martes, 30 de septiembre de 2014

Salmos 58

Salmos 58
1 Ustedes los jueces ¿en verdad hacen justicia?. Ustedes, simples mortales, ¿juzgan con rectitud?
2 Más bien, en su corazón urden hacer el mal, y luego actúan con violencia en la tierra.
3 Los impíos se desencaminan desde la matriz; se descarrían y mienten desde que nacen.
4 Son venenosos como serpientes; se tapan los oídos; son como un áspid sordo 5 que no escucha la voz de los magos, de los hábiles encantadores.
6 Dios mío, ¡rómpeles los dientes!. Señor, ¡rómpeles a esos leones los colmillos!
7 ¡Que se diluyan, como el agua que corre!, ¡Que sus saetas se hagan pedazos al dispararlas!
8 ¡Que se disuelvan como los caracoles!, ¡Que sean como abortivos y jamás vean el sol!
9 ¡Que antes de darse cuenta ardan como espinos!, ¡Que aun con vida el viento los arrebate!
10 Al verse vengados, los justos se alegrarán y se empaparán los pies en la sangre del impío.
11 Entonces se dirá:
«Ciertamente, los justos serán recompensados; ciertamente, hay un Dios que juzga en la tierra.»

LA JUSTICIA DE DIOS
1.       El malvado se cree juez (v.1-5)
Los malvados son injustos y violentos. Han nacido en maldad y son hábiles encantadores para destrucción.
Preg.aplic.: ¿Estoy cayendo continuamente en pecados?, ¿hay en mi corazón verdadero arrepentimiento para un cambio verdadero?
2.       El salmista ora por justicia divina (v.6-11)
El salmista pide a Dios que haga su justicia contra los malvados. Y sabe que el Señor responderá y recompensará a sus fieles.
Preg.Aplic.: ¿Estoy confiando y dependiendo de la justicia de Dios?, ¿estoy teniendo fe y creyendo en las respuestas de Dios?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán
Equipo AATC


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