (v.1-10; 17-18). “Señor, delante de mi están mis deseos…Mi corazón está acongojado” (v.9-10). Cuando hay pecado en nuestra vida si hay arrepentimiento, debe haber una real congoja y una decisión de dejar de pecar. ¿Estoy verdaderamente arrepentido?, ¿hay congoja en mi corazón?
2.      Hay soledad (v.11-12; 19-20). Que contradicción sus amigos se alejan y los enemigos se acercan. Pero esta situación nos lleva a confiar más en Dios. ¿Me estoy sintiendo sólo?, ¿me estoy refugiando en Dios?
3.      Decide confiar en Dios (v.13-16; 21-22). David decide no escuchar a los enemigos ni ver circunstancias sino decide confiar en el Señor “Porque en ti..he esperado”. ¿Estoy cuidando lo que oigo?, ¿estoy confiando en el Señor totalmente?

Oremos,
Pedro

No hay comentarios:

Publicar un comentario