lunes, 8 de septiembre de 2014

Salmos 36

Salmos 36
1  La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos.
2  Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla.
3  Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien.
4  Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal.
5  Tu misericordia, oh SEÑOR, se extiende hasta los cielos, Tu fidelidad, hasta el firmamento.
6  Tu justicia es como los montes de Dios; Tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh SEÑOR, al hombre y al animal.
7  ¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia!. Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas.
8  Se sacian de la abundancia de Tu casa, y les das a beber del río de Tus delicias.
9  Porque en Ti está la fuente de la vida; En Tu luz vemos la luz.
10  Continúa Tu misericordia para con los que Te conocen, y Tu justicia para con los rectos de corazón.
11  Que no me alcance el pie del orgullo, ni me mueva la mano de los impíos.
12  Allí han caído los que obran iniquidad; han sido derribados y no se pueden levantar.

LA REALIDAD DE DIOS
1.       La realidad del malo (v.1-4; 11-12)
El malo no tiene temor de Dios, hay engaño en su boca, ha dejado de hacer el bien y es obstinado en el mal. Y el Señor le hará justicia.
Preg.Aplic.: ¿Hay en mi vida temor de Dios?, ¿soy humilde en arrepentirme de mis pecados o tengo un corazón obstinado?
2.       La realidad de Dios (v.5-10)
La misericordia, fidelidad y justicia de Dios son incomparables. Hay refugio y abundancia de vida en el Señor para los rectos de corazón.
Preg.Aplic.: ¿Estoy disfrutando de la fidelidad?, ¿es el Señor mi refugio?, ¿tengo y disfruto de vida abundante?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


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