lunes, 4 de agosto de 2014

Job 41

Job 41
41 ¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo,
O con cuerda que le eches en su lengua? 
2 ¿Pondrás tú soga en sus narices,
Y horadarás con garfio su quijada? 
3 ¿Multiplicará él ruegos para contigo?
¿Te hablará él lisonjas?
4 ¿Hará pacto contigo
Para que lo tomes por siervo perpetuo?
5 ¿Jugarás con él como con pájaro,
O lo atarás para tus niñas?
6 ¿Harán de él banquete los compañeros?
¿Lo repartirán entre los mercaderes?
7 ¿Cortarás tú con cuchillo su piel,
O con arpón de pescadores su cabeza?
8 Pon tu mano sobre él;
Te acordarás de la batalla, y nunca más volverás.
9 He aquí que la esperanza acerca de él será burlada,
Porque aun a su sola vista se desmayarán.
10 Nadie hay tan osado que lo despierte;
¿Quién, pues, podrá estar delante de mí?
11 ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya?
Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
12 No guardaré silencio sobre sus miembros,
Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición.
13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura?
¿Quién se acercará a él con su freno doble?
14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro?
Las hileras de sus dientes espantan.
15 La gloria de su vestido son escudos fuertes,
Cerrados entre sí estrechamente.
16 El uno se junta con el otro,
Que viento no entra entre ellos.
17 Pegado está el uno con el otro;
Están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
18 Con sus estornudos enciende lumbre,
Y sus ojos son como los párpados del alba.
19 De su boca salen hachones de fuego;
Centellas de fuego proceden.
20 De sus narices sale humo,
Como de una olla o caldero que hierve.
21 Su aliento enciende los carbones,
Y de su boca sale llama.
22 En su cerviz está la fuerza,
Y delante de él se esparce el desaliento.
23 Las partes más flojas de su carne están endurecidas;
Están en él firmes, y no se mueven.
24 Su corazón es firme como una piedra,
Y fuerte como la muela de abajo.
25 De su grandeza tienen temor los fuertes,
Y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse.
26 Cuando alguno lo alcanzare,
Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará.
27 Estima como paja el hierro,
Y el bronce como leño podrido.
28 Saeta no le hace huir;
Las piedras de honda le son como paja.
29 Tiene toda arma por hojarasca,
Y del blandir de la jabalina se burla.
30 Por debajo tiene agudas conchas;
Imprime su agudez en el suelo.
31 Hace hervir como una olla el mar profundo,
Y lo vuelve como una olla de ungüento.
32 En pos de sí hace resplandecer la senda,
Que parece que el abismo es cano.
33 No hay sobre la tierra quien se le parezca;
Animal hecho exento de temor.
34 Menosprecia toda cosa alta;
Es rey sobre todos los soberbios.

Segundo reto de Dios a Job

1. Dios continua retando a Job, y sus palabras parecen decirle ¿Eres más poderoso que YO? (V 1,2). ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? (v 10). Este capítulo nos hace ver la infinita pequeñez del hombre en comparación con Dios.

Cómo te sientes, en relación al poder de Dios? Estas consciente de lo pequeños que somos, y sin embargo Dios nos demuestra su amor?

2. ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya?(v11), es lo que siempre esperamos incluso los cristianos y de eso trata este libro de Job,(es lo que argumentaban Zofar, Elifaz y Bildad) y hace ver la ignorancia de lo que pensamos algunas veces, porque las tribulaciones no sobrevienen en la vida de los que hacen “buenas obras”, sino más bien son pruebas para fortalecernos y moldearnos al carácter de Jesús.

Sigues pensando que mereces únicamente experiencias buenas en tu vida?¿ Consideras que Dios te bendice, cuando vives de manera próspera y tienes “éxito” en todas las áreas de tu vida?

Amados, 


Oremos

Equipo AATC

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