domingo, 31 de agosto de 2014

Salmos 28

Salmos 28
1 Señor, tú eres mi roca. A ti clamo. ¡No te apartes de mí!
De lo contrario, seré como los que bajan al sepulcro.
2 Escucha mi clamor, que pide tu ayuda, cuando levanto mis manos hacia tu santo templo.
3 No me lleves junto con los malvados, ni con los que hacen el mal; con los que hablan de paz con sus amigos pero por dentro están llenos de maldad.
4 Págales conforme a sus malas acciones; por tanta maldad que cometen, dales su merecido.
5 Hazlos caer, Señor, y no vuelvas a levantarlos, pues no han entendido tus acciones ni han prestado atención a tus obras.
6 Bendito seas, Señor, pues escuchas la voz de mis ruegos.
7 Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza; en ti confía mi corazón, pues recibo tu ayuda.
Por eso mi corazón se alegra y te alaba con sus cánticos.
8 Tú, Señor, infundes fuerzas a tu pueblo; tu ungido halla en ti un refugio salvador.
9 ¡Salva a tu pueblo, bendice a tu herencia!, ¡Guíalos y cuida de ellos ahora y siempre!

ORACION DE DAVID
1.       La petición de David (v.1-5)
David clama a Dios y le pide ayuda y protección, hace una oración imprecatoria (pide castigo v.4-5) porque sus enemigos son malos.
Preg. Aplic.: ¿Estoy clamando a Dios en medio de las dificultades?, ¿creo y confío en la justicia de Dios?
2.       La confianza de David (v.6-9)
David agradece por la respuesta de Dios, es su escudo y su fuerza y está gozoso. Dios le anima, le bendice y le cuida.
Preg. Aplic.: ¿Hay gozo y paz en mi vida?, ¿estoy recibiendo fortaleza de Dios en medio de las dificultades?

Oremos,

Pedro A. Torres Guzmán

Equipo AATC

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