Salmos 54
1 Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme.
2 Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca.
3 Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. Selah
4 He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida.
5 El devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad.
6 Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
7 Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.
SALMO DE FORTALEZA
Frente a la maldad de los enemigos que acosan al salmista, él confía en Dios:
1. Dios escucha su oración (v.2). Dios siempre está cercano a nuestras oraciones. ¿Estoy orando y dependiendo de Dios?
2. Dios lo sostiene (v.4). Cuando uno pasa por dificultades uno pierde fuerzas, pero Dios siempre sostiene a sus hijos. ¿Dios está sosteniendo mi vida?
3. Dios es bueno (v.6). Ello implica que Dios quiere lo mejor para mí. ¿Creo y confío en Dios?, ¿me rindo a su voluntad?
4. Dios es libertador (v.7a). El nos libera de nuestras angustias, nos da paz. ¿Estoy angustiado?, ¿estoy confiando en su liberación?, ¿tengo paz?
Oremos,
Pedro
No hay comentarios:
Publicar un comentario